El Plan de Redención


No es difícil comprender que desde la “fundación del mundo”, cuando el Adam (la humanidad) pecó y fue expulsado del Gan (Jardín) Edén (Delicia), Hashem estableció un Plan de Redención.


Un plan es un conjunto de acciones que pueden definirse a través de un diagrama o lista de pasos, con detalles de tiempo y recursos que irán desarrollándose, para lograr alcanzar algo. Mientras que redención significa “comprar de nuevo”. El término se aplica al pago para obtener la libertad de un esclavo o cautivo, o bien, para volver a comprar algo que se había vendido, empeñado o hipotecado.​

Con base en lo anterior, debemos entender el Plan de Redención de Hashem como una lista de fechas o tiempos en las que irán ocurriendo cosas para lograr que lo que se perdió del Gan Eden (La Jerusalén Celestial), es decir, la humanidad sea comprada y devuelta a donde pertenece.

Lo primero que Dios hace en Su Plan de Redención es definir como identificar los tiempos y esto lo muestra Gen.1.14,

Elohim dijo: “Que haya lumbreras en la expansión del cielo para separar el día de la noche; servirán de señales para los ( מ֣וֹעֲדִ֔ים moadim) tiempos señalados, los días y los años;

El versículo muestra que el Plan se desarrollará mediante, tiempos señalados por Él (citas, moadim). Es decir, Hashem está hablando de que el Plan tiene un calendario de cumplimiento con señales, fechas fijas y tiempos que no tienen fechas fijas.

Como la humanidad original se mezcló (Gen.6.1-2), es necesario comprender que el Plan de Redención es solamente para los que son de Él (Jn.10.14) y que aceptan Su Pacto (Gen.17.7-8), como los que aceptaron Su Pacto al ser puestos en escapatoria de Egipto (el mundo), es decir, a los herederos de Ya’akov y una multitud mixta de gentiles que siguieron las instrucciones (Torah) de Hashem (Éx.12.38). Ellos formaron juntos la primera congregación en el Sinaí, que acepto el Pacto (Éx.24.8). A ellos se les entregó el Plan, el cual fue sombra del que estamos viviendo hoy, todos los que somos salidos de los lomos de Abraham o de los que somos injertados.

Allí, en el Sinaí, por medio de Moshe (Moisés) la congregación del Pacto, recibió las instrucciones del plan, las cuales constan de tiempos señalados ( מ֣וֹעֲדִ֔ים moadim) para reunirse con Él (reuniones sagradas o mikra qodesh) como se ven en Lev.23.2

Habla a los ( בְּנֵ֤י יִשְׂרָאֵל֙ beney Yisael, herederos de Yisrael) y diles: Estos son Mis (מוֹעֲדֵ֣י moadey) tiempos fijos, los tiempos fijos de יהוה, los cuales proclamaréis como (מִקְרָאֵ֣י קֹ֑דֶשׁ mikra qodesh) ocasiones sagradas.

Y a continuación dice en Lev.23.3


En seis días se puede trabajar, pero en el séptimo día habrá un (שַׁבָּתוֹן) shabaton, (receso que no es sábado semanal), una (מִקְרָאֵ֣י קֹ֑דֶשׁ mikra qodesh) ocasión sagrada. No harás ningún trabajo; שַׁבָּ֥ת shabat, (sábado semanal) será de יהוה en todos vuestros asentamientos.

Si solo vemos la literalidad de este pasaje, diremos que Hashem está hablando de una semana normal, pero lo que está haciendo Nuestro Dios, en este pasaje, es definiendo la duración del Plan; una “Semana Profética” de siete días bíblicos para este mundo, que pueden ser miles de años, y hace una separación entre lo que es un שַׁבָּ֥ת shabat semanal (el sábado)  y un shabaton, que es una cesación diferente al shabat de la semana. 

Espiritualmente, nos está diciendo que los que han aceptado su Pacto deben seguir Su Plan y durante el desarrollo de este, estarán afanados, durante generaciones, en las cosas terrenales. El afán será un “tiempo bíblico” de “seis días” (miles de años), pero llegará un “séptimo día” bíblico en el que habrá un shabaton, es decir, una cesación que completa la “semana Profética” y pone fin al afán por lo terrenal. 

Es muy importante notar que además de darnos el tiempo que durará el Plan, es decir, una “Semana Profética”, también nos dice la importancia de comprender que la semana literal que vivimos día a día, es sombra de la Semana Profética como se observa al final de Lev.23.3 

No harás ningún trabajo; (שַׁבָּ֥ת shabat, cesación) sábado será de יהוה en todos vuestros asentamientos.

