Comúnmente conocemos como "bienaventuranzas" las palabras que Yeshúa pronunció desde una colina en Galilea, según Mateo 5:1-12. Sin embargo, su significado profundo a menudo se nos escapa. Yeshúa comenzó diciendo: "Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:3).
La pregunta fundamental es: ¿Qué quiso decir Yeshúa con estas palabras?
La Bienaventuranza de los "Pobres de Espíritu"
Para desentrañar este verso, es crucial considerar el significado original de las palabras. La palabra griega "ptojós", traducida como "pobres", no solo denota carencia económica, sino también a alguien "acurrucado" o "inclinado". Esta proviene del hebreo "shafál", que describe algo abatido, bajo o deprimido. Por lo tanto, cuando Yeshúa dice "bienaventurados" (felices) los "pobres", no se refiere a la pobreza material, sino a personas que atraviesan situaciones difíciles que los llevan a bajar la cabeza, sintiéndose deprimidos o tristes.
A continuación, el traductor utiliza la palabra griega "pneuma", traducida como "espíritu", pero su equivalente hebreo, "ruaj", significa mente, ánimo, aliento o poder. Esto sugiere que las palabras de Mashiaj en este verso son: "Felices los que están deprimidos en sus ánimos, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:3).
Surge entonces la interrogante: ¿Cómo puede alguien deprimido o triste ser feliz? Y, ¿cómo es que el Señor afirma que el Reino de los Cielos pertenece a quienes están tristes o deprimidos en sus ánimos? Para entenderlo, debemos comprender que Yeshúa está haciendo una promesa, y para captarla, necesitamos escudriñar lo que Él mismo nos revela en los versos siguientes (Mateo 5:4-12).
Razones del Desánimo y la Promesa de Yeshúa
Yeshúa continúa diciendo: "felices los que sufren" (Mateo 5:4). Es decir, los que están tristes porque padecen por algo. Y a continuación, Mashiaj explica por qué los miembros de su congregación podrían experimentar esta tristeza:
- Porque son mansos, es decir, no cuestionan la Palabra de Dios (Mateo 5:5).
- Porque tienen hambre y sed de que llegue el juicio de Dios (Mateo 5:6).
- Porque aman a Elohim sin interés en lo terrenal (Mateo 5:7).
- Porque estando "tahor" (habilitados para estar en su presencia), ansían su llegada (Mateo 5:8).
- Porque estando reconciliados con Elohim, anhelan su regreso (Mateo 5:9).
En estas porciones, Yeshúa expone los diversos tipos de desánimo o tristeza que pueden afectar a los creyentes de toda nación, tribu, lengua y pueblo que pertenecen a su congregación. Se refiere al desánimo causado por la presión de las leyes y "corriente del mundo" para que los fieles apostaten, y abandonen los mandamientos, olviden la esperanza del regreso de Mashiaj y, por ende, a vuelvan a ser enemigos de Elohim.
A estos que están deprimidos, Yeshúa les trae a la memoria (a sus ánimos) lo que Él ya había dicho por boca del profeta Isaías (Isaías 57:15, Isaías 62:2, Isaías 66:10, Isaías 63:13) y por boca del salmista (Salmo 37:11).
La Invitación a Estar "Al Lado"
Yeshúa procede a explicar a todo aquel que se desanime en su Congregación, en todo el mundo y en todo tiempo, cómo será "ese llamado a estar al lado", según aquello que los entristece:
- Aquellos que sufren porque no cuestionan sus mandamientos, entrarán a la tierra prometida.
- Aquellos que sufren porque tienen hambre y sed de su juicio, serán saciados en justicia.
- Aquellos que sufren porque lo aman incondicionalmente, serán llenados de su amor entrañable.
- Aquellos que sufren porque ansían su regreso y están habilitados para estar en su presencia, verán su plenitud.
- Aquellos que sufren porque demuestran estar reconciliados con Él, serán llamados sus herederos.
Todas son promesas para el desanímado, promesas que confirman que el Reino de los Cielos es para quienes están tristes, anhelando el regreso de Yeshúa, se deprimen al ver cómo las leyes del sistema terrenal se acercan cada vez más a la persecución de los que perseveran en Las Escrituras. Entonces les promete: "Felices los que padecen persecución por causa de la justicia (La Palabra), porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:10). Esto es el cierre de "felices los pobres de espíritu". Él está diciendo: "Porque si se animan y perseveran, de ustedes es el reino de los cielos". Es decir, estarán al lado de Yeshúa.
Finalmente, les advierte que, efectivamente, padecerán por su perseverancia, pero no al nivel del sufrimiento que tuvieron los profetas. Por eso, hace una última exhortación:
"Siéntanse felices cuando por mi causa los critiquen, los censuren y los persigan, diciéndoles toda clase de mal contra ustedes, mintiendo sobre ustedes. Al contrario de deprimirse, estén regocijándose y muy alegres, porque la recompensa de ustedes es mucha en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros"(Mateo 5:11-12).
Conclusión: El Regocijo en la Promesa de Yeshúa
Entonces, ¿qué quiso decir Yeshúa con estas palabras? Nuestro Maestro y Elohim quiso transmitir que los miembros de la congregación de Yeshúa, de todo pueblo, lengua y nación, pueden deprimirse y entristecerse, pero no por causas materiales o terrenales. Su tristeza surge al observar cómo el líder de las obras sin sentido (HaSatán) parece estar ganando terreno.
Sin embargo, en lugar de dejarse abatir, deben alegrarse y regocijarse, porque todo lo que Él ha prometido se está cumpliendo. A pesar de lo que perciban en este mundo, Yeshúa, el Fiel y Verdadero, hizo una promesa inmutable que cumplirá con su regreso: la promesa de que estarán a su lado para recibir el gran galardón de heredar el Reino de los Cielos. La verdadera felicidad radica en perseverar en la fidelidad, en su regreso, a pesar de las aflicciones.
Shalom

0 Comentarios