Todos sabemos que los orígenes de la Navidad no se remontan ni a las Escrituras ni a las prácticas de los primeros creyentes, pero hoy día muchos creyentes y no creyentes aceptan que Yeshúa nació un 25 de diciembre. La pregunta es: ¿Nació nuestro Salvador un 25 de diciembre?
ESCUDRIÑEMOS
Si buscáramos en la Biblia, la fecha del nacimiento de Yeshúa, para celebrar su cumpleaños, nos daremos cuenta de que no hay una fecha. Todo lo que nos enseña la Biblia sobre el nacimiento del nuestro Redentor está escrito como profecía en el Antiguo Pacto y como cumplimiento en el Pacto Renovado (Nuevo Testamento), pero sin dejarnos saber el día en que nació. Tampoco vemos una instrucción (torah) de parte de Él para celebrar su nacimiento.
El capítulo dos de las בשורה besorah (las buenas nuevas) de Lucas es donde se inicia el relato del nacimiento de Yeshúa como el cumplimiento de Miqueas 5.2, que profetizaba que nuestro Mesías Yehoshua nacería en בֵּ֥ית לָֽחֶם, Bait Lejem que significa Casa de Pan, porque Él es nuestro pan de vida que bajo del cielo, como dice Juan 6.33. Este entendimiento se pierde cuando en la mayoría de nuestras biblias traducen “Bait Lejem” como Belén, sin su profundo significado.
El relato de Lucas dice que un malaj (mensajero, ángel) de Hashem se le apareció a unos pastores en el campo y les dijo: “No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;”
Cualquiera que investigue cómo son las estaciones del tiempo en Israel o haya estado en ese país a finales de diciembre, sabría que en esa temporada Israel se encuentra en medio de la estación lluviosa que inicia con pocas lluvias, en septiembre y octubre, coincidiendo con la Fiesta de Sukkot. Inmediatamente después de las lluvias tempranas llegaban las lluvias torrenciales, más o menos en nuestros meses de noviembre y diciembre, extendiéndose hasta el tiempo de la cita de Pesaj, marzo-abril (lluvias tardías).
Este escenario de finales de diciembre haría que en toda Judea, lloviera mucho y la temperatura bajara bastante de manera que las fuertes lluvias, granizos y nevadas eran una seria amenaza para los rebaños, así que los pastores no los sacaban a campo abierto hasta la primavera. Y recordemos que el mensajero de Hashem visita a los pastores cuando estos están cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche (Luc.2.8).
Otro dato que nos da la Biblia sobre el nacimiento de Yeshúa es el tiempo del nacimiento de Juan el Bautista. El padre de Juan, era un sacerdote llamado Zacarías, quien pertenecía a la “división sacerdotal de Abías” (1Cro.24). La Palabra no indica en que fecha le toco a Zacarías su turno, en el cual cada división sacerdotal debía cumplir por una semana como estaba escrito (2Cron.23.8). El relato de Lucas enseña que Zacarías fue escogido para entrar al Templo y quemar incienso.
Lo anterior es un dato muy revelador, ya que el único día que un sacerdote entraba al Makon Qadosh (Lugar Santo) era en el Yom Haquipurim (Día de Expiación), como está instruido en Levítico capítulo 16. Y en ese día el sacerdote escogido pondría incienso en el altar de incienso (Lev.16.1-13). Todo esto ocurría mientras el pueblo esperaba fuera en santa convocación (Luc.1.10) esto corresponde con lo que establece Lev.16.29 y Lev.23.27
Con este dato en mente podemos pensar que Zacarías estaba haciendo su turno de servicio en el Templo en la semana de aquel tiempo que coincidio con el Yom Haquipurim que corresponde al 10 del mes séptimo (Tishrei) y podría haber hecho su servicio por siete días hasta el día 17 de Tishrei con lo cual él ya estaría participando como corresponde de la Fiesta de Sukkot, la cual inicia en el día 15 de Tishrei. Recuerde que las tres últimas citas de Hashem, todas son en el mes séptimo (Tishrei): Yom Truah (Dia 1), Yom Haquipurim (Día 10) y Sukkot (Día 15).
Cuando Zacarías está ofreciendo el incienso en el altar (Luc.1.11), se le apareció el mensajero de Hashem, quien se identificó como גַּבְרִיאֵל Gabri’el (guerrero de Dios, hombre de Dios) y le anunció que Elisabet, su esposa, concebiría un hijo. Y tal como el mensajero dijo; después de que Zacarías completo su servicio y viaja de regreso a casa, Elisabet concibió. La Biblia no expresa cuando regreso Zacarías a su casa, pero siendo que Sukkot es una de las Fiestas de más gozo, seguramente él partió a su hogar después de todas las actividades, esto debió ser a inicio del mes ocho (Heshvan), que corresponde a octubre noviembre.