Con esta porción, debemos comprender que vivimos una sombra del Plan de Redención con una semana en la que día a día, nos afanamos hasta llegar al atardecer de cada viernes cuando a la caída del sol, ya es shabat (sombra del Shabaton final) y debemos acudir a una Mikra Qodesh (Reunión Sagrada) con nuestro Rey, quien nos convoca a esta cita, como dice Éx.31.13

Habla a los herederos de Israel y diles: No obstante, debéis guardar (שַׁבְּתֹתַ֖י) Mis shabat, porque esto es una señal entre Yo y vosotros a lo largo de los siglos , para que sepáis que Yo יהוה os he santificado (קָדַשׁ qadosh).

Entendido esto, pasemos a escudriñar el tema.

Recordemos que un plan puede definirse a través de un diagrama, por lo que vamos a desarrollar nuestro estudio a través de un diagrama que este de acuerdo con lo que se le dijo a la congregación en el Sinaí y que se puede leer en Lev.23.


El diagrama nos muestra el Plan de Redención, y la Semana Profética. Lo primero que debemos tener en mente es que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día (2Pedro 3.8). Otro detalle importante es el tiempo de duración del Plan, siete días.

El número siete,  bíblicamente nos expresa la plenitud de un tiempo terrenal en el que se llenará o cumplirá todo lo que Dios permitirá que ocurra en este mundo. Una cosa más que debemos comprender es que el Plan de Redención no es para toda la humanidad, es para los que aceptan el Pacto Divino que se resume en “Hashem es nuestro Rey y nosotros su Pueblo

Cada uno de los siete días de la Semana Profética, se corresponde con una cita donde ocurre algo solemne o a una fiesta donde además de que ocurre algo solemne, también hay una celebración. Cada cita o fiesta tiene su propio significado literal y espiritual. Y todo se cumple entre el mes primero y el mes séptimo, como vemos en el diagrama.

Sabemos que el Antiguo y Nuevo Testamento están interconectados, por lo que podemos relacionar cada cita de Hashem dada en el Antiguo Testamento con los eventos del Nuevo Testamento que estamos viviendo y que continuaran sucediendo hasta que el Plan de Redención llegue a la plenitud con la venida de Yeshúa. Por ejemplo, la muerte de un cordero en Egipto, el cual fue la señal para la salida de los herederos de Ya’acov y de los gentiles (Éx.12.38), es el simbolismo o la sombra de lo que ocurrió en el Nuevo Testamento con el Sacrificio de Yeshúa en la cruz.

En el diagrama vemos que el Plan de Redención inicia el “Día 1” de la Semana Profética con la primera cita del 14 del mes primero (Éx.12.1-7), fecha que corresponde al sacrificio del cordero en Egipto, el cual es llamado Pesaj (pasar por alto), y es sombra del Sacrificio de nuestro Mashiaj unos 1400 años después, cuando dijo “consumado es” (Jn.19.30), pasando por alto nuestros pecados. En ambos casos y con la misma fecha, se cumple el inicio del Plan de Redención. El significado de este primer día del Plan es el pago para ser rescatados del pecado e iniciar el regreso a las manos de quien pertenecemos.

El “Día 2” de la Semana Profética, corresponde  a la segunda cita, La Fiesta de Panes sin Levadura, en el  15 del mes primero. En ese día Hashem ordenó comer panes sin levadura por siete días. Observemos que el inicio esta cita/fiesta es el siguiente día después del sacrificio del cordero, cuando en el Antiguo Testamento el pueblo sale como una nación separada (santa) compuesta de herederos de Ya’akov y gentiles. En tanto que en Nuevo Testamento, al día siguiente del sacrificio de Mashiaj se inicia la formación de la congregación de los creyentes en Yeshúa. El significado de este segundo día del Plan es la formación de una congregación santa (apartada), es decir, la formación de los “panes sin levadura”.

El “Día 3” de la Semana Profética se corresponde con la cita de las Primicias, que aunque ocurre en el mes primero, no tiene una fecha fija, sino que depende del cumplimiento de las dos anteriores. En el Antiguo Testamento corresponde a llevar al sacerdote una primicia de lo mejor del campo sembrado (Lev.23.9-11), pero en el Nuevo Testamento, esa primicia es Mashiaj (1Cor.15.50) y nosotros el campo. El significado de este tercer día del Plan es la Resurrección de Mashiaj con un cuerpo incorruptible como primicia de los cuerpos que tendremos todos los que nos mantenemos en Su Fidelidad.

