¿Por Qué Se Hacían Sacrificios?

Cuando escudriñamos el Sefer (Libro) Vayikrá, “y llamó”, descubrimos que este comienza con las ordenanzas de los sacrificios y los tipos de ofrenda. Pero:

 ¿Por qué se tenían que hacer sacrificios? y ¿Por qué hoy no se hacen los sacrificios?

Escudriñemos

Lo primero que debemos comprender es que la palabra que han traducido como sacrificio es זָבַח zabaj que significa matar un ser viviente para agradar, reconocer el poder o buscar reconciliación con una divinidad. Pero además del zabaj,  también se le da a la divinidad “regalos”, que pueden ser de comida en cuyo caso se llama  מִנְחָה minjah (Gn.4.3) o puede ser algo material como contribución a la obra de la divinidad con lo cual la minjah pasa a llamarse תְּרוּמָה trumah (Ex.25.2). Ahora bien, tanto el zabaj (sacrificio) como la minjah (regalo) son consideradas ofrendas, es decir algo que se entregan con la intención de recibir algo.

Las ofrendas en la Biblia no solo se hacen a las divinidades también  se hacen  entre humanos como el caso del zabaj que hizo Ya’akov con Lavan para tener paz entre ambos  o cuando hizo una minjah para su hermano Esav (Gn.32.13) y también cuando Yisra’él quiere agradar a Yoseph (Gn.43.11).

En la Biblia cuando el zabaj y la minjah son ofrendas a Hashem se usa la palabra hebrea; קׇרְבָּ  korbán, que posee la misma raíz hebrea de la palabra karav  que significa “acercarse o cercano” (Gen 12:11; 20:4; Ex 12:48). Y es una palabra usada en forma exclusiva para describir el acercamiento del ser humano con Hashem. Por lo tanto, el korban, cuando es a través  de un ser vivo (zabaj), puede entenderse como el “acercamiento de reconciliación con  Dios” de un humano que paga su pecado con la sangre (vida) de otro ser viviente. 

En el caso de una minjah es cuando ya ha ocurrido el acercamiento o la reconciliación y con este korbán (minjah) solo se quiere halagar y resaltar el poder de Dios.  Estos acercamientos se hacían en un lugar específico, es decir en un altar (“plataforma elevada”), el cual podría ser de tierra o de piedra (Ex.20.23-25), sobre el cual se ofrecía el korban a Dios (Gn. 8.20, Gn.22.9, Ex.20.24), después Hashem, trayendo un diseño estableció cómo debía ser el altar (Ex.27.1-6). 

En palabras simples;  el zabaj es un acercamiento a Dios por medio de un cuerpo sin sangre (muerto) y  minjah es un acercamiento por medio de una porción de alimento hecho de productos de origen vegetal (Ex.29.2). Ambas palabras zabaj y minjah son regalos humanos a Dios, buscando un korban (acercamiento) de reconciliación.

La gran diferencia entre ambas ofrendas (regalos) es que el zabaj implica la muerte de un inocente, y el cuerpo del inocente se consumía totalmente en el fuego  (Lev1.1-9), por otro lado, minjah, implica llevar comida vegetal, la cual una parte era consumida por fuego  y otra comida por los sacerdotes (Lev.2.1-3). 

El זָבַח zabaj y la minjah  no se originaron con los herederos de Yisra’él, estas eran practicas que hacían las naciones del mundo, mucho antes que el pueblo saliera de Egipto, pero con la diferencia que en esas naciones los sacrificios (zabaj) eran rituales que se hacían con sus innumerables divinidades. 

En las naciones, cada dios necesitaba algo y los humanos podían apaciguar su ira dándoles regalos ya sea sangre (muerte de un ser viviente)  o comida vegetal, que se comían los sacerdotes de esos dioses. Estos rituales de las naciones paganas no eran un “acercamiento de reconciliación” sino una especie de soborno a sus dioses.

El zabaj y minjah por reconciliación  tiene su origen en la narración del Sefer (libro) de Bereshit (Génesis) cuando el נָחָשׁ najash (el serpiente) pudo crear duda en la mente de אִשָּׁה Isha, la mujer (Gn.3.1).

Después de que Isha (mujer) prestara oídos a el najash, todo cambio, ella pasó a llamarse  חַוָּה Java (madre de vida o vivientes), en español Eva y perdieron la cobertura de Hashem lo cual trajo como consecuencia que la humanidad fuera “divorciada” del Gan Eden (la Jerusalén Celestial). 

