Los Árboles en la Biblia

 


No es ajeno a nosotros que la Biblia nos enseña la Palabra de Dios en forma literal, simbólica o a través de metáforas, ese es el caso de los árboles y los frutos, los cuales en muchos versículos; los podemos entender como literales y en otros como una metáfora.

Una metáfora es una comparación entre dos cosas que no están relacionadas, las cuales usamos para explicar algo, por ejemplo, las cualidades de árbol pueden ser trasladadas a un hombre para decir que el hombre es fuerte y sano como un árbol verde. Como la Biblia le habla y enseña a creyentes, los árboles de estas metáforas son hombres creyentes.

Escudriñemos

Un árbol es una planta leñosa perenne, que típicamente tiene un solo tallo o tronco que crece a una altura considerable y que tiene ramas laterales a cierta distancia del suelo. En la Biblia la palabra hebrea para árbol es עֵ֣ץ ‘etz, y la primera vez que aparece en la Biblia es en Gen.1.11,

Y dijo Elohim produzca vegetación, plantas que se reproducen por semilla de su propia especie y árboles (עֵץ ‘etz) frutales en la tierra, que den fruto según su especie, con la semilla en él. 

De acuerdo a este versículo vemos que Elohim ordena a la tierra producir vegetación y entre esa vegetación están los árboles (‘eretz). El pasaje literalmente está hablando de árboles que producen frutos según su especie. Es decir, en este pasaje la palabra “árbol” hace referencia a una planta.

Pero en la Biblia los árboles también son una metáfora para comparar a los hombres que por gracia han sido llamados a ser del Pueblo de Dios, como lo vemos en el Salmo 1.3, 

Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto en su tiempo, cuyo follaje nunca se marchita, y todo lo que produce prospera

El salmo está haciendo una comparación de las cualidades que tiene un árbol sano alimentado con agua viva, con el concepto de lo que es un creyente, que se alimenta de la Palabra de Dios. Si el árbol no estuviera plantado junto a corrientes de agua, no daría fruto, esto es comparado a un creyente que no sigue la Palabra de Dios, sino que sigue el consejo de los impíos, toma el camino de los pecadores, o se une a gente insolente, por tanto, se marchitará y no producirá fruto. 

También de esto hablo Jeremías en Jer.17.7

Será como un árbol plantado junto a las aguas, enviando sus raíces por un arroyo: No siente la llegada del calor, Sus hojas son siempre frescas; No tiene cuidado en un año de sequía, No deja de dar fruto.

En este pasaje el profeta hace una metáfora de aquellos seres humanos que se alimentan de la Palabra de Hashem, con lo cual son como árboles que se están nutriendo de agua viva que les da vida aun en tiempos de crisis, por lo que no se preocupan por las sequías (tribulaciones) y siempre dan fruto. En cambio, si ese árbol (creyente) se alimenta de palabra de hombre, no llegará a ser un árbol, sino un עֲרוֹעֵר, arbusto en el desierto, Jer.17.5-6.


En Mateo 3.10 vemos otra metáfora de los árboles y los creyentes

 

Y el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.

En este pasaje Juan el Bautista se dirige a los fariseos y saduceos, líderes del templo, quienes por miedo buscaban el bautismo. Juan está anunciando que el hacha (metáfora del juicio) ya está establecido y que solo el arrepentimiento puede ayudarles. También en este versículo podemos ver que hay árboles comparados con creyentes, en este caso, son los fariseos y saduceos, que son árboles que no dan buen fruto, porque mezclan la verdad de la Palabra de Hashem con las mentiras de las palabras de hombre, por lo cual serán cortados en el “juicio final”.

Lucas 23.31 es otro ejemplo de una metáfora de los árboles como concepto de creyentes y del Mesías:


Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?

Este pasaje es parte de la porción en la que Yeshúa es llevado a su crucifixión. El mensaje es que siendo Él, el árbol de la vida (verde), el sistema de gobierno humano (la bestia) busco su muerte, entonces Él nos deja con la interrogante de; qué no hará “la bestia” con aquellos que “no están plantados junto a las aguas (la Palabra)”, aquellos que están secos.


En Judas 1.12 encontramos otra metáfora árbol-seres humanos creyentes.


Estos son manchas ocultas en vuestros ágapes (reuniones festivas), cuando banquetean con vosotros sin temor, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados

Judas, al igual que el Salmo 1, nos está hablando de los impíos; hombres que se han infiltrado encubiertamente, como algunos líderes en las congregaciones, celebrando eventos(agapes). A ellos él les llama árboles de otoño sin fruto, para ellos la salvación, es una simple frase; “somos salvos por gracia”. Estos son los que convierten la “gracia” en libertinaje y niegan las instrucciones de Hashem (Torah), son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones; hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio (Jud.1.16). Estos son árboles de otoño que no dan fruto y a los que Judas les dice “manchas ocultas”, que están dos veces muertos, por la muerte física y la eterna.

