¿Quiénes son los Impíos?

 



La palabra impío puede hacernos pensar que se refiere a un ateo o alguien, que no ha sido por gracia escogido para ser del pueblo de Mashiaj, también algunos estudiosos enseñan que los impíos son los goyim o las naciones pecadoras.

Por lo tanto vamos a preguntarnos: 

¿Qué es un impío?

Escudriñemos

La primera vez que la palabra “impío” aparece por primera vez en nuestras traducciones bíblicas al español, en Gen.18.23 que dice en hebreo.

וַיִּגַּ֥שׁ אַבְרָהָ֖ם וַיֹּאמַ֑ר הַאַ֣ף תִּסְפֶּ֔ה צַדִּ֖יק עִם־רָשָֽׁע

Casi todas nuestras traducciones bíblicas al español enseñan que este pasaje dice:

Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?

Pero en hebreo el versículo dice:

Y se acercó Abraham y dijo: ¿en verdad barreras al צַדִּ֖יק (tzadik) con el רָשָֽׁע (rasha’)

Para comprender mejor lo que realmente enseña el verso, tenemos que conocer que significan la palabras hebreas "tzadik" que han traducido al español como “justo” y "rasha’" que han traducido como impío.

La palabra hebrea צַדִּ֖יק (tzadik) tiene el sentido de ser una característica de un hombre justo, pero sabemos que no hay justos sino los que Yehoshua por la fidelidad de sus promesas a justificado y ser justificado significa: que a esa persona, Yehoshua lo ha hecho un hombre no culpable. En otras palabras “no pecador”.

Por otro lado la palabra hebrea רָשָֽׁע (rasha’), tiene el sentido de ser una característica de un hombre culpable, alguien que está condenado por causar mal y solo está a la espera del juicio.

Por lo anterior una mejor traducción de este pasaje es:

Abraham se acercó y dijo: “¿Barrerás al inocente con el culpable?

La palabra impío aparece en las traducciones al español de la Biblia unas 260 veces y de éstas el 96% la encontramos en el Antiguo Testamento, traducida desde la palabra hebrea רָשָֽׁע (rasha’), que en plural es rashaim. En el llamado Nuevo Testamento la palabra impío la han traducido de la palabra griega ἀσεβής, ές asebés y el sentido o significado que se le da es de una persona culpable, o alguien sin el debido respeto por lo sagrado.

Es importante que cuando escudriñemos acerca de la traducción impío, ya sea traída del hebreo rasha´ o del griego asebés, notemos que la mayoría de las veces estás palabras se presentan en comparación con la palabra hebrea Tzadik, justo o justificado por Dios y con la palabra griega díkaios, que significa; ser recto, inocente, sin culpa y también se opone al griego "Hamartōlos", que describe a alguien que es un pecador, pero que Yeshúa puede llamar para hacerlo un tzadik, es decir, quitarle la culpa (Mrc.2.17).

Comprendiendo todo esto revisemos algunos de los versículos que nos ayudarán a entender que significa lo que han querido decir los traductores con la palabra impío y quienes son los impíos.

Iniciando con Gen.18.23, encontramos que Abraham, un justificado intercede por su sobrino Lot, a quien él presenta como un justificado, es decir, alguien sin culpa (2 Ped.2.7), dentro de una comunidad rashamin, gente culpable.

Gen.18.25, Abraham intercede para que Hashem ejerza un juicio justo y no trate de la misma manera al inocente (tzadik) con el rasha’ (culpable)

En 1Reyes 8.32, vemos que el Rey Salomón está orando en el traslado del arca del pacto al nuevo templo y en esa oración hace referencia a cuando alguien hace algo malo contra otro dentro de la congregación. Aquel que hizo lo malo, será obligado a jurar ante el altar (del sacrificio) en el nuevo templo. Este es un juicio en el que se le da la oportunidad al acusado de defenderse o confesar lo malo que ha hecho, y será Hashem quien juzgue si esa persona es inocente (justificado) o culpable (rasha’). 

