Muchos de nosotros hemos escuchado y leído el pasaje de Deu.11.14
Él dará a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite.
Pero muchos no vemos la relación espiritual y profética del significado de este versículo. Por lo que nos preguntamos: ¿Qué es la lluvia temprana y la lluvia tardía?
Escudriñemos
En un principio, cuando la Palabra de Dios fue entregada, a Moisés para llevarla al pueblo escogido, este, al igual que las demás naciones, eran gente cuyas vidas se desarrollaban alrededor de la agricultura.
Para aquellos pueblos, lo terrenal era lo importante para subsistir y sin siembras no había cosechas, por lo que todo giraba en torno a la actividad agrícola, para lo cual era fundamental la lluvia del cielo, porque sin ella no se tendría tierra fértil y, por tanto, no habría espigas para segar ni frutos para cosechar.
Por lo anterior, Hashem empleó en Su Palabra términos y simbología afines a la actividad agrícola, como lo son las lluvias, las siembras, la tierra fértil, la tierra seca, las espigas, las siegas, los granos, las cosechas, la hierva, los árboles, los frutos, etc.
Con esta simbología, el Eterno hizo una maravillosa relación entre los elementos que componen el ciclo agrícola y la profecía bíblica, dándonos un significado espiritual que en aquellos tiempos se entendía, pero que para nosotros hoy en una sociedad tecnificada y desapegada del campo es muy difícil comprender.
Para la gente del tiempo de Abraham o aun en el tiempo de Mashiaj era claro que Hashem había dejado las lumbreras para que les sirvieran de señales (Gn.1.14), las cuales debían seguir para saber; las estaciones lluviosa y seca; la siega, el verano y la cosecha. De allí que ellos tenían la costumbre de discernir las señales del tiempo (Mt.16.2-3), que componían el antiguo ciclo agrícola. Esto llevo a la conformación del calendario hebreo en el Israel de la Biblia.
El calendario agrícola del Israel bíblico estaba compuesto por dos estaciones:
- Estación lluviosa
- Estación seca
Esto es confirmado en Salmos 74:17, que dice:
Tú has establecido todas las fronteras de la tierra, verano e invierno, Tú has hecho.
Debemos comprender que cuando la Biblia se refiere al invierno, está indicando que se trata de la estación lluviosa, mientras que cuando habla de verano, se refiere a la estación seca, también conocida como tiempo de la siega, como se puede ver en Prov.20.4
En invierno (estación lluviosa) el perezoso no ara; A la hora de la siega (estación seca) busca y no encuentra nada
La estación lluviosa estaba dividida en tres eventos naturales:
- Lluvias Tempranas
- Lluvias Torrenciales
- Lluvias Tardías
Lluvias Tempranas
Era cuando la estación lluviosa comenzaba, entre los meses de septiembre y octubre con unas ligeras lluvias que se encargaban de aflojar la tierra seca y solo duraban unos pocos días, pero era lo suficiente para que la tierra, endurecida y agrietada por la estación seca se aflojara para comenzar a ser sembrada.
Lluvias Torrenciales
Llegaban en los meses de noviembre y diciembre y no solo regaban los campos ya sembrados, volviéndolos fértiles, sino que también llenaban los depósitos de agua para todo el año.
Lluvias Tardías
Aparecían en enero y febrero y a veces se extendían hasta el inicio de la primavera, en marzo. Con ellas se terminaba lo que es la estación lluviosa y servían para completar la maduración de las espigas de los cereales (trigo, cebada, etc.). Estas lluvias eran ligeras y se alternaban con días de sol.
Todos sabemos que la lluvia trae vida a los seres de la tierra, por eso Hashem la uso para enseñar al antiguo Israel mostrándoles, que por buena que fuera la tierra, si no hay lluvia la tierra se seca, se pone dura y nada puede sembrarse en ella para que produzca, pero al caerle la lluvia se ablanda y vuelve a ser fértil para ser sembrada.