La Biblia también nos muestra otra metáfora sobre los árboles, y es la representada por el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y mal, que encontramos en Gen.2.16-17, donde Hashem da la primera instrucción (Torah) a la humanidad:

Y ordenó Adonai Elohim sobre el Adán, diciendo de todo árbol del jardín comer comerás, pero del árbol de este (otro) conocimiento, ni bien ni mal comerás de él, porque el día que de él comas morir morirás

Este pasaje nos sumerge en una nueva y más profunda metáfora que para entenderla debemos comprender que después de la creación de Génesis uno, en el capítulo dos, Hashem separó de la tierra (‘eretz) una porción a la que llamo ‘adamah, una porción de tierra en la que estableció el Gan Edén (Jardín del Edén). Es decir, la ‘adamah fue separada de la ‘eretz, para establecer en ella la Jerusalén Celestial (Jardín del Edén).

En esa ‘adamah Hashem hizo “germinar” árboles (plantas) pero a la vez nos muestra una metáfora con los árboles que están en la Jerusalén Celestial (Gan Edén) como se puede apreciar en Gen.2.9

E hizo germinar Adonai Elohim desde la Adamáh todo árbol atractivo a la vista y bueno para comer; y el árbol de la vida (וְעֵ֤ץ הַֽחַיִּים֙ ‘etz hahayim) estaba en medio del Gan y el árbol de este conocimiento (עֵ֕ץ הַדַּ֖עַת  ‘etz hada’at), el bien y mal

Para comprender mejor este pasaje debemos recordar que el árbol del bien y mal no estaba dentro de la ‘adamah, es decir, no estaba en el Gan Edén o Jerusalén Celestial. Por lo que se entiende que todo árbol en la Jerusalén Celestial, incluyendo al árbol de la vida, es atractivo a la vista y bueno para comer.

Primero escudriñemos quién o qué es el árbol de la vida ( וְעֵ֤ץ הַֽחַיִּים֙ ‘etz hahayim) que está en el medio del Gan Edén, para ello debemos ir a Prov.3.18

Ella es árbol de vida para los que la abrazan, Y el que se aferra a ella es feliz.

El capítulo tres de Proverbios inicia hablando de la Torah y la define como la sabiduría y como árbol de vida. También en Deu.4.5-6 la sabiduría es la Torah, pero si vamos a 1Cor.1.30 vemos que Yeshúa es la sabiduría, cosa que es confirmada en Col. 2.3 y luego Col.3.16 nos deja ver que si estamos en la Torah tendremos sabiduría y finalmente vemos en 2Tim.3.15 que la sabiduría lleva a la salvación mediante la fidelidad de Mashiaj. Es decir, Yeshúa es la Palabra, es la sabiduría y es el árbol de la vida.

Todo esto, es resumido en Jn.1.1-5 

En el principio ya existía la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y Dios mismo era la Palabra. La Palabra estaba en el principio con Dios. Por ella fueron hechas todas las cosas. Sin ella nada fue hecho de lo que ha sido hecho. En ella estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella

Como podemos apreciar, Juan está confirmado con estos versículos que Yeshúa es la Palabra, que Él es Dios, en Él está la vida, y que Él es la luz del mundo (Jn.8.12). Es decir, Yeshúa es la Torah, es la Sabiduría y es el árbol de la vida que ha estado desde el principio. En Él está la vida, porque Él es el Espíritu (Poder) que da vida, como nos enseña 1Cor.15.45.

Con la desobediencia del ser humano a las instrucciones de Hashem, la Jerusalén Celestial, que estaba en la ‘adamah, regresó a la Eternidad. Ahora el árbol de la vida está en el paraíso de Dios, como lo enseña, Rev.2.7, y allí está esperando con sus frutos (Gn.22.2) para dárselos a los que cumplan lo que dice Rev.22.14

Felices son los que cumplen Sus mandamientos, que la autoridad será de ellos para el árbol de la vida, y por las puertas pueden entrar en la ciudad

Todo lo que hemos escudriñado nos deja ver que Gen.2.9 es una metáfora donde el árbol de la vida es un concepto que representa a Yeshúa y que los árboles atractivos para comer, pueden representar a mensajeros (ángeles) de Hashem. 

Un detalle no menos importante es la palabra comer אָכַל ’ajel que efectivamente significa comer, pero note que Gen.2.9 dice: “todo árbol agradable a la vista y bueno para comer”, sin embargo el árbol no se come, lo que se come es su fruto, por tanto, debemos escudriñar cuál era el fruto de esos árboles y del árbol de la vida.  La respuesta a esta interrogante nos la da la misma Biblia cuando dice:”y el árbol de este (otro) conocimiento”, es decir, el fruto de ese árbol era otro conocimiento, por lo cual podemos deducir que el fruto del árbol de la vida y de todos los árboles del Gan Edén era la sabiduría

En palabras simples, la humanidad debía alimentarse del fruto que habia en la Jerusalén Celestial, la sabiduría, que es Yeshúa.  Por algo, cuando Yeshúa vino dijo: “Tomad, comed, esto es mi cuerpo”, Mt.26.26. 