Vemos que Hashem juzgará a sus siervos, condenando al רָשַׁע rashá (que traducen impío). Esto es un juicio dentro de la congregación. Esto mismo podemos leer en 2 Cro.6.23.

En 2 Cro.19.2 observamos que el rey Josafat de la Casa de Judá se unió al plan del rey Acab de la Casa de Israel para una guerra en la cual muere Acab, y al regreso de Josafat un enviado del Señor le habló y le dijo refiriéndose a los planes de Acab; “al rasha’ (impío, culpable), das ayuda y amas a los que aborrecen a Hashem”.

Aquí vemos igual que en 1 Rey.8.32 y 2Cro.6.23, que hay un tzadik (Josafat) que escucha los planes de un rasha’ (Acab) y se va a una guerra, que no vino de la Palabra de Hashem. El rasha’, Acab, morirá y al tzadik, Josafat, se le hará entender que los rashaim aborrecen la Palabra de Hashem. 

El libro de Job es un gran testimonio de lo que es un rasha’ (culpable) y un tzadik (justificado sin culpa). En el verso 1, este libro nos deja ver que Job era un justificado por Hashem, muy parecido a Noaj (Noé), sin embargo sufrió una pérdida muy grande, no por culpa de él, pero dentro de su familia habían rashaim. Para los que quieran revisar el tema de Job pueden ver el escrito ¿Volvió Satanás al Cielo a Presentarse ante Dios?

La expresión más clara de lo que es un rasha’ y un tzadik lo podemos encontrar en Salmos.1.1 que dice en la traducción hebrea:

Hay felicidad en un ish (varón) que no caminó en planes de rashaim (culpables) y en caminos de חַטָּאּים jataim (practicantes de pecados) no se detuvo, y no habita en asentamientos de personas de doble ánimo.

Este pasaje nos continúa enseñando lo que es un rasha’, que han traducido al español como impío. Notemos que un varón es feliz, si no, se deja influenciar por los planes (caminos) de los rashamin, ni sigue los planes de los practicantes de pecados, es decir los pecadores.

Esto nos enseña que hay rashamin y hay jataim, los que practican pecados, y para que un varón sea bienaventurado, no debe entrar en planes ni de rashamin, culpables, ni de jataim, gente que no están en la obediencia de la Torah, porque obedecen a otros dioses y por tanto, viven practicando la transgresión de la Palabra de Hashem. Estos son los que aunque se les hable de Dios y su Torah (instrucciones de Dios) no entenderán. 

En palabras simples, si un varón de Hashem, se deja seducir y se “asienta”, es decir, se establece (acepta) los planes de los rashaim dentro de su congregación, terminará siendo un jataim, practicante del pecado, mejor dicho, un pecador fuera de la kajal (congregación de Dios).

También podemos ver que los rashaim son de doble ánimo (Stg.1.8), alguien que actúa con hipocresía, pueden estar en la kajal, pero están pensando en su propio beneficio con lo cual pueden dañar a los justificados.

El varón feliz, sin culpa, se deleita en la Torah y en ella confía de día y de noche (Salm.1.2) y por eso es como un árbol junto a canales de agua (cerca de la Torah)  la cual recibirá  en sus raíces (mente) y esto lo hará dar fruto a su tiempo y su follaje no se marchitará (tendrá vida eterna) y lo que emprenda, dentro de los planes de Hashem tendrá éxito (Salm.1.3).

A diferencia del varón feliz, el rasha’ (culpable, traducido impío) será como hojarasca en el aventador (Mt.3.12), donde el grano de trigo por su peso, caerá en la “Era del Cosechador”, mientras que la cizaña sin peso será llevada por el viento (Salm.1.4)


Vemos en Salmo 1.5, que los rashaim, no se sostienen en el mishpat (juicios de la Torah). Cuando un justificado le muestra a un rasha’, por testimonio de la Torah, que están equivocados en sus planes de doble ánimo, estos no pueden sostener un debate y se violentan. Esto es lo que enfrentaba el enviado Shaul cuando por medio del testimonio de la Torah, presentaba a Yehoshúa como el ungido, el Mashiaj salvador esperado (Hech.17.2-6). El enfrentó a los de doble ánimo reprendiendo a los rashaim y recibió reproche y deshonra (Prov.9.7).

