El hablar en lenguas es un tema que divide a muchas congregaciones pues mientras unas sostienen que “hablar en lenguas” es una confirmación del bautismo del Ruaj Hakodesh otras dicen que tal cosa, no es una enseñanza bíblica.
La controversia se origina porque en la primera carta de Shaul a la congregación de Corinto, en capítulo 12, se enseña sobre la diversidad de dones que otorga él Ruaj Hakodesh y entre esos esta “el de géneros de lenguas” y la “interpretación de lenguas”, 1Cor.12.4-11 y en 1 Cor.12.28-30.
Los llamamos “dones espirituales”, traducidos de la palabra griega χάρισμα, charisma (carisma), lo que sugiere es que, el “don'' es un otorgamiento de la gracia de Dios, no es una habilidad natural que uno pueda desarrollar, como quedo evidenciado en la Fiesta de Shavuot (שבועות Fiesta de las Semanas), llamada en griego Pentecostés. Este evento marcó el derramamiento del Ruaj Hakodesh y algunas congregaciones asocian ese evento con el hablar en “lenguas”.
Las preguntas que surgen son:
¿Qué es el hablar en lenguas? y ¿tenemos que hablar en lenguas para que vean que tenemos el Ruaj Hakodesh?
Escudriñemos
Recordemos que Corinto era una ciudad estado donde llegaba a través de su golfo muchos barcos con todo tipo de personas, Corinto era una ciudad entregada a la idolatría principalmente a la diosa Afrodita, pero también esta ciudad era una vía para llegar al Oráculo de Delfos, que era un templo griego dedicado al dios Apolo al que la gente acudía para conocer el futuro por medio de una pitonisa (mujer que hace predicciones) esta, entrando en trance recibía de “algún espíritu” y comunicaba lo recibido en palabras que nadie entendía excepto un sacerdote que supuestamente interpretaba las predicciones.
Con este antecedente iniciemos por comprender lo que pasó primero, en el Sinaí. Ex.19.18 dice:
Y todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre el en fuego; el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia. El sonido de la trompeta aumentaba más y más; Moisés hablaba, y Dios le respondía con una voz.
La tradición asocia la presencia de Hashem en el Sinaí y la entrega de Su Torah con la Fiesta de Shavuot שבועות, porque ambas ocurren en fechas similares, pero además hay un detalle interesante y es que en el campamento del Sinaí no había sólo hebreos, sino que había con ellos gente de todas las naciones, Ex.12.38, lo que quiere decir que Hashem habló no solo en hebreo sino en todos los idiomas de las naciones de la tierra.
Lo que Hashem hizo en el Sinaí lo replicó en Shavuot en Jerusalén , Hch.2.1-3
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas (glossa) repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Debemos recordar que este evento esta ocurriendo unos cincuenta días después de la resurrección de Mashiaj, ya que Él estuvo después de su resurrección cuarenta días en la tierra Hch.1.3 y luego les dijo, Hch.1.8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Ruaj Hakodesh, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Con este pasaje debe notar que para ese entonces la tierra estaba llena de diferentes lenguas, es decir las naciones (lo último de la tierra) tienen sus propios lenguajes, pero los discípulos, que mayormente eran galileos, hablaban arameo y hebreo. Por tanto para ir a lo último de las naciones y ser testigos, tienen que hablar el idioma o lengua de esas naciones.
Aproximadamente una semana después de esas palabras de Mashiaj se celebraba la cita de שׁבעות; Shavuót (πεντηκοστή pentekosté en griego), habían pasado cincuenta días desde su resurrección y se cumplían dichas palabras, Hch.2.4
Todos fueron llenos del Ruaj Hakodesh y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Ruaj (el Poder de Dios) les daba habilidad para expresarse.
Claramente se observa que hablaron además de sus lenguajes, quince idiomas (lenguas) más, que ellos no conocían, como: la lengua de los Partos, el lenguaje de los medos y elamitas, el idioma de los habitantes de Mesopotamia, y de Capadocia, la lengua del Ponto y la de Asia, de Frigia y de Panfilia, el idioma de Egipto y el lenguaje de las regiones de Libia y alrededor de Cirene, el idioma de Roma, así como la lengua de los de la isla de Creta y el lenguaje árabe. Y los que los escuchaban decían: “les oímos hablar en nuestros idiomas de las maravillas de Dios”.
