De Hoshea a Yehoshúa

 


Josué hijo de Nun, halló gracia ante los ojos de Hashem, Deu.31.3 y Dios lo puso desde muy joven como ayudante de Moisés para que se instruyera directamente con Moisés y la emunah de Moisés se desarrollara en él hasta estar preparado para enfrentar una gran misión.

Josué, quien era de la tribu de Efraím había estado con Moisés desde muy joven, como se ve en Éx.33.11, Josué fue el primer líder militar del pueblo escogido que derrotó en aquel momento, lo material y espiritual que representa Amalec, Éx.17,14. Su nombre originalmente era Hoshea ú Oseas (הוֹשֵׁעַ Hoshea, Salvación) hijo de Nun (נוּן continuar, incrementar). Núm.13.8. Tanto creció la emunah de Josué que acompañó (aunque no hasta Hasherm) a Moshe a recoger Las Tablas de La Ley Éx. 24:12-14. 

Es interesante como Dios nos muestra, que de sus escogidos enviados a reconocer la tierra prometida, son las casas de Efrain y de Judá representadas, por un lado con Hoshea (Salvación) hijo de Nun, de la casa de Efraim (las 10 tribus de la dispersión) y por otro lado, Caleb (כָּלֵ֖ב Perro) hijo de Jefone (יְפֻנֶּה Se enfrentará), de la casa de Judá. Las que no se apartaron de la fidelidad de Hashem. Más interesante aún es que la sangre e Efraím tiene de egipcio y la de Caleb de cananeo.

 

Núm. 13.16, nos muestra que Moshe cambió el nombre de Hoshea (Josué) justo antes de enviarlo a reconocer la tierra. Sabemos que el cambio de nombre implica un cambio de fama, como vimos con Abram a Abraham, podemos razonar que el cambio del nombre de Hoshea (Salvación) a Yehoshúa (Hashem es la Salvación), nos indica un gran cambio de lo que era Hoshea hijo de Nun, el cual recibió una educación directa de Moshe para que se diera ese cambio de fama.


Hoshea (Josué) pudo llegar a pensar que él había salvado al pueblo de la amenaza de los amalecitas, también podría estar lleno de orgullo de ser el segundo de Moshe, de ser tal vez el mortal que aparte de Moshe se acercó más a Hashem y con este cambio de nombre Dios nos muestra lo que quiere decir en Deu.34.9 “Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le escucharon e hicieron tal como el Señor había mandado a Moisés.”  La porción “había puesto sus manos sobre él”, parece indicar que desde la juventud de Hoshea,  Moshe, había estado formando en él la emunah de Dios.


Josué por todo el crecimiento (emunah) que Dios le había dado a través de Moisés estaba preparado para terminar la misión que empezó su maestro y es el nivel de emunah que él ha adquirido, lo que le permite escuchar la voz de Hashem diciendo en forma parafraseada para nosotros:

  1. Levántate y cruza tu Jordán no importa lo crecido que se vea, tú eres mi remanente, Jos.1.2

  2. En cada paso que des mi fidelidad estará contigo como estuvo con Moshe, Jos.1.3

  3. No importa a lo que te enfrentes, material o espiritual, nada ni nadie te podrá hacer frente en los días que tienes por delante. Te reitero, como estuvo mi fidelidad con Moshe así estará contigo, Jos.1.4-5

  4. Se fuerte y valiente porque tú exhibirás emunah y darás de ella a tus hermanos Jos.1.6

  5. Te repito, debes ser muy fuerte y resuelto para no apartarte de toda la Torah, que mi siervo Moisés te enseñó. No te desvíes de la Torah ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas discernimiento de todo lo que vas a ir encontrando en cada paso que das, día tras día. Jos.1.7

  6. No apartes de tus labios la Torah, escudriñala para encuentres la Verdad, a Yehoshúa en ella y Él te dará su Shalom con la cual prosperaras sabiamente. 

  7. Te exhorto una vez más  ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas. Jos.1.9

Josué, por la enseñanza de Moisés (La Torah) dejó de llamarse Salvación y pasó a llamarse Hashem es la Salvación. Quizás algunos usted o yo, no nos demos cuenta cuanto estamos creciendo en la emunah de Moisés (Torah), pero hay otros que están viendo como usted esta cambiando su fama, como esta exhibiendo emunah, como problemas que lo agobiaban ya no le roban su Shalom y es que usted esta dejando de ser Salvación, su propia salvación, para ser Hashem es la salvación.  ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque la Bondad, la Gracia, la Fidelidad y el Amor Entrañable del Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas. Amen


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