El “Día 4” de la Semana Profética corresponde a la Fiesta de Shavuot (semanas), esta cita no tiene una fecha fija y su inicio se da con el cumplimiento de la cita de Primicia. Literalmente es la fiesta de la cosecha de los cereales de los cuales se sacó una primicia. La cosecha o siega se iniciaba en el segundo mes y se podía prolongar hasta el inicio de la vendimia (cosecha de frutos) en el séptimo mes. Shavuot en el Antiguo Testamento está representado por los viajes de la congregación en el desierto, donde fueron separados de la congregación todos aquellos que fueron rebeldes a las instrucciones (Torah) de Hashem. Esto es sombra del tiempo que estamos viviendo.

La Fiesta de Shavuot, como su nombre lo dice “Fiesta de las Semanas” corresponde espiritualmente a un largo periodo de tiempos (siglos) donde, al igual que en el desierto, se están cosechando a todos aquellos creyentes fieles, “los verdaderos panes sin levadura”. 

Para nosotros Shavuot está ocurriendo desde la resurrección de Mashiaj y continuará hasta su venida, cuando ocurrirá la vendimia y las uvas (los pecadores) serán echados al lagar (Rev.19.14-20). El significado de este cuarto día del Plan es la separación del trigo (creyente fiel) de la cizaña (el impío y el apóstata, Mt.13.24-30). 

Antes de hablar del quinto día de la Semana Profética, debemos notar en el diagrama,  que con la quinta cita, el Plan de Redención entra en una fase final que la Biblia llama el "Día del Señor", como está profetizado en Joel 2.1-11, Mt.13.41, Mt.13.49, Mt.16.27. El significado del Día del Señor, es un tiempo de juicio, tanto para los que no siguieron la Fidelidad de Yeshúa en la congregación, como para los que no son de la congregación (los pecadores de las naciones).

El “Día 5” de la Semana Profética coincide con la quinta cita llamada, el Día de las Trompetas. En hebreo es Yom (día) Truah (sonido), pero este sonido puede ser de alarma para la guerra o de júbilo. Esto fue lo que ocurrió a la congregación del Antiguo Testamento en el Sinaí cuando escucharon y vieron la Majestuosa llegada de Hashem a la Montaña del Sinaí (Éx.19.16-20). 

Es muy importante tomar en cuenta que en el Sinaí a la congregación se les anunció que estuvieran preparados para la llegada de Hashem que será al “tercer día” a la vista de todos y que no subirían al “monte de Dios”, hasta que sé de un juicio en la congregación (Éx.19.12-13) y la trompeta suene un sonido largo (como un último sonido), (Éx.19.13) y la congregación sea “qadosh” (separada, santa) y ellos laven sus envoltorios (lo que los envuelve), (Éx.19.14). 

Debemos recordar que las trompetas son hechas para la convocación y salida de la congregación (Núm.10.2), y son también el anuncio de juicios (Rev.8.2), pero un juicio que tiene que ver con los “santos” (Rev.8.3-5), por tanto, es necesario comprender que entre el Yom Truah (trompeta o sonido del anuncio) y la llegada de Mashiaj  ocurrirán las siete trompetas que menciona revelaciones y que representan juicios sobre los siete tipos de comportamientos de las iglesias del mundo (Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Laodicea y Filadelfia). El significado de este quinto día del Plan es el anuncio de la venida de Yeshúa y el anunció de juicios sobre la congregación.

El “Dia 6” de la Semana Profética corresponde a sexta cita, que es el llamado Día del Perdón, que en hebreo es Yom (día) Hakipurim (expiaciones, quitar lo que te cubre, descubrir) (Lev.23.26-32). Esta cita está unida al anuncio de la llegada de Hashem y ocurrirá 10  días (bíblicos), después del anuncio. El número 10 significa una totalidad de tiempo en la cual la congregación debe renunciar por sí misma a los deseos terrenales y esperar al Mashiaj (El Ungido) o se someterá a los juicios de las trompetas.