Los primogénitos de la humanidad rompieron (pecaron, erraron)  la torah (instrucción) dada por Dios, trayendo sobre ellos mismos la paga de ese pecado,  la muerte (Gn.2.17). Todos conocemos lo que pasó después y como los primogénitos de la humanidad no pudieron regresar a la Jerusalén Celestial, y cada uno que nació de Eva, nació para muerte

Pero debemos observar que, Hashem por Gracia (un favor inmerecido) es quien ofrece un acercamiento a los pecadores, haciéndoles piel que los envolviera (Gn.3.21). Esto no quiere decir que Dios mato a un animal inocente, Él simplemente les envolvió sus cuerpos con piel. 

Posteriormente los primeros descendientes de Adán y Eva fueron quienes buscaron el “acercamiento” como se observa en Gn.4.3-4

Y aconteció que al final de días Caín trajo al Adonai una ofrenda ( מִנְחָה minjah)  del fruto de la tierra. También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de su rebaño y de la grosura de los mismos. Y  miró  Hashem a Abel y a su ofrenda (מִנְחָה minjah, ofrenda)

Note que ambos Caín ( קַיִן kayin, posesión) y Abel ( הֶבֶלJebel, vano, aliento) después de un tiempo (son adultos), son los primeros humanos en hacer un korbán, un acercamiento a Hashem con una minjah (regalo), sólo que eran minjah muy diferentes. 

Para comprender esto, debemos recordar que ambos hermanos, eran diferentes, uno, Abel era pastor y el otro, Caín era agricultor. Un Pastor de ovejas es alguien que tiene una vida nómada y apartada, tiene que moverse de acuerdo al pasto para sus ovejas. En cambio, un agricultor se establece alrededor de sus tierras se vuelve sedentario se une con otros de su mismo interés, confiando en sus propios esfuerzos y trabajaban juntos para acumular riquezas y construir ciudades (Gen.4.16-24) y buscaran que los pastores dependan de ellos.

Gen.4.3-8, nos muestra que ambos hermanos llevaron un regalo a Hashem, primero, el primogénito, Caín y luego el segundo. No observamos que Dios pidiera regalos, al parecer los regalos a Dios son una iniciativa humana.

Caín le ofrece como regalo a Dios, lo que él cosecha como agricultor, no se nos dice si era lo mejor, pero era lo que Caín producía con su esfuerzo. Por otro lado Abel trajo como regalo a Dios de los primogénitos de esfuerzo como pastor.  No se dice, que lo que trajo Abel, sea lo mejor, pero siendo primogénitos, quizás era algo que tenia un valor especial para Abel como pastor.

Con esto podemos pensar que ambos regalos, la minja de Caín y el zabaj de Abel como acercamiento a Dios, no implican que Hashem deba valorar más una u otra ofrenda (regalo) humana. Sencillamente, ambos están ofreciendo lo que Dios mismo les ha permitido tener. Pero observemos cuando ambos se presentan ante Dios con sus ofrendas.

Siendo el primogénito, Caín presenta su regalo, primero que Abel, pero se sorprende, que Hashem no lo mira (שָׁעָה shaá, mirar) a él, sino a Abel y después al "zabaj" que traía. En hebreo, no dice que Dios miro con agrado Abel y su ofrenda, lo que dice es que Hashem prestó atención primero a Abel y después a su regalo (Gen.4.4).

En cambio, Hashem no le presto atención a Caín, ni tampoco a su regalo. Esto trajo como consecuencia, que el orgullo de Caín se viera afectado (Gen.4.5) y se enojara contra Dios, por lo que Hashem, sabiendo lo que sucede, le pregunta, para que se de cuenta de lo esta haciendo (Gen.4.6).

En Gen.4.7 vemos que Hashem le da la solución al enojo de Caín diciéndole: 

Seguramente, si haces lo correcto, Hay elevación (exaltado, honor). Pero si no haces lo correcto. El pecado yace ( te asecha) a la puerta; su deseo es hacia ti (del pecado), sin embargo, puedes ser su maestro (enseñorearte sobre él).

Es claro que no se trata de los regalos (zabaj o minjah), sino de los personajes que se presentan ante Dios con sus ofrendas, Abel recibe atención como un ser humano que puede llamar la atención de Dios por la forma en que se ha conducido su vida (Heb.11.4).

