La Oración del Justo Puede Mucho

En el libro de Santiago (Ya’akov) en Stg.5.16 encontramos el versículo que dice en versión R.V:

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.


La pregunta que surge es:


¿Cuál es la oración eficaz del justo?


ESCUDRIÑEMOS


Antes de desarrollar el tema establezcamos algunos fundamentos, ¿Qué es orar? y ¿Qué es ser un justo?


Un justo a los ojos humanos es una persona a la que no se le puede culpar de nada porque actúa de una manera equilibrada, equitativa e imparcial otorgando a otros lo que corresponde según el caso, pero según la Biblia un justo es alguien que reúne las características de  Noaj (נֹחַ descanso), en Gn.6.9


Estas son las generaciones de Noé. Noé era un hombre justo ( צַדִּיק tzadik), íntegro (תָּמִים tamim) entre sus contemporáneos; Noé andaba (הָלַךְ caminar) con Dios.


Note que Noaj “caminaba con Dios” es decir seguía las instrucciones de Dios, era íntegro “tamin”, que significa ser temeroso de Dios y apartado del mal, en base a esas dos cualidades,  Noaj se convierte en un justo, es decir un tzadik, alguien al que no se le puede acusar de alguna culpa, porque es un practicante de la justicia (ante hombres y ante Dios), es alguien que está completo ante Dios


Por otro lado, orar para muchos creyentes es rogarle o pedirle a Dios que haga algo por nosotros, con el convencimiento de que recibiremos una respuesta favorable porque creemos que Él existe y que nosotros “le tenemos fe”.  Mucho de esta creencia radica en la forma que en la antigüedad se llevaba el culto a los dioses. 


Desde la civilización sumeria, pasando por los acadios, babilonios, asirios, cananeos, egipcios hasta el origen del helenismo la mayoría de estas civilizaciones que, se habían originado de los descendientes de Noaj (Noé), Gn.9.19, se olvidaron del Dios verdadero y rendían culto a muchas divinidades a las cuales les hicieron imagen de piedra y palo convirtiéndolos en sus ídolos a los que ellos ofrecían comida, sacrificios (de animales y humanos), regalos, dinero, velas, mandas, pactos, etc. Todo eso lo veían como “tener fe”, es decir tener la capacidad de hacer que una deidad haga lo que un humano quiere. Orar, para los paganos era el medio de acercarse a su deidad y sobornarlo.


Los paganos hacían templos en los que colocaban sus ídolos para ir a orales, como muestra Shaul en Hch.17.22-24 y aunque con sus manos hacían la imagen de sus dioses, los consideraban dioses verdaderos que les concedían tener ganancias, Hch.19.23-28.  Incluso consideraban un dios al hombre común que hiciera milagros, Hch.14.13.


Muchos creyentes siguen orando con la mentalidad pagana como poniendo a Dios al mismo nivel que “los ídolos de piedra y madera” y esto es lo primero que Hashem instruye en los Diez Mandamientos Ex.20.3.


En la traducción hebrea es:

לֹֽ֣א־יִהְיֶ֥͏ֽה־לְךָ֛֩ אֱלֹהִ֥֨ים אֲחֵרִ֖֜ים עַל־פָּנָֽ͏ַ֗י

No tendrás otros dioses delante o ante mi cara 


En la traducción LBLA es:

No tendrás otros dioses delante de mí.

 

Luego en Mt.22.37-38 Yeshúa confirma la importancia de ese primer mandamiento, para enseñarnos que lo más importante para acercarnos a Él es no orarle como a un dios de piedra o madera.


Por otro lado en la mentalidad hebrea el concepto de oración, se define mejor por la palabra  (תפילה; tefilá, oración), que viene del verbo (להתפלל; lehitpalél, orar) y tiene la connotación de una reconciliación con Dios ya que no hay un solo justo en este mundo como lo establece Rom.3.10. Para que haya una reconciliación debe haber un juicio, de manera que la oración es como entrar a un juicio de reconciliación a sabiendas que somos culpables; por obras malas hechas a conciencia,  por olvidarnos de alguno de sus mandamientos, por una palabra ociosa que salió de nuestra boca,  o por un pensamiento en nuestra mente que no sea agradable a Él.


La única forma que seamos no culpables es que el mismo  Yeshúa nos haga nueva criatura, es decir un justo, alguien sin culpa., 2Cor.5.17.


La reconciliación con Dios significa recuperar  la amistad, el amor y el entendimiento con Dios y esto nos lo ofrece Mashiaj cuando nos hace justos mediante su korbán (cuerpo en sacrificio) en el madero. Esta reconciliación debe ser continua, por eso  2Cor.5.18-19 nos habla de un ministerio (servir) de la reconciliación,  lo cual es que,  el Mashiaj nos ha reconciliado consigo mismo pero nos toca a nosotros perseverar (servir) y exhibir que somos tzadikim (justos a los ojos de Dios). 


Note en Mt.6.6 que, cuando alguien entra a orar, la palabra dice “y tu Padre, que ve en lo secreto”, es decir que al orar Él  escudriña nuestros “corazones” mente,  como en un juicio


La Biblia nos enseña que podemos orar por muchas necesidades por ejemplo; cuando estamos angustiados 1.Sm.1.16, por paz en nuestros hogares y que con esa paz de Dios prosperemos Sal.122.6-7, por nuestra seguridad Sal.4.8, por los ataques de calumnia Sal.120.2-3, por los enemigos Mt.5.44, por salir de una situación peligrosa Mt.24.20, Dn.6.11, Num.11.2, para no entrar en tentación Mr.14.38, para tomar decisiones en las que solo Dios nos puede guiar Hch.1.24, para mantenerse perseverante Ef.6.18, para llevar la Palabra Ef.6.19, para dar gracias en todo 1 Tes.5.16-18,  por los hermanos 1 Tes.5.25, para que la Palabra se extienda 2Tes.3.1, por no caer en corrupción Heb.13.18, por los justificados que se han enfermado Stgo.5.15-17, por los justificado que puedan tener ataduras Hch 16:25-26.