Esta sexta cita está relacionada con la sexta trompeta (Rev.9.13), pero tengamos en cuenta que aun con los juicios que traen los sonidos de las trompetas no hubo arrepentimiento ni dejaron de adorar ídolos (Rev.9.20-21), porque se levantaran falsos Mashiaj y falsos profetas y muchos se dejaran engañar y tropezaran (Mt.24.3-31).  El significado de este sexto día del Plan es la finalización del juicio para la congregación (1 Pedro 4.16-18), donde serán separados el trigo de la cizaña (Mt.13.37-43), los peces buenos de los peces malos (Mt.13.47-50) y las ovejas de los cabritos (Mt.25.31-33).

El “Día 7” de la Semana Profética coincide con la séptima cita llamada la Fiesta de los Tabernáculos, que en hebreo es Jag (fiesta)  haSucot (las cabañas temporales). Debemos recordar que entre el anuncio de la llegada de Hashem y Su llegada final pasan “tres días” y que al tercer día la congregación debía estar qadosh (separada) y con envolturas lavadas. La Fiesta de Sucot es el “tercer día” desde el Yom Truah (trompeta o sonido del anuncio).

Esta es la última cita terrenal, en esta suena la séptima trompeta, la final trompeta (Rev.11.15) y llega Mashiaj a la tierra y todo ojo lo verá (Rev.1.7). A este tiempo, los de la congregación que han quedado como un remanente tienen un cuerpo incorruptible, semejante al de la Primicia (Mashiaj), (1Tes.4.13-18), (1Cor.15.51-53). Este remanente ya no tendrán afán, pues es Shabaton y cesan para ellos todo trabajo terrenal, y reciben autoridad para juzgar (Rev.20.4).

A partir de la Fiesta de Sucot, la cual podríamos llamar la Fiesta del los Cuerpos Incorruptibles, se inicia un periodo de juicio para las naciones. En ese tiempo, Yeshúa y el remanente regirán las naciones, que han quedado con vara de hierro (la Torah), (salmos 2.8-10), Rev.(2.27). Este periodo es el que la Biblia llama el Milenio (Rev.20.1-6.) y en él será apresado por un tiempo, Satanás y no existirá la bestia (sistema de leyes de hombre).

Este último día de la Semana Profética, se compone de siete días, es decir, un periodo pleno, en el cual se desarrollan los juicios para los que no son de la congregación, es decir, para los pecadores que nunca reconocieron a Yeshúa/Hashem como su único Dios (Isaías 13.9), (Jn.9.31) y para aquellos que estando en la congregación eran impíos, difamadores de la Palabra (Salmos 1.1) y apóstatas, que se apartan de la Palabra y seducen a otros a apartarse a “izquierda o a derecha” (Dan.11.32), (1.Tim 4.1-3).

En ese último periodo de tiempo de la Semana Profética, se les dará autoridad a los siete ángeles que tienen las siete copas de la ira de Dios (Rev.16.1) para ejecutar los juicios sobre las naciones de pecadores, impíos y apóstatas, como lo describe Isaías 24.1-23 y Rev.16.1-21. 

Antes de que finalice la Semana Profética y llegue a su plenitud el Plan, Satanás será soltado de su prisión y volverá a influir sobre las naciones, provocando lo que se ha llamado en la Biblia la guerra de Gog y Magog (Rev.20.7-19). Después de este evento y cerrando la Fiesta de Sucot, es decir, el Shabaton de la Semana Profética o el Milenio, ocurrirá la segunda resurrección (Rev.20.11-13) que será para esos resucitados, confusión y vergüenza. (Dan.12.2-3). También serán condenados en juicio, la Muerte y el Hades (Rev.20.14).

Este último día de la Semana Profética muestra un Shabaton, pero solo para los del remanente que se mantuvieron en la Fidelidad de Yeshúa. Estos son los que verán nuevos cielos y nueva tierra, como lo profetizo Isaías 65.17 y lo confirmó 2 Pedro 3.12-14. Este día significa el fin de la Semana Profética o el fin de este mundo. Después del Shabaton de la Semana Profética, todo lo terrenal deja de existir (2 Pedro 3.7), (2 Pedro 3.10) y pasaremos a una cita que no es terrenal.

La cita del Día Octavo, dicha cita es anunciada en Lev.23.36 como una continuidad de la Fiesta de Sucot, porque terminando el Shabaton (Milenio) de la Semana Profética, todo lo material deja de existir y solo queda, lo que es inconmovible (Hechos 12.26-29). También es anunciada en Isaías 42.9, Rev.19.6-7 y se cumplirá en Rev.21.5.

