En un estudio anterior titulado: El Juicio de los Primeros Humanos encontramos que Hashem inicio un interrogatorio para que el ‘adam (la humanidad) se diera cuenta de lo que había hecho.
Aprendimos que los humanos fueron seducidos para ser sacados de la cobertura de Dios y poder ser enseñados en conocimientos que les produjeron: cambios en su naturaleza, así como sentimientos de vergüenza, miedo y eventualmente la muerte, como estaba escrito “morir morirás”.
Ese juicio fue para que los humanos se dieran cuenta del error que habían cometido y cómo fueron engañados por un autor material y un autor intelectual del engaño y la mentira.
En este escrito abordaremos el juicio del autor material que participo en el quebrantamiento de la instrucción de Hashem.
Escudriñemos
Antes de desarrollar el estudio debemos comprender ¿qué es un autor material de un delito?. El autor material es aquel personaje que perpetra efectivamente una acción en contra de la ley. En este caso, el autor material de la transgresión de la instrucción de Dios, es alguien que con la ejecución de los actos, concreta el ataque a la Torah dada por Dios.
Sabemos que después de lo ocurrido fuera del Gan Eden, los humanos representados en el ish (varón, hombre, marido) y en la isha (mujer, esposa, hembra), fueron llamados por Hashem a un interrogatorio (Gen.3.9-13) y después de hacer una última pregunta a la mujer, esta acusa al najash como el autor material que provoco el rompimiento de la instrucción.
Así que terminado el interrogatorio del ish y la isha en Gen.3.13, vemos en Gen.3.14, lo siguiente:
וַיֹּ֩אמֶר֩ יְהֹוָ֨ה אֱלֹהִ֥ים ׀ אֶֽל־הַנָּחָשׁ֮ כִּ֣י עָשִׂ֣יתָ זֹּאת֒ אָר֤וּר אַתָּה֙ מִכׇּל־הַבְּהֵמָ֔ה וּמִכֹּ֖ל חַיַּ֣ת הַשָּׂדֶ֑ה עַל־גְּחֹנְךָ֣ תֵלֵ֔ךְ וְעָפָ֥ר תֹּאכַ֖ל כׇּל־יְמֵ֥י חַיֶּֽיךָ׃׃
Y dijo Adonai Elohim al najash: Porque has hecho esto, maldecido serás de entre todos los behema y entre todas los jayat del campo. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida.
En la mayoría de nuestras traducciones bíblicas, el pasaje de Gen.3.14 dice:
Y el Señor Dios dijo a la serpiente (najash): Por cuanto has hecho esto, maldita serás más que todos los animales (behema), y más que todas las bestias del campo (jayat); sobre tu vientre andarás, y polvo comerás
Para entrar a escudriñar este pasaje, primero debemos recordar que el najash era un ser de la especie jayat (bestia del campo) como lo enseña Gen.3.1, también debemos recordar que era el más astuto de ellos y que esté en particular era un ser masculino, erguido, puede ser que era parecido a un humano, pero sin tzlem (resplandor de Dios o imagen de Dios) para mayor información leer ¿Quién es la Serpiente?
Otro detalle importante es, que con la especie jayat coexistían las especies behema (animales cuadrúpedos como ganado) y remesh (animales que se arrastran).
El juicio al najash fue corto y está representado en un solo versículo, el cual en sí mismo es la condena al najash al decirle Hashem: "Por cuanto has hecho esto".
Note que Hashem no interroga, sino que afirma lo que hizo el najash y note también, que el najash no abre su boca para defenderse. La razón es simple, el najash es un animal salvaje que no tiene raciocinio para estructurar ideas y expresarlas a través del habla, a menos que un ser divino le ponga palabras en su boca, pero no serían palabras de él, sino las del ser divino.
Siendo Hashem un Dios justo, no lo trata como humano al que debe interrogar para que razone sobre lo que ha hecho, Él lo trata como lo que es, un animal salvaje y le aplica una condena inmediata, por lo que ha hecho, como lo haríamos nosotros con cualquier animal doméstico.
La condena no es matarlo o transformarlo en otro animal, sino degradarlo de la astucia con la que superaba a los seres de su especie (jayat) y de las otras especies (behema y remesh), haciéndolo inferior en astucia a los de su especie y entre los behema y reduciendo su “astucia” a la que tienen los remesh, seres que se arrastran.
Observemos que Adonai dice.”maldecido serás”, en hebreo dice: “אָר֤וּר אַתָּה֙, arur ata”, lo que en el contexto hebreo se puede traducir “desarraigado tú”, es decir, el najash fue inmediatamente desarraigado del amor de Hashem, por lo que aquel que era casi como un ‘adam, se le redujo su “astucia” para no adquirir habilidades y su mente fue haciéndose como la de un “remesh” algo que se arrastra.
Cuando Hashem condena al najash a comer עָפָר ‘afar, palabra que en hebreo significa polvo, no es que coma literalmente polvo, no hay animal que se alimente de polvo, porque el polvo no da vida (eterna). Pero ‘afar, también expresa algo que no tiene valor, como cuando el becerro, que era de oro (Deu.9.21), fue desmenuzado perdiendo su valor y quedando como “afar”, polvo. El becerro de oro fue desmenuzado para dejar de ser oro, convertirse en polvo y ser "echado al arroyo que bajaba del monte", como diciendo que bajaba o se desarraigaba del monte de Dios.
Esto nos da a entender que el arrastrarse sobre su vientre y comer polvo es como quitar el valor o preponderancia que tenía el najash de ser el más astuto entre todos los animales del campo que Hashem Elohim había hecho. En otras palabras, Hashem le estaba quitando la capacidad "comer", en el sentido de aprender, es decir, se le quitó la capacidad de ser el animal más astuto entre los demás animales. En otras palabras, fue condenado a no desarrollar más habilidades durante el resto de su existencia.
Conclusión
El najash como todos los seres vivientes era bueno. Pero el Adversario “anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar” (1Ped.5.8), y encontró al najash sin cobertura de Hashem y con las habilidades necesarias para influenciar a los humanos y lo utilizo para originar a través de ellos un desorden en la creación de Dios.
Para el najash no hubo un interrogatorio porque este era un animal como lo era la burra de Balam que hablo, solo porque emitió las palabras, que el mensajero de Hashem, quería decirle a Balam.
El najash era como cualquier otro animal, como por ejemplo un perro o un chimpancé, al que se le entrena para que adquiera habilidades de hacer daño, y el Señor en Su justicia hace lo que se debe hacer con un animal así, Él le crea las condiciones para que no vuelva a hacer daño.
Notemos que Hashem no lo mato, ni lo transformo en otro animal, porque eso sería, como que Él se arrepintiera del “ser” que hizo, el cual era bueno como todo lo que organizo en la creación.
Lo que es posible que ocurriera es que Hashem aparto su rostro del najash y lo desarraigo de Él, es decir, "bajo de su monte". Con esta condena el najash, iría perdiendo la astucia que poseía. Su vida se iría extinguiendo, como la de un remesh, es decir, un animal que se arrastra sin adquirir habilidades.
Shalom
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