La enseñanza es que; así como es la tierra sin lluvia, así es el corazón del hombre, el cual por mucho que diga ser bueno, sin la Palabra de Dios se seca, se pone duro y no puede producir buenos frutos. Solo la lluvia, es decir, la Palabra de Hashem es la que produce vida en el hombre, como dice Isaías 55.10-11,
Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo,y logrado el propósito para el cual la envié.
Las lluvias tempranas con las que comenzaba el ciclo agrícola aflojaban la tierra seca, preparándola para ser sembrada, este evento natural es usado como símbolo de la Palabra de Dios, entregada a Moisés en el Sinaí, con lo cual se empezó a aflojar los corazones (mentes) de aquellos llamados a ser Nación Santa. La Torah igual que las lluvias tempranas, inician la transformación del corazón de piedra de muchos que la recibían y dejaban la sequedad, como nos enseña Ez.36.25-26
Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Hoy día toda la tierra es mojada por la lluvia temprana, como nos enseña Deu.32.2.
Goteará cual lluvia mi enseñanza, fluirá cual rocío mi dicho; cual llovizna sobre el césped y cual lluvia sobre la hierba.
Note que la lluvia temprana, la Torah, gotea sobre el césped y la hierba, pero para que las semillas de estas crezcan tienen que estar plantadas en tierra que retenga esta primera lluvia, así también, solo los creyentes que retienen la Torah son los que crecerán, como nos enseña Mt.13.23,
Más el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
En la estación seca, la tierra de Israel se endurecía y se agrietaba (Jer.14.4), pero literalmente volvía a la vida ante los asombrados ojos de los hombres con las lluvias tempranas. Eran la más milagrosa y amorosa manifestación Divina de aquellos días y el pueblo no la consideraba algo vano, sino que eran vida, como vemos en Hech.7.38
Este es (Moisés) el que estaba en la congregación en el desierto, junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras de vida para transmitirlas a vosotros
A continuación de las lluvias tempranas, las lluvias se iban incrementando y así llegaban las lluvias torrenciales, que regaban con abundancia los campos sembrados, y llenaban los depósitos de agua para todo el año. Este incremento de las lluvias es símbolo de cómo la Palabra de Dios creció, por medio de los profetas, desde Moisés a Malaquías, anunciando la venida de Mashiaj como símbolo las lluvias torrenciales, como esta escrito en Isa.9.6,
Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y el gobierno reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Tanto era la espera por esta “lluvia torrencial”, que cuando se presentó Juan el Bautista, los conocedores de la Torah se preguntaban si él era el Mashiaj, es decir, la lluvia torrencial que esperaban (Jn.19.21). Esta espera también es manifestada en pasajes como; Mt.16.16, Mt.26.63, Luc.4.41, entre otros.
Las lluvias torrenciales eran las que permitían el crecimiento de las “plantitas” que habían sido sembradas durante la lluvia temprana. Así mismo, la venida de Yehoshúa desde el Cielo trajo, con Su testimonio y la Gracia, el crecimiento de lo que había germinado con la lluvia temprana, como nos enseña Jn.1.17
Porque la Torah fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Yeshúa HaMashiaj
Las lluvias torrenciales son las Palabras (Testimonio, Evangelio) de Yeshúa HaMahiaj que dan vida eterna a través de Su presencia hecha semejanza de hombre, como nos enseña Jn.6.68
Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Las lluvias torrenciales no solo regaban los campos ya sembrados dándoles vida y fertilidad, sino que también llenaban los depósitos de agua para todo el año. Las Palabras de Mashiaj son el agua viva que llena los corazones de Sus escogidos que le obedecen y hacen su voluntad.
Pero las lluvias torrenciales también terminaban. Así también Mashiaj se tenia que ir, como nos muestra Jn.7.33
Entonces Yeshúa dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió.