Con este impresionante evento se cumplio lo profetizado por יוֹאֵל Yo’él, Hashem es Dios, en Joel 2:28-32 y confirmado por Yeshúa antes de ascender al Cielo. Esta gran señal rindió un gran fruto en gente que conocía la Torah, pero no creía en Yeshua, como se ve en Hch.2.41-42.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados (inmersos en el Ruaj Hakodesh); y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Esta porción nos enseña que después de la señal del hablar en diferentes idiomas las “Buenas Nuevas de Yeshua” iniciaron su expansión hasta lo último de la tierra
Unos 20 años después de este impresionante evento Shaul esta en Éfeso y escribe la primera carta a los congregados en la ciudad de Corinto en respuesta a las situaciones que le habían informado los líderes de la asamblea entre las que estaba; la falta de consideración de unos hacia otros, muchos procuraban sus propios intereses sin importarles los demás y una de las cosas que más se destacaba era el celo por tener y exhibir el mejor “don” del Ruaj Hakodesh, el cual para ellos era el hablar en lenguas que la congregación no entendía.
Cuando Shaul escribe al respecto de este asunto inicia diciendo en 1Cor.12.1
En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que seáis ignorantes
Antes de entrar a la exhortación Shaul les recuerda que antes de llegar a la asamblea, ellos vivían en la ignorancia de las cosas del Ruaj Hakodesh, eran paganos guiados por el mal camino a los ídolos que no pueden hablar, e inmediatamente les dice:
Por tanto, les hago saber que nadie que hable por el Ruaj de הוהי llamará a Yeshúa HaMashiaj maldito, como tampoco nadie puede exclamar: ¡Que Yeshúa HaMashiaj es el Señor הוהי! sino por el Ruaj HaKodesh.
Con este pasaje se esta refiriendo a proferir sonidos en la congregación, que no se entienden como hacían las pitonisas, es decir palabras sin tener llenura de Ruaj Hakodesh con lo cual se puede estar maldiciendo a Yeshúa.
Después de esto pasó a enseñar lo que era la diversidad de dones, llamamientos y poderes que Dios manifestó a través del Ruaj Hakodesh en cada persona. Estos dones eran para algunos palabras de sabiduría, para otros palabras de conocimiento (ciencia), otros recibían dones de sanidad, otros de hacer milagros otros se convierten en profetas, a otros le da la habilidad necesaria para juzgar las mentes de las personas (discernimiento de espíritus), finalmente a otros les entrega la habilidad para hablar en diferentes lenguajes y otros la capacidad para interpretar dichos lenguajes. 1Cor.12.4-10.
Luego pasó a hacerles comprender que no deben despreciar al que tiene un “don” que consideran inferior al de otros, porque es el Ruaj Hakodesh en su potestad el que nos bautiza para ser de un solo “cuerpo” donde la cabeza es Mashiaj y cada parte de ese cuerpo tiene un don (habilidad) que es importante para el cuerpo. De manera que el ojo no le puede decir a la mano “no te necesito”. Con esto Shaul esta diciéndoles a los que se jactan de hablar en lenguas que no menosprecien a los que tienen otro don, de manera que no deben existir desacuerdos en la congregación porque todos son parte un solo cuerpo, el cuerpo de Mashiaj.
Después de esto Shaul le deja ver cual es el don que deben anhelar, 1 Cor.13.1
Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
Con esto él les se pone de ejemplo, dándoles a entender, que si él pudiera hablar todas las lenguas de la tierra y del cielo y no tuviera amor (a Dios en su corazón), todo lo que hablaría no tendría sentido, porque más importante que hablar muchos idiomas es conocer a Dios, que es amor, como enseña 1 Jn.4.7-8
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Y continúa poniéndose de ejemplo; al decir que puede que él tenga el don de profecía o todos los demás dones y puede que él tenga una fidelidad para mover montañas pero sino tiene a Dios (Amor), nada es.
Así continúa explicando lo que es Hashem (Amor), no el amor “eros” de los griegos 1 Cor.13.4-13. Note que Shaul dice que los dones se acabarán porque estos serán dados por un tiempo, 1 Cor.13.8-10 pero el Amor no tendrá fin. Esto se refiere a que cuando pasemos al Día Octavo ya no hacen falta estos dones.