El Día Octavo es una cita que no está incluida en la Semana Profética porque no es de la tierra, sino del Cielo, es decir que esta cita se celebrará entre Yeshúa y el remanente que persevero para alcanzar sus vestiduras blancas (cuerpos incorruptibles) como fue ordenado a Moshe en Éx.19.14 y se cumplirá en el último capítulo de la Biblia en Rev. 22.14.

Bienaventurados los que cumplen sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad.

En esta cita todo será nuevo y se cumplirá el Pacto Divino y la Promesa hecha desde Adán (Rev.21.1-6) y finalmente veremos el Rostro de Yeshúa/Hashem (n.3.2) (Rev.22.1-5). Este Día Octavo significa el fin del Plan de Redención.

Conclusión

El Plan de Redención se anunció en el Antiguo Testamento y era sombra del Plan de Redención que se está cumpliendo y que dio inicio a la Semana Profética con el día 1, sacrificio de Yeshúa cuando dijo:"cosnumado es" (Jn.19.30), día 2, la creación de la congregación (panes sin levadura), día 3, la Resurrección de Mashiaj, día 4, el inicio de la Fiesta de las Semanas que estamos viviendo en donde se está separando el trigo de la cizaña. 

Solo nos queda entrar al “Día del Señor”, los tres últimos días de la Semana Profética, y esperar el día 5 de la Semana Profética, que corresponde al primer día del “Día del Señor”, cuando se hará el anuncio de Su llegada, lo cual será para unos un sonido de alarma y temor y para otros será un sonido de gran júbilo. Es entonces que la congregación entrará en sus juicios de acuerdo a los siete comportamientos que están presentando las iglesias en el mundo (Rev.2,3).

Luego de los juicios a la congregación, las siete trompetas, entraremos al segundo día del “Día del Señor”, que corresponde al día 6 de la Semana Profética, y es donde saldrá un remanente de la congregación. 

Una vez el remanente esté preparado, sonará la Final Trompeta, se dará inicio a la Primera Resurrección, los que han “dormido en la Torah” y el Testimonio y en un abrir y cerrar de ojos los vivos en la Torah y Mashiaj seremos transformados a un cuerpo incorruptible.

Así se entrará al séptimo y último día de la Semana Profética, que corresponde al tercer y último día del “Día del Señor”, que será la Fiesta de los cuerpos Incorruptibles, con los cuales toda la congregación, desde Adán, pasando por Abel y Abraham hasta nosotros estaremos con nuestro Mashiaj.

El Séptimo Día de la Semana Profética también corresponde al periodo llamado el Milenio y comprende una plenitud de tiempo (siete días bíblicos) en los cuales se hará juicio sobre las naciones pecadoras, así como también sobre los impíos y apostatas.

Finalizado el tiempo de plenitud de la Fiesta de Sucot, el periodo del milenio, la Semana Profetica terminara en la tierra cuando Yeshúa diga "He aqui Yo hago nuevas todas las cosas" (Rev.21.5) y finalmente Él dirá "Hecho está" (Rev.21.6).

El Plan de Redención continuará cuando el cielo que hoy vemos, desaparezca como un pergamino y todo lo terrenal será removido (Rev.6.14). La Jerusalén celestial abrirá sus puertas y entrarán en ella desde Adán hasta Abraham, así como el remanente salido de los lomos de Abraham, y todos aquellos que hemps sido injertados en cualquiera de las doce tribus como Caleb.

La entrada a la Jerusalén celestial será en el mismo orden, como fueron ordenados los campamentos de la congregación en el Sinaí (Núm.2.1-31), el remanente entrará según la tribu a la que pertenezca (Rev.21.13).

La clave de estar apercibidos en el Plan de redención es guardar (shomer) el Shabat semanal, porque es señal del Pacto y sombra de lo que será el Shabaton de la Semana Profética, como nos enseña, Isaías 58.13-14

Si retraes del Shabat tu pie, de hacer (חֵפֶץ jefetz) lo que te gusta, en el día de Mi Santidad; y llamarás al Shabat (עֹנֶג oneg) delicia, santo para Adonay, respetado; y le das el peso, no andando en tus propios caminos buscando (חֵפֶץ jefetz) lo que te gusta ni hablando tus propias palabras, entonces te (עֹנֶג oneg) deleitaras en Hashem y Yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra y te haré comer de la herencia de Ya’akov tu padre, pues la boca de Hashem ha hablado.

Shalom


Publicar un comentario

0 Comentarios