CONCLUSIÓN


Respondiendo la pregunta:

¿Cuál es la oración eficaz del justo?


En primer lugar para que la oración sea eficaz tiene que venir de un justo, es decir de alguien que Yeshúa justificó, alguien que camina en base a la Torah (instrucciones) a quien le corresponde el ministerio de la reconciliación, es decir servir con perseverancia siendo Tamim, temeroso de Dios y apartado del mal  para llegar a ser un tzadik, un justo a los ojos de Hashem, es decir un practicante de la justicia (practicante de la Torah).


En segundo lugar la oración eficaz es aquella que hace que los “oídos de Hashem se acerquen para oír”, y produce el efecto esperado porque supimos hacerla correctamente, si es posible citando Su Palabra, teniendo en cuenta que estamos buscando la reconciliación con el Rey al cual debemos acercarnos de la forma adecuada, para que Él no nos vea como paganos, Mt.6.7-8 y en consecuencia no recibamos lo que pedimos como dice Stgo.4.3;  “no recibimos porque pedimos mal”


Note que cuando Ya’akov, Santiago, habla de la oración eficaz del justo en Stgo.5.16 inicia este capítulo hablando del comportamiento de los ricos (los poderosos) contra los justos (los justificados por Dios), luego exhorta a los justos a perseverar en la venida de Mashiaj y que no se juzguen entre sí, sino que perseveren como Job. Y continúa exhortándolos para que se mantengan exhibiendo la Fidelidad de Yeshúa y no pierdan su estatus de justificados. Después de esto pasa a hablar de la oración y muestra que se puede orar por algún sufrimiento, por agradecimiento, por enfermedad, pero observe que son los “justos”, aquellos que Hashem ha justificado y han exhibido Su Fidelidad quienes tienen la posibilidad de orar con eficacia.


La oración eficaz es la que reconcilia y el modelo de esa oración se puede encontrar en el libro de un justificado, Daniel, a partir de Dn.9.3 y  en otro justificado Nehemías 9.5. Observemos que el modelo de su oraciones tiene los siguientes componentes:

Primero se reconoce la grandeza y gloria de Hashem, en segundo lugar se reconoce la culpa del que ora, luego se pide perdón y se apela a la justicia de Hashem y finalmente se pasa a la petición que se tenga. Este es el mismo modelo que enseñó Yehoshua en Mt.6.9-13. 


Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. (Lo primero que nos dice es que el origen nuestro esta en el Cielo, no en este mundo y a continuación reconocemos su sacrificio y que nos aparta, santifica, aunque en el momento que Yeshúa da a conocer esta oración todavía no se había sacrificado por nosotros y debemos clamar por su pronta venida para que el cielo y la tierra sean uno, es decir que todo sea eterno y no corruptible. Este es el reconocimiento de la grandeza y gloria de Yeshúa en su plenitud como Elohim)


Danos hoy el pan (alimento) nuestro de cada día (No se refiere exactamente a alimento natural sino a que nos de Su Sabiduría a través del Ruaj Hakodesh para perseverar. Ver 1 Co 1:30; Col 2:2-3; Pr 2:6, 9:10  ) 


Y perdónanos nuestras deudas como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. (Nos reconocemos culpables, nuestras deudas son nuestros pecados contra Él, y apelamos en arrepentimiento a su justicia para que nos perdone como nosotros perdonamos a los que pecan contra nosotros) 


Y no nos metas en experiencia, mas líbranos del mal. (Esta porción quiere decir, que si hemos perseverado, nos arrepentimos pidiendo perdón y perdonamos a otros, podemos pedir que no nos someta a experiencias y nos libre del eseñoramiento del mal en nosotros)


Porque tuyo es el reino y él poder y la gloria para siempre jamás. (Este es el cierre de la oración, reconociendo que Él es nuestro Rey y nosotros su Pueblo)

Debemos comprender que la oración la iniciamos reconociendo que Yeshúa está en el Cielo como nuestro Sumo Sacerdote, y su sacrificio es el que nos santifica, no aparta del mundo. Y que deseamos que venga y que haga de este mundo lo que es la Eternidad. A continuación, le pedimos que nos ayude a perseverar hasta su venida y  nos declaramos culpables apelando a Su Justicia, porque nos hemos arrepentido y perdonado a los que nos hacen daño. Nuestra apelación es para; que no permita que entremos en experiencias y que el pecado continúe enseñoreándose en nosotros. Y finalmente reconocemos su Pacto con nosotros, Él nuestro Dios y nosotros su pueblo, Èl es el único que nos puede reconciliar con Él mismo.

Tome en cuenta que aunque la oración de un justificado (sin culpa) ya esta en en el Cielo antes de que pida, Mt.6.8 y que un “mensajero” puede ser enviado antes de que termine su oración, Dn.9.20-21, para Hashem no existe el tiempo terrenal y Él sabe cuándo debemos recibir lo que pedimos,  por tanto el responderá cuando se complete el tiempo que Él ha determinado para dar la respuesta que usted necesita, Rev.2.10.


Finalmente tenga en cuenta lo siguiente:

Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. 1 Pedro 312, Salmo 34.15.16

Y que:

El que hace oídos sordos a la instrucción (תּוֹרָה Torah), Su oración es una abominación.

Shalom


Publicar un comentario

0 Comentarios