Ya en el capítulo catorce Shaul aconseja a la congregación de Corinto a buscar del Ruaj Hakodesh pero especialmente el don de profecía más que el de lenguas, porque una persona que hable un idioma y no halla nadie en la asamblea que lo entienda estará hablando solo a Dios, que entiende todos los idiomas y no estará edificando a ningún hermano sino a sí mismo. Pero alguien en la asamblea que está profetizando les esta hablando a los hermanos, edificándolas, animándolas y consolándolas. Por eso les dice que desea que todos puedan hablar en diferentes lenguas para que se sientan bien con eso, pero para él, profetizar es un don superior al de lenguas.
Luego nuevamente se pone de ejemplo y dice en 1Cor.14.18-19
Doy gracias a Hashem nuestro Dios; que hablo en diversos idiomas más que todos ustedes; Pero en la congregación prefiero hablar cinco palabras con mi mente, para que a través de mi voz también enseñe a otros, que diez mil palabras en un idioma desconocido.
También les pide que maduren en la Torah y les cita Isaías 28.11,
Por hombres de lenguas extrañas y por labios de extraños hablaré a este pueblo, y ni aun así me escucharán, dice el Señor.
Con esto hacía referencia a la profecía de Isaías y la confirmación de Yeshúa que seremos testigos hasta lo último de la tierra, pero que a pesar de que se cumplirá esta profecía con la traducción de Su Palabra a diferentes lenguas no hebreas, muchos no escucharan. Y después de toda su exhortación les explica que el “don de lenguas”, es decir el tener la capacidad de hablar diferentes idiomas sin conocerlos es una señal que usa Hashem para los incrédulos. Queriendo decir que si alguien recibe ese “don” debe usarlo cuando en la congregación haya un extrangero incrédulo cuya lengua sea el idioma con el que se hablará. Esto fue lo que sucedió en Shavuot (Pentecostés) cuando los discípulos recibieron la llenura del Ruaj Hakodesh en forma de lenguas de fuego y hablaron en quince idiomas a incrédulos en Yeshúa.
Conclusión
Respondiendo las preguntas:
¿Qué es el hablar en lenguas?
Hablar en lenguas es la habilidad o capacidad que da el Ruaj Hakodesh a una persona para que sin conocer idiomas, pueda hablar diferentes lenguajes que no conoce para que sea usado como señal a los incrédulos que hayan asistido a la asamblea, y en el caso de que no haya una persona que entienda el idioma en que se habla, debe haber alguien que tenga el “don” de interpretación, para que toda la congregación comprenda de que se esta hablando, pero si no hay intérprete, entonces el que tiene el don de lenguas debe guardar silencio en la congregación. 1Cor.14.28.
¿Tenemos que hablar en lenguas para que vean que tenemos el Ruaj Hakodesh?
No, una persona cuando esta bautizada (inmersa, llena) por el Ruaj Hakodesh es alguien que renuncia a los ídolos, a la inmoralidad sexual y al homicidio y seguidamente inicia el conocimiento del Amor (Hashem) a través de su Torah (Sus Instrucciones).
El hablar en lenguas que no sean lenguajes que expresan las Maravillas de Hashem no es bíblico, para que sea bíblico tiene que cumplirse lo siguiente:
- Ser un idioma existente
- Tiene que estar dirigido a incrédulos
- Tiene que tener una traducción simultánea
Si no se cumplen estas condiciones la persona que tiene el don de lenguas debe callarse y si siente hablar en algún idioma, lo hará para él y para Dios.
El don de lenguas es para que un incrédulo reciba en su idioma; profecía, exhortación, consolación como ocurrió en Hch.2.37-38
Al oír esto, heridos en la conciencia, dijeron a Kefa y a los demás enviados: Varones hermanos, ¿qué haremos? Y Kefa les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Yeshúa HaMashiaj para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Ruaj Hakodesh.
El don de lenguas como se hace ver en algunas congregaciones de hoy no es el que habla la Biblia sino el que surgió en los años 1900’s en la vertiente del cristianismo llamada Pentecostal, que surgió en los Estados Unidos a principios del siglo XIX como una especie de avivamiento religioso, caracterizado, por la “glosolalia” o don de hablar en lenguas, pero no son idiomas como esta establecido, no son señal para los incrédulos, y no hay interpretación. Más bien se ha usado como en la congregación de Corinto para jactarse de ser mejor que otros en el cuerpo que es Yeshúa.
Pero hay que tener cuidado porque:
“nadie que hable por el Ruaj de הוהי llamará a Yeshúa HaMashiaj maldito”
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