Mientras que Caín no recibe la atención de Dios porque las obras de su vida no eran agradables a Hashem, es más el no era hijo de Adam (1 Jn.3.12). Caín era la simiente profetizada en Gen.3.15, de la cual saldrán los espinos y cardos (impíos y gente mala) de la tierra (Gen.3.18) y entraran en las casas de los que son pueblo (Isa.32.13) y sus descendientes seguirán el camino de Caín (Jud.1.11).

Con todo esto debemos comprender que Hashem mira primero a la persona que busca acercarse a él y después a lo que este le ofrece. Se trata de como nos acercamos, con el testimonio de una vida que busca cumplir las instrucciones de Hashem o con una vida dominada por el pecado.

Hashem sabía que el primogénito de Adán y Eva no estaba habilitado para estar en su Presencia. De allí que veamos que el tema del "primogenito" y el segundo hijo, se vuelve un tema recurrente en la Biblia, Ismael es primogenito, pero Isaac es el de la promesa, Esau es primogenito, pero Ya'akov es el escogido, Egipto es primogenito pero Israel es el escogido. 

Así también vemos como el sacrificio (korvan, acercamiento) del primogénito es un tema recurrente en toda la Biblia,incluidas las leyes sacerdotales del sacrificio (Éx. 22.29; Éx.34.19–20), El sacrificio de Yitzak pedido a Abraham (Gén.22.1-2) y por supuesto el sacrificio simbólico de Yeshúa (Juan 3:16).

El primogénito de Hashem fue Israel, los herederos de Ya'akov (Éx.4.22) y la multitud de gentiles que aceptaron la Palabra de Dios (Éx.12,38). Ese primogenito sigue siendo hoy Israel, judíos en la fidelidad de Yeshúa y gentiles kadosh (Ef.2.14). 

Cuando los saco de Egipto no les pidió "zabaj" (Jer.7.22), pero al evidenciarse que ellos ya estaban enseñados a “sobornar” divinidades (Ex.32.4-5, Jos.24.14, Ez.20.7-8), Hashem mismo establece un sistema de sacrificios que Moshé enseño detalladamente en los siete primeros capítulos del libro de Levítico. Este sistema consiste de seis  korbanot (acercamientos) a saber:

  1. עֹלָ֤ה ‘Olah – Llamado holocausto u Ofrenda de ascensión, korbán de origen animal, (Levítico 1:1-17; 6:8-13). Se hace zabaj, sacrificio y la víctima se quema totalmente haciéndose humo que sube al cielo como fragante aroma, para hacer reconciliación con Hashem.
  2. מִנְחָה Minjá – Korbán de origen vegetal, (Levítico 2:1-16; 6:14-18). Una parte se quema en el altar y otra la comen los sacerdotes, generalmente la llevaban las personas de escasos recursos o agricultores.
  3. שְׁלָמִ֖ים Shlamim – Korbán de paz, de origen animal o vegetal, (Levítico 3: 1-17; 7: 11-36). Es de un korbán sacrificado como agradecimiento a Hashem y se come una parte con los sacerdotes, amigos y familiares.
  4. חָטָאת Jata’at– Korbán por pecado, de origen animal (Levítico 4:1 – 5:13; 6:24-30). Se ofrece por cometer pecado por no conocer la Torah o por conocerla pero olvida algún mandamiento. Debía estar acompañado por la Teshuvá, el arrepentimiento sincero por el pecado. Se concebía cuatro tipos de Korbán Jata'at dependiendo de quien había cometido el error por descuido:
    • El primero corresponde al Kohén Gadol
    • El segundo cuando el colectivo cometía un error 
    • El tercer tipo se refiere a quien ejercía la jefatura de la nación, incluyendo al rey. 
    • El cuarto se refiere a cualquier individuo. La tradición considera que los primeros dos tipos son más comprometedores porque incluyen al liderazgo religioso y a toda la nación.
  5. אָשָׁם ‘Asham – Korbán por culpa y por la iniquidad, (Levítico 5:14 – 6:7). Este korbán es por pecar contra el prójimo, lo cual es como pecar contra Dios y busca resarcir el daño cuando es posible y dar muestras de no volver a hacerlo otra vez. También incluye el uso indebido, sin intención de hacerlo, de alguna propiedad perteneciente al Santuario. Además de la ofrenda, la persona tenía que hacer la debida devolución más una multa equivalente a una quinta parte del objeto en cuestión.
  6. מִּלּוּאִ֔ים milu’im - incluye ‘olah, minjah, jatah y ‘asham y era para la consagración de los sacerdotes.