Luego vemos que en el sexto mes de embarazo de Elisabet, Gabri’el visitó a María (Luc.1.26-32) y anunció la milagrosa concepción de Yeshúa. Ahora bien, si asumimos que la concepción de Juan ocurrió en el mes ocho (Heshvan), y añadimos nueve meses, este cálculo nos lleva al mes 5 (Av), que corresponde a julio-agosto o sea, en verano, temporada aproximada del nacimiento de Juan. Si añadimos otros seis meses a esta fecha podríamos tener el "tiempo" aproximado del nacimiento de Mashiaj, la cual seria en el mes once (Shevat), que corresponde a enero-febrero o sea inicio de primavera, cuando se esta acercándose la cita de Pesaj.
Otro detalle bíblico, que nos habla del nacimiento de Yeshúa, es el censo que decreto el emperador romano de aquel tiempo (Lucas 2.1). Haciendo un poco de historia sabemos, que el censo decretado por Roma en el mundo globalizado de aquel entonces era para establecer los impuestos correspondientes en cada región, y en esa época Judea había sido anexionada a Siria, donde el gobernador era Cirenio (Luc.2.2) y él decidió incluir a Judea en el censo de Siria.
Es difícil pensar que una actividad como un censo tan grande se llevara a cabo en época de invierno, con torrenciales aguaceros y caminos en malas condiciones, por las lluvias y con temperaturas, que en Israel a veces caen por debajo de cero. Es ilógico pensar que un gobierno, conociendo su contexto medio-ambiental, ordene un censo en esa temporada.
También vemos que Lucas 2.7 da cuenta de que José y María tuvieron problemas para encontrar alojamiento en una posada. Lo que relata la Biblia, de que “no había lugar para ellos en la posada”(kataluma, en griego significa “habitación de invitados”). El escenario que se ha enseñado sobre María y José en pleno invierno (final de diciembre) solos con un bebe en un establo, no tiene mucho sentido si tomamos en cuenta que José es descendiente de la “casa” de David (Luc.2.4) por lo cual, lo más probable es que tuviera familiares allí y definitivamente hubiera sido bienvenido en cualquier casa de estos parientes, siendo que esa era la ciudad de David (Luc.2.11) y solo por ser José de la descendencia del gran rey David, él hubiera sido recibido por cualquier residente de Baith Lejem.
El hecho de que hubiera gran aglomeración de personas en Baith Lejem no significa que José y María hubieran sido abandonados en cualquier sitio, como si a nadie le importara la familia de un descendiente de la casa de David que está por nacer. Entendiendo el contexto cultural y el origen de José, es posible que alguna de las familias de la ciudad de David, los recibieron en su casa, pero al no tener habitación disponible y tal vez ellos mismos buscando privacidad, aceptaran quedarse en un lugar o habitación en la parte de abajo de la casa donde se guardaban los animales por la noche.
Sin embargo, podemos pensar, que probablemente después de nacer el niño y de la visita de los pastores, ellos fueran ubicados en una habitación más acorde con la situación y allí pasaron los ocho días para circuncidarle (Luc. 2.21)
CONCLUSIÓN
Respondiendo la pregunta: ¿Nació nuestro Salvador un 25 de diciembre? La respuesta es no.
Entonces, ¿Qué celebra el mundo en Navidad? Si nada en la Biblia indica que Yeshúa nació un 25 de diciembre. Los escritores de la Besorah (las Buenas Nuevas) tampoco sabían la fecha o no lo consideraron importante. Recuerde que los תַּלְמִיד talmidim (discípulos) vinieron a conocer a Yeshúa cuando Él era como de treinta años. Y no se registra ninguna referencia a su “cumpleaños”.
Sabemos que Roma celebraba las Saturnales, que eran unas fiestas con las cuales los romanos rendían honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y que originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno. También los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del Natalis Solis Invicti (la natividad del dios Sol Invicto).
Unos doscientos años después de Yeshua, Roma consagró como único dios del panteón romano al dios Sol Invicto, con la intención de dar a todos los pueblos del mundo globalizado por Roma, un solo dios en quien ellos podrían creer sin traicionar a sus propios dioses.
Unos 300 años después de Yeshúa, el emperador Constantino permitió el cristianismo en el imperio romano, surgiendo posteriormente la iglesia católica, quien usando la misma premisa romana “un solo dios”, uso la misma fecha de la fiesta de Natalis Solis Invicti como la fiesta del Natalis Iēsus, en español Natividad de Jesús.
Es evidente que nuestro Salvador no nació un 25 de diciembre, sino en un tiempo de gran gozo, como lo puede ser en tiempos de una de las tres fiestas en las que hay que presentarse ante Hashem, en primavera, para Pesaj que significa el gozo de la salida del mundo, en verano para la Fiesta de la Cosecha que es el gozo de la separación de trigo y cizaña o para el gozo de la Fiesta de Sukkot que es el gozo de la cosecha de los frutos, pero espiritualmente es el gozo, de recibir el cuerpo incorruptible para la venida de Mashiaj y el inicio de su reino en la tierra.
No sabemos por qué el Señor no quiso darnos su fecha de nacimiento, y puede ser porque Él nos quería enseñar que es más importante lo que hacemos con nuestra vida después del nacimiento, cuando somos consientes de nuestros actos para que cuando dejemos este mundo lo hagamos con un buen nombre (buena fama) como enseña Ecle 7.1
Mejor es el buen nombre que el aceite fragante, y el día de la muerte que el día del nacimiento.
Shalom
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