El Salmo1 termina enseñándonos que los rashaim no permanecerán en la congregación de los justificados porque el Señor es quien conoce los planes (caminos) de los justificados, porque él mismo los planeó (Jer.29.11), pero también conoce los caminos de los rashaim y nos dice que los planes de estos perecerán.

En el salmo 37.1, encontramos que el salmista exhorta a no envidiar a los que hacen "עַוְלָֽה" ('avlah), palabra hebrea que significa mentir con respecto a la Palabra de Dios, es decir, los que tuercen las Escrituras. 

En Prov.4.14 dice:

No entres en la senda (planes) de los impíos (rashaim) ni vayas por el camino de los malvados (רָעִֽים raa’im). La palabra hebrea "raa'im", designa a los que son  pecadores porque no siguen ninguna instrucción (Torah) de Dios, sencillamente porque no creen en Dios.

Lo que nos enseña este verso es que hay dos tipos de culpables, los que conocen la Torah y se vuelven rashaim y los que no reciben ni aceptan Torah y por tanto sus caminos, sus vidas se fundamentan en la práctica del pecado, estos son los רָעִֽים raa’im, que es diferente a rashaim. Estos raa’im viven su vida sin Torah y aunque se la den no la reciben, como nos enseña Salmos 147.19-20

Declara su palabra a Jacob (judíos), y sus estatutos y sus juicios a Israel (gentiles kadosh). No ha hecho así con ningún otro goy (gentil, nación); y en cuanto a sus debidos procesos (Torah), no los han conocido. ¡Aleluya!

El salmista esta diciendo que Dios le da su Torah a los que Él escoge, sean judíos o gentiles, pero que no le da "instrucciones" a ningún otro que Él escoja. Sin embargo los "rashaim" (impíos) se infiltran en las congregaciones para "vigilar" como hacer daño torciendo la Palabra de Dios (Jer.5.26).

El profeta Ezequiel es ordenado por el Señor a advertir a los rashaim (impíos) que están en pueblo para que cambien sus planes. (Ezq.3.18-19). También por medio de Ezequiel, Hashem deja ver que el rashaim que haga “shuva” retorno vivirá (Ezeq.18.21), (1Cor.6-911). Y también le advierte al justificado (tzadiq) que si se “asienta”  en los planes de un rashaim puede morir eternamente (Ezq.18.24)

El profeta Habacuc explica; por qué la Torah es entorpecida, y dice que es porque el rasha’ asedia al justificado (Hab.1.4) y el único que podía detener ese asedio del rasha’ sobre el tzadik era Hashem, viniendo en su gloria disminuida como Yeshoshúa HaMashiaj (Hab.1.5) y  que volverá para hacer juicio y destrozar la cabeza del rasha’ (Hab.3.13)

Note que Habacuc está hablando de un rasha’ en específico, es decir, Satanás que estando en la Kajal de Hashem, sedujo con sus planes a la tercera parte de los servidores, también sedujo al primer Adán y continua buscando arrastrar en sus planes a "la mujer", es decir a la congregación (1 Pedr.5.8-9) y destruir a la "simiente" (Rev.12.4). Pero escrito esta que aunque asedie a los justificados, a través de sus rashamin (servidores), Yehoshúa HaMashiaj vendrá a destrozar su cabeza (Gen.3.15), (Rom.16.20).

Malaquías, en Malaq.3.18, confirma lo anterior, profetizando sobre el juicio final en donde se distinguirán los justificados de los culpables, como también esta escrito en Mt.13.49 y Mt.25.32-33.

