En el verso final del capítulo 4, de la carta a los gálatas, el apóstol Shaul dice:
no somos hijos de la esclava, sino de la libre
Esto nos provoca la pregunta: ¿Quién es esa madre libre?
Escudriñemos
Para comprender mejor lo que escribe Shaul en este pasaje de Gál.4.31, debemos notar que desde los primeros capítulos de esta carta, él dejó claro, que solo hay una Buena Nueva, y que el que enseñe algo diferente, sea “anatema”, además establece, que judíos y gentiles son justificados por la fidelidad, es decir, por Mashiaj, no por obras de una ley, por eso, en el capítulo tres, hizo una fuerte advertencia: “todos los que son de las obras de ley están desarraigados de la Promesa, es decir, de heredar la vida eterna”. Shaul llega al capítulo cuatro y hace uso de una alegoría para explicar que en la congregación de los gálatas hay dos grupos de creyentes; unos que se ha dejado engañar con otra Buena Nueva, basada en obras de ley, y otros que se mantienen en la fidelidad de Mashiaj.
Una “alegoría”, es una creación literaria, mediante la cual, se busca representar una idea por medio de símbolos, en este caso, “dos mujeres”, y con estos símbolos de mujeres, se pretende dar una imagen a algo que se quiere enseñar, para que se pueda entender mejor.
La alegoría que usa Shaul, son dos mujeres, representadas por Agar y Sarah, que vivían ambas bajo una misma cobertura, la de Abraham, pero eran muy diferentes; Agar era esclava y Sarah era libre y estéril. Ambas tuvieron hijos, la esclava, por deseos terrenales de sus amos, y la libre y estéril, por una promesa inmutable de Dios.
Con esta alegoría, Shaul quiere explicar que la congregación gálata, está compuesta de hijos de la esclava e hijos de la libre, donde los hijos de la esclava son creyentes, a los cuales, los líderes les enseñan, que Dios les cumplirá sus deseos carnales y les dará la salvación por obras de ley de hombres. En cambio, los hijos de la libre son los creyentes que llegan a la congregación milagrosamente, es decir, traídos por la promesa inmutable de Dios,
Por eso Pablo aclara en Gál.4.24-26.
Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos pactos; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar, y corresponde a la Jerusalén actual, que es esclava, y lo mismo sus hijos. Pero la Jerusalén de arriba es libre; esa es nuestra madre.
En este pasaje, Shaul aclara que su alegoría trata de dos mujeres, que en realidad son dos grupos de creyentes que representan dos pactos. Para comprender lo que él dice; debemos recordar que solo hay un Pacto Eterno: “Yo seré su Dios y ustedes, mi Pueblo”.
Shaul revela que los falsos líderes enseñaban que en el Sinaí, Dios le entregó a Moisés, una torah escrita y una oral a la cual llamaron; la tradición de los ancianos y que esa tradición explicaba, que el pacto para ser pueblo de Dios, era circuncidarse y seguir la halajah.
Pero la verdad es que; lo que se entregó en el Sinaí fue la torah escrita, como testimonio del Pacto Eterno dado a Abraham 430 años antes, por eso les dice que el monte Sinaí, que es algo terrenal, es madre de los esclavos, o sea de los que aceptan la enseñanza de otro pacto, uno basado en obras terrenales.
Pero además agrega que aquellos que aceptan ese falso pacto se hacen semejantes a la “Jerusalén actual”. Él se está refiriendo, a la Jerusalén de su tiempo, la cual, era sometida por los rabinos que enseñaban del Dios único, pero negaban que en la torah se prometía la salvación, por medio de su venida como siervo sufriente, si no que, los esclavizaban a que la salvación es por las obras que ellos enseñaban.
Esto aplica también a la “Jerusalén actual”, la de hoy, que no es solo la ciudad vieja de Israel, sino que es un simbolismo de todas las congregaciones del mundo, que creen en la existencia de Dios, pero no obedecen sus mandamientos y promesas, sino los mandamientos y promesas de sus líderes, que son como un marido sometiendo a su esposa, por eso terminan siendo semejantes a ellos y no al “varón perfecto”.
