Pocos creyentes comprenden la relevancia de las Citas establecidas por el Señor en Levítico 23 y la referencia que hace Pablo al señalar que son “sombra de lo que ha de venir”.
En hebreo, estas citas reciben el nombre de moadim y son ocho convocaciones santas fijadas por Hashem en la Torá, las cuales debemos conmemorar como la sombra proyectada por el cuerpo de Mashiaj. Representan las dos manifestaciones de Dios en Mashiaj: la primera, cuando vino en semejanza de hombre, y la segunda, cuando regresará en gloria con un cuerpo incorruptible.
Estas ocho citas simbolizan el plan profético de Dios para devolvernos a Su diseño original y están divididas en dos ciclos:
- Primavera: marcan el inicio del año y señalan Su sacrificio y resurrección.
- Otoño: cierran el año y señalan Su regreso.
La estructura dual primavera-otoño simboliza el tiempo de este mundo: siete citas tienen cumplimiento terrenal, mientras que la octava inaugura un nuevo comienzo en la Eternidad.
El apóstol Pablo, al referirse a estas citas como “sombras” (Colosenses 2:16–17), confirma que debemos guardarlas. La “sombra” es una proyección del cuerpo de Mashiaj. Así, las primeras cuatro fiestas —las de primavera— encontraron cumplimiento en Su primera venida, pero su conmemoración sigue siendo necesaria, porque nos recuerda y mantiene vivo en nosotros el plan divino.
Las Citas Cumplidas en la Primera Venida de Mashiaj (Primavera)
Pésaj (Pascua): Señala la liberación a través del sacrificio de Yeshúa e inaugura el tiempo final de este mundo.
Panes sin Levadura: Representa la formación de las primeras congregaciones en los días apostólicos.
Primicias: Anticipa cómo debía ser la congregación después de los apóstoles. Si Mashiaj es la Primicia, la congregación —la cosecha— debe reflejar Su carácter, para ser parte de la primera resurrección.
Shavuot (Pentecostés / Cosecha): Representa el tiempo actual, cuando trigo (fieles) y cizaña (falsos creyentes) conviven en la congregación de toda tribu, lengua y nación. Este período culminará cuando se alcance la plenitud de los gentiles.
Las Citas Aún por Cumplirse (Otoño)
Estas son las sombras proféticas de lo que está por venir, proyectadas por la segunda venida de Mashiaj. Se concentran en el séptimo mes como una plenitud que se completa y marcarán el fin del sistema actual y el inicio del reinado del Mesías.
Yom Teru’ah (Día de Gritos de Júbilo): Representa el regreso glorioso de Yeshúa, la primera resurrección y la transformación de los vivos. Así como las murallas de Jericó cayeron al estruendo de los gritos de júbilo de los millares del pueblo de Dios, también los "Teru'ah (gritos)" de las voces de los millares de resucitados y transformados harán caer las fortalezas de este mundo, abriendo paso al gobierno de la Torá durante el Milenio.
Yom HaKipurim (Día de la Expiación): Este evento simboliza la cobertura del pueblo del Mesías (Mashiaj) con cuerpos incorruptibles. Todo el remanenteserá reunido para estar en la presencia de Yeshúa Rey. Allí, recibirán el juicio (o la decisión/separación) que determinará la corona o galardón que les corresponde. Este galardón se otorgará en base a cómo edificaron sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Se trata de la separación definitiva de lo terrenal y la confirmación de los escogidos para reinar con Él.
Sucot (Fiesta de los Tabernáculos): Este evento simboliza la formación del nuevo gobierno terrenal durante el Milenio, liderado por el remanente que ha recibido la cobertura y sus cuerpos incorruptibles. Este gobierno estará fundamentado en la Torá. Aquellos muertos en Mashiaj ya resucitados, junto con los vivos que no se hicieron a la imagen del sistema terrenal, reinarán sobre la Tierra durante mil años con el Rey Yeshúa. Ellos recibirán la autoridad para juzgar.
Sheminí Atzéret (Día Octavo): La última sombra, que marca la consumación del universo actual y el inicio de la Eternidad. Representa la gran celebración de la Cena del Cordero en el Reino eterno de Dios.
Conclusión
Las moedim no son simples celebraciones del pasado ni costumbres judías que perdieron vigencia. Son la agenda profética de Dios: en ellas se revela la obra redentora de Mashiaj desde Su sacrificio hasta la instauración de Su Reino eterno. Las cuatro primeras citas ya se cumplieron en la primera venida, pero las cuatro restantes nos anuncian Su regreso y el cierre de este mundo.
Por eso, al conmemorarlas, no solo obedecemos el mandato de Levítico 23, sino que mantenemos viva en nuestra mente y corazón la esperanza del plan eterno de Dios. Cada cita nos recuerda que caminamos hacia el cumplimiento final: la transformación, el reinado de Mashiaj y la entrada a la Eternidad en la presencia del Señor.
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