Hay muchos versículos más que testifican qué y quiénes son los rashaim, palabra que han traducido como impíos, pero cerraré este estudio con la carta de Judas, la cual precisamente él envía para que todos los justificados (tzadiqim) luchen ardientemente contra los impíos infiltrados en sus congregaciones, como muestra Judas.1.4:

Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes se había escrito para esta condenación, impíos (asebés, rashaim) que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Yehoshúa HaMashiaj.

Judas dice de los asebés (rashaim), es decir los impíos, blasfeman las cosas que no entienden (Judas 1.10), se han establecido en el camino de Caín y se extraviaron por el dinero como Balaam (Judas 1.11) participan en las fiestas del señor, pero son como árboles que no dan fruto (Judas 1.12), andan tras sus propias pasiones y hablan con arrogancia y adulan para obtener beneficio (Judas 1.16)

Conclusión

¿Qué es un impío?

Antes de responder la pregunta, recordemos que Hashem/Yehoshúa sacó de Egipto (el mundo) a una nación para Él y esta nación estaba formada por descendientes de Israel y gentiles (kadosh), que se separaron del mundo (Éxo.12.37-38). Con esto el Señor separó (santificó) una nación del resto de las naciones del mundo.

A esta nueva nación Hashem le otorgó su Torah (instrucciones, Ley), pero las naciones del mundo quedaron con las leyes de hombre, que ellos mismos crearon y a los goyim (gentiles) de esos pueblos no les interesa ni la Torah de Hashem, ni desarraigar de Hashem a los justificados porque para ellos, no existe Dios, por tanto, no existen los justificados y menos vida eterna. Esos son "los ra'aim", los malvados.

A quien si le interesa destruir a los justificados (tzadiqim) es al primer rasha’, Satanás, porque él y sus ejércitos, creen en Dios y tiemblan, por lo que Él ha establecido para ellos. 

Desde el nacimiento de la Nación Santa (Kadosh) de Israel, el primer rasha’  ha infiltrado dentro de la congregación a los rashaim (impíos) para que tomen el control de los planes (mente) de los que son llamados a ser tzadiqim (justificados por Dios) y llevarlos a pensar como decía el profeta Isaias sobre el pueblo que dejo de confiar en Hashem y deposito su confianza en lo terrenal hasta llegar a decir: "comamos y bebamos que mañana moriremos" (Isa.22.13).

Recordemos como Yeshúa llegaba a las congregaciones y expulsaba a los demonios de algunos que estaban sentados en las sinagogas participando de sus reuniones y hasta salió de la tierra de Israel hacia otras naciones porque sólo Él sabe dónde están sus “ovejas perdidas” y así librarlas del rasha’, Él mismo para entregar esa oveja a un justificado que la ayude a regresar al redil. 

Por el contrario, el rasha’ principal (Satanás),  por medio de sus rashaim (impíos) busca lograr torcer la Torah, mezclando Palabra de Dios con palabra de hombre. 

Cuando un justificado (no culpable) se "asienta" en los planes de un rashaim, pasa a ser un rashaim (culpable) y si continua establecido en esos planes termina siendo un raa’im (malvado pecador). Al terminar como raa'in ya no es de la nación santa de Dios,  sino un apóstata, alguien que se apartó de la fidelidad y se hizo de cualquiera de las religiones de las naciones del mundo abrazando sus leyes.

Estos impíos (rashaim), son culpables al  servir al rasha’ principal (Satanas), estos son los que hacen el mal dentro de las congregaciones, influenciando con mentiras, quitando y agregando palabras de hombres a la Palabra de Dios. De manera que los tzadiqim (justificado por Dios) se aparten de la Palabra de Dios y se emocionen con las riquezas terrenales, al grado que terminen diciendo: "comamos y bebamos que mañana moriremos".

Estos impíos son líderes en muchas congregaciones, donde con su doble ánimo (palabra de Dios y palabra de hombre) buscan su propio beneficio y se han infiltrado astutamente, para convertir la gracia en libertinaje, tomando el lugar que le corresponde al Rey de Reyes, estos son los rashaim’, los llamados impíos

Shalom


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