El pasaje es claro, la “lluvia torrencial” estaba por terminar, por lo cual Él hizo un anuncio en Jn.7.37
Y en el último día, el gran día de la fiesta (Fiesta de Sukkot), Yeshúa puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba
Notemos que este llamado Yeshúa lo está haciendo en la Fiesta de Sukkot, pero más interesante es que lo está haciendo en el último día, el día siete y después de eso se celebraba el Día Octavo, solo con los que son de Hashem. Yeshúa esta haciendo un un llamado en voz alta a beber de la "lluvia torrencial", porque estaba allí frente a todos ellos. Y continúa diciendo en Jn.7.34
Quien quiera que deposite su confianza en mí, como dicen las Escrituras, ríos de agua viva fluirán de su más profundo interior.
Este versículo enseña que aquel que se mantenga en la fidelidad de Hashem, es decir, todas las Palabras de la Biblia, estará dentro de las Promesas y el Pacto Divino, por tanto, tendrá vida eterna.
Yeshúa HaMashiaj estaba anunciando que regresaría al Cielo, pero recordemos que Él, siendo la Palabra, no regresaría vacío, así que no solo anunció el cese de la lluvia torrencial, sino también el inicio de las lluvias tardías.
Recordemos que las lluvias tardías servían para completar la maduración de los granos de trigo y cebada, entre otros. Sin las lluvias tardías, las cosechas simplemente no maduraban, pues su alternancia con el sol permitía que el grano alcanzara su nivel óptimo para el consumo.
Esta lluvia tardía es la que anuncia Mashiaj en Jn.7.39, después que anuncia su regreso al Cielo (Jn.7.33) y después que llama el último día de Sukkot (Jn.7.33) a los que entrarán al Día Octavo. Y esa lluvia tardía es el Ruaj HaQodesh, como nos enseña Jn.7.38,
Pero Él decía esto del Ruaj HaQodesh, que los que habían creído en Él (exhibido Su fidelidad), habían de recibir; porque el Ruaj Haqodesh no había sido dado todavía, pues Yeshúa aún no había sido glorificado.
Las lluvias tardías representan el descenso desde el Cielo del Ruaj HaQodesh, El Poder de la Santidad sobre las mentes de su pueblo. Esta lluvia tardía se inició hace más de dos mil años durante la fiesta de Shavuot (Hech.2.1-4), la Fiesta de las Semanas, también llamada la Fiesta de la Siega (Éx.34.22).
Shavuot es la fiesta de la cosecha del trigo, por lo que debemos comprender que si en lo natural la lluvia tardía completaba la maduración del trigo para su Siega, así el Ruaj Haqodesh nos ayuda a la “maduración” (transformación) de nuestras mentes para ser “cosechados”.
Conclusión
Respondiendo la pregunta: ¿Qué es la lluvia temprana y la lluvia tardía?
La lluvia (agua) en la Biblia representa la Palabra de Dios, que es mostrada a Su Pueblo en tres representaciones; Lluvia temprana, que representa la Torah, la lluvia tardía que es el Ruaj HaQodesh, pero la primera venida de Mashiaj representa las lluvias torrenciales.
Podemos concluir que Hashem uso el conocimiento agrícola en el antiguo Israel para mostrarnos su Plan de Redención, aplicando la simbología de las lluvias, para mostrar que Su Palabra viene del Cielo para darnos vida eterna. Y está dividida en tres eventos espirituales que tienen que ver con la estación lluviosa, que permite: sembrar, germinar y madurar, tres eventos que mezclan lo natural y lo espiritual, como se ve aquí:
- La entrega de la Torah en el Sinaí ------------Las lluvias tempranas
- La Primera venida de Mashiaj ------------------Las lluvias torrenciales
- El Derramamiento del Ruaj HaQodesh -------Las lluvias tardías
Esto es a lo que se refiere Isa.44.3
Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes
Shalom
0 Comentarios