El árbol de la vida nos trajo su fruto para que lleguemos al día octavo y este fruto es Yeshúa y su Palabra. Todo aquel que esté tergiversando su testimonio y su torah es un árbol que no produce “buen fruto” y el hacha esta puesta a su raiz. Esos árboles no dan buen fruto, porque no les da la luz del amanecer, como está escrito en Isaías 8.20.

¡A la torah y al testimonio! Si no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer.

¿Qué es entonces el עֵ֕ץ הַדַּ֖עַת  ‘etz hada’at o árbol del otro conocimiento?. Es una metáfora de un ser, cuyo fruto es el conocimiento de bien y mal que produce muerte, recuerde que en Hashem no existe el mal, por lo tanto ese conocimiento mezclado no viene de Hashem. Mezclar conocimiento de bien y mal es difamar la Palabra como lo hizo el najash (el serpiente) al preguntar “¿De verdad dijo Dios: No comerás de ningún árbol del jardín?”. 

La metáfora de este árbol es la representación o concepto de Satanás, cuyo fruto es un conocimiento. La Palabra hebrea para ese conocimiento es דַּ֖עַת  da’at, que se puede traducir como un conocimiento íntimo, experimental, es decir, no es solo aprenderse algo, sino practicarlo, con lo cual comer y practicar ese conocimiento mezclado de verdad y mentira, trajo la muerte. 

Otro concepto muy importante que es enseñado a traves de metáforas es el "fruto". La palabra hebrea para fruto es פְּרִי perıy, que literalmete puede significar: Fruta o fruto producto (de un árbol). Pero en forma de metáfora bíblica significa; hijos, descendencia (del útero) o también "frutos" como metáfora del comportamiento u obras humanas, que pueden ser "frutos buenos", como los frutos del Ruaj Haqodesh (Gal.5.22-23), y "frutos malos" como las obras de la carne (Gal.5.19-21).Y note lo que dice Mt.7.16,

Por sus frutos los conoceréis;  ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?

Lo que nos enseña este pasaje es que un hombre (árbol), que es un justificado por Dios, abandona la carnalidad, por tanto, no producirá "frutos" de otra especie diferente a él, es decir,  comportamientos carnales ni descendencia alejada de Dios, porque escrito esta: "el justificado por su fidelidad vivirá" (Habacuc 2:4). 

Como se puede ver en Prv.11.30, el fruto del justo, es decir el hijo de un hombre que practica la justicia Divina, es árbol de vida, es decir, ese "fruto" tendrá vida Eterna. También en Mt.7.19-21 vemos que los árboles (personas) que no dan buen fruto, son cortados y echados al fuego. Todos estos pasajes nos enseñan la comparación de personas y sus comportamientos, tanto creyentes, como aquellos que dicen ser creyentes pero no los son y lo que delata a estos ultimos, son sus frutos (Mt.7.20).

Conclusión 

En la Biblia los árboles y sus frutos se representan de dos formas, una literal en la cual el árbol es una planta que produce un tipo de fruto y otra metafórica en la cual los árboles pueden ser seres humanos y/o  divinidades que producen un tipo de "fruto" que es el comportamiento y/o una descendencia buena o mala, que a su vez dará "frutos" buenos o malos.

Los frutos buenos en los creyentes son la expresión del perfeccionamiento que hace en ellos el Ruaj HaQodesh (Gal.5.22-23).  Los frutos malos son aquellos expresados por las obras de la carne (Gal.5.19-21). Así también podemos pensar que si los humanos en el Gan Edén tenían un cuerpo incorruptible, no necesitaban alimentarse de frutos naturales, sino de Sabiduria del Ruaj HaQodesh.

El fruto que produce el árbol de la vida; Hashem/Yehoshúa es; la Vida Eterna, a la cual llegamos comiendo de Su Sabiduria, es decir, cuando somos como un árbol plantado junto a corrientes de agua (Torah) y recibimos el Ruaj HaQodesh para comprenderla y llenarnos de ese Ruaj (Poder) que nos da vida (Eterna).

El árbol del conocimiento continuará llamando a la humanidad a salir de la cobertura de Hashem y  comer conocimiento íntimo y experimental, de manera que las "raíces" de aquellos “árboles” que busquen ser plantados junto a corrientes de agua no lleguen a esas aguas y no crezcan como árboles, sino que se conviertan en arbustos del desierto que no dan buenos frutos, es decir descendencia buena, y al final sean cortados por el hacha, se sequen y se vuelvan hojarascas para ser quemadas.

Por otro lado, el Árbol de la Vida ya entrego Su fruto; la sabiduría, es decir, la torah, el testimonio de Mashiaj y Su Ruaj HaQodesh (Poder de la Santidad), y pronto vendrá a buscar a los “árboles” que mantuvieron sus raíces en las aguas vivas dando frutos buenos. Pero sabemos que “muchos son llamados, y pocos escogidos”.  

Shalom





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