Los tres primeros tipos de korbanot podían ser traídos voluntariamente para tener y mantener reconciliación con Hashem, mientras que el cuarto y el quinto eran  ofrecidos después que alguno de los herederos de Yisra’él cometía jatah, pecado o era culpable de causar daño por alguna acción realizada. Con el Jata’at y el ‘Asham Hashem quiere mostrar que el humano ha actuado exclusivamente en base a sus deseos transgrediendo  la voluntad de Hashem establecida en la Torah.

Finalmente debemos comprender que los pecados o transgresiones intencionales recibían el castigo prescrito por la Torá y no había la opción del Korbán en estos casos. O sea no se puede llamar error a algo que se cometió con toda intención de hacerlo, y luego pedir perdón por el hecho.

Conclusión 

Respondiendo la  pregunta:

¿Por qué se tenían que hacer sacrificios? 

Porque después de la caída de Adam (humanidad) ellos desearon buscar el acercamiento a Dios, pero de los humanos surgieron dos simientes, la de Caín (Gen.4.16-24) y la de Adam (Gen.5) y se mezclaron (Gen.6.1-2).

Así surgió la maldad sobre la tierra, donde dominan los de la simiente del Maligno (Gen.6.4), los "cardos y espinos" quienes le dieron otro sentido a los sacrificios, ya no eran acercamiento a Dios sino a para sobornar a los הַנְּפִלִ֞ים nefilim, los “caídos

Hashem cuando sacó a su primogénito de Egipto, ellos habían sido enseñados en los rituales paganos de los sacrificios (Éx.32.4), así que cuando Hashem se hizo עִמָּנוּאֵל Immanuel “Dios entre nosotros” en el "Makon (lugar) Kadosh (santo)", es decir, el Tabernáculo del Sinaí, tuvo que diseñar  un sistema de sacrificios que sirviera para que no siguieran haciendo los korbanot como las naciones

¿Por qué hoy no se hacen los sacrificios?

Porque al venir Yeshúa como lo  hizo en el Sinaí,  se hizo  עִמָּנוּאֵל Immanuel “Dios entre nosotros” y puso fin al sistema de sacrificios a partir de la destrucción del templo y el altar del sacrificio, Mt.24.2, y creo un nuevo sistema de sacrificio,  en donde Él se muestra como el ser viviente sacrificado, como nos muestra Hebreos 9:11-14. 

Con su sacrificio nuestro Mashiaj  nos  enseña que ya no es necesario sacrificar un ser viviente o llevar comida a un altar,  sino que así como Él,  cada uno de nosotros es un ser viviente que debe ser "sacrificado",  como expresa Rom.6.11,

Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Mahiaj

El nuevo sistema de sacrificios establecido por Yeshúa busca que cada uno de nosotros nos ofrezcamos como un עֹלָ֤ה ‘Olah, es decir como un korbán que se "quema en su totalidad" hasta volverse un humo que sube al cielo como olor fragante, como esta escrito en 2 Cor. 2.15

Porque fragante aroma de Mashiaj somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden

Solo nos queda perseverar para mantenernos como “olor fragante” ante Él, como se nos dice en Ef.5.1.2

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados;  y andad en amor, así como también Mashiaj  nos amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma

El nuevo sistema de sacrificio implica que imitemos a Mashiaj y nos presentemos espiritualmente ante su “altar de sacrificio” con testimonio de una vida basada en sus instrucciones (Torah) y mantenernos reconciliado con Él  como dice, Rom.12.1.

Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.

Pero si desechamos el sacrificio de Mashiaj no siguiendo su instrucciones y pecando  intencionalmente, sin buscar ser un sacrificio vivo, es decir, un acercamiento (korvan) a Él,  nos alejaremos cada vez más de Su Gracia, hasta que ya no podamos acercarnos.

Hoy no hacemos sacrificios de seres vivientes porque Yeshúa estableció que el único ser viviente que tenemos para sacrificar somos nosotros mismos, nuestros propios deseos terrenales que van en contra de la Torah y que nos hacen pecar, errar el camino de regreso al “Diseño Original” que teníamos en el Gan Eden. 


Shalom




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