El pasaje de Gál.4.26, cierra diciendo: "Pero la Jerusalén de arriba es libre; esa es nuestra madre"
Si comprendemos que la “Jerusalén actual”, es un simbolismo de congregaciones sometidas a hombres, la “Jerusalén de arriba”, es un simbolismo de congregaciones que no están sometidas a hombres y que a pesar de estar aún en este mundo, viven dentro de los mandamientos y promesas de Dios.
Una congregación que se comporta como la “Jerusalén actual”, se aleja cada vez más de Dios, mientras que una “Jerusalén de arriba”, se acerca cada vez más a Dios, como lo describe Shaul en Heb.12.22.
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sion, es decir, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles.
Note que el pasaje dice: “os habéis acercado”, no dice, han llegado. Este versículo nos enseña que las congregaciones que viven dentro de los mandamientos y promesas de Dios, se acercan al monte de Sion, donde vive Dios, es decir, la Jerusalén Celestial. En otras palabras, las congregaciones que viven dentro de la Torah, se acercan al Cielo, a estar con Dios en su ciudad, la Jerusalén de arriba.
Por eso Shaul dice: “Pero la Jerusalén de arriba es libre; esa es nuestra madre”, pero él no se está refiriendo a que hay una mujer libre en el cielo que dará a luz, lo que está enseñando es que, los que son de las congregaciones que viven dentro de la torah o lo que es lo mismo, dentro de la Fidelidad de Mashiaj, viven acercándose al Cielo.
Para entender por qué el Cielo es nuestra madre, debemos recordar que una madre no es solo la que da a luz, sino también la que adopta. Shaul al decir que la “Jerusalén de arriba” es nuestra madre, está diciendo, simbólicamente, que el cielo es como una madre adoptiva de las congregaciones que viven dentro de la torah y que está esperando que se culmine la adopción de los que serán sus hijos.
En este entendimiento llegamos al pasaje de Gálatas 4.27.
Regocíjate, oh, estéril, la que no concibe; prorrumpe y clama, tú, que no tienes dolores de parto, porque más son los hijos de la desolada (soltera), que de la que tiene marido.Shaul está citando una promesa dada al profeta Isaías, y que podemos leer en Isa.54.1. Para entender la cita que hace Shaul, debemos leer el capítulo 53, que es el contexto, donde el profeta Isaías está hablando de la promesa de la primera venida de Yehoshúa HaMashiaj y su sacrificio para la redención de los muchos y el capítulo 54, es la promesa de la segunda venida de Mashiaj.
Shaul usando Isaías 54.1, simboliza lo que ocurrirá con las congregaciones que se mantuvieron en la Fidelidad de Mashiaj. El profeta Isaías está revelando que cuando venga Yehoshúah HaMashiaj la que era estéril, la que no concibe, porque en ella no hay humanos, se alegrará en gran manera. Él está hablando de la alegría en el Cielo, por todos los que llegarán a ser transformados, es decir, a recibir las vestiduras blancas.
Shaul usando la promesa de Isaías, dice: “porque más son los hijos de la soltera que de la que tiene marido. Lo que expresa el profeta Isaías y que Shaul cita, es que el Cielo, la “Jerusalén Celestial”, es como una mujer soltera, porque no tiene un marido humano que la someta. Por tanto, con la venida de Mashiaj se alegrara en gran manera, porque adoptará muchos hijos, tantos que serán más que los que hay en las congregaciones sometidas a líderes humanos.
Conclusión
Respondiendo la pregunta: ¿Quién es esa madre libre?
La respuesta es el Cielo, la Jerusalén Celestial, la Eternidad, que Shaul describe como figura de una mujer sin marido terrenal y estéril porque no ha parido y por tanto, hasta ahora, no hay en ella hijos, pero que se convertirá en una madre regocijada, porque adoptará a una multitud inmensa de hijos, para que se cumpla la promesa que salió la boca Mashiaj, en Jn.14.3.
Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Shalom
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