M uchos creyentes se sienten confundidos cuando el shaliaj (emisario) Shaul dice en Gálatas 3:13, según la mayoría de las traducciones:
"Cristo nos redimió de la maldición de la ley"
La pregunta es: ¿Qué quiso decir?
Escudriñemos
Lo primero que debemos saber, es que la palabra “maldición”, que se nos ha enseñado; como el deseo de que a otro le vaya mal, o le ocurran cosas malas, es un término que en hebreo no quiere decir eso, de hecho, el término “maldición”, lo han traducido de varias palabras hebreas que no expresan malos deseos, sino en algunos casos algo peor.
La primera vez que el término “maldición” es encontrado en la Biblia es cuando Dios lo usó en Gen.3.14, para profetizar al “najash”, el serpiente, lo que le pasaría, por lo que hizo. El verso dice en hebreo:
Y dijo Adonai Dios dijo al serpiente: 'Por haber hecho esto, maldito (אָר֤וּר arur) tú de todas las bestias (behema) y de todo animal (jayat) del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Según la traducción al español de este verso, Dios está deseándole mal a un animal, para que ya no esté entre los “behema”, animales cuadrúpedos, y entre los “jayat”, animales bípedos, y quede como un “remesh”, es decir como un animal que se arrastra.
Pero debemos recordar que en Dios no hay “mal”, por tanto, es muy difícil pensar que Dios le desea mal a un animal, más aún cuando un animal, no es un ser moral que puede distinguir si sus acciones son buenas o malas.
La palabra hebrea אָרַר ; arár, que generalmente es traducida al español como “maldición” y de donde se origina “arur”, “maldito” y “arurah”, “maldita”, tiene muchos usos, que indican el sentido de “frustrar”, “restringir”, “limitar”, desconectar o desarraigarse de algo.
Desarraigar tiene el sentido de arrancar de raíz una planta, en el sentido bíblico es perder los vínculos afectivos que se tenían con alguien.
Cuando la palabra hebrea “arár” fue llevada al griego, la tradujeron con la palabra griega “katára“, que significa “execración”, palabra que, según la Real Academia de la Lengua, significa: Pérdida del carácter sagrado. También podemos encontrar que cuando “arár” fue llevada al latín, la tradujeron como; “exsecrari”, la cual es una palabra compuesta del prefijo “ex” y la palabra “secrari”, “ex” significa “fuera o desde” y secrari, da origen a la palabra “sacrum”, es decir, sagrado.
Por lo tanto, la palabra hebrea “arár”, que indica el sentido de algo arrancado de raíz y que tradujeron al griego, “katára”, con el sentido de algo que es echado fuera de lo sagrado, nos llegó al español como; “maldición”, que, en realidad, no se trata de desearle mal a alguien, sino que tiene el sentido de que ese alguien o algo “ha sido echado fuera de lo sagrado”, en otras palabras, desarraigado de la vida eterna.
De acuerdo a lo anterior el verso de Gén. 3.14, no debe entenderse como una maldición de Dios contra un animal, sino que el “najash” (serpiente), por sus acciones, perdió su vínculo con Dios, fue separado de entre los animales y bestias y cayó de ser él animal más astuto, a un ser que se arrastra sobre su vientre, como un gusano, que no es astuto.
Otro ejemplo donde vemos que supuestamente Dios está deseando males a alguien es Gen.3.17. Veamos:
Y a Adán dijo: Por cuanto escuchaste la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él. Maldita (arurah) la (adamah) tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Si vemos este pasaje con el entendimiento del significado de la palabra hebrea “arár”, que en este caso se escribe en femenino, “arurah”, debemos comprender que Dios no está deseando males a la tierra que Él mismo creó, sino que está profetizando lo que ocurrirá por la transgresión de su mandamiento, no porque Dios le desee, mal a los humanos y ahora quiere castigar la tierra, sino porque ellos han causado que la “adamah”, no la “eretz, tierra”, sea desarraigada.
Para una mayor comprensión debemos recordar que la “Adamah”, que tradujeron tierra, es diferente a la “eretz”, que se refiere a toda la tierra. En cambio, la Adamah, es la porción de tierra donde se posó el Gan Eden, la Jerusalén Celestial (Gen.2.9). Esto quiere decir, que la tierra, el planeta, no fue maldito, sino que, Dios anuncia, que la Jerusalén Celestial será arrancada de la tierra, debido al pecado del hombre y que, sin ella en la tierra, el hombre tendrá una vida difícil que terminará en la muerte, cosa que no será en la Jerusalén Celestial (Rev.21.4)
También el verso de Gen.4.11, es otro ejemplo de la palabra “arár” usada como maldición, porque dice:
Ahora pues, maldito (arur) seas tú de la tierra (adamah) que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano de tu mano
En este pasaje, si entendemos que Dios está deseando males a Caín, chocaremos nuevamente con el carácter de Dios, pero si lo vemos de acuerdo al sentido usado en hebreo, Dios está diciendo o profetizando, que Caín es “arur”, es decir, desarraigado de la Adamah, el lugar de la Jerusalén Celestial, que acogió la muerte de Abel, es decir, que atestigua contra Caín.
Todos estos versos, son ejemplos en los cuales las traducciones enseñan que Dios maldice, cuando no es así, sino que, los que han estado en contra de la voluntad de Dios, ellos mismos se desarraigan y Él solo les dice o profetiza, lo que les sucederá en el futuro.
Pero también, según las traducciones bíblicas, los humanos se maldicen entre sí, por ejemplo, cuando Noé, “maldijo” a Canaán Gen.9.25, hijo de Cam, por la traducción, se entiende que le desea que fuera esclavo de Sem y de Jafet, pero en realidad, le está profetizando a Cam, qué producto de lo que ha hecho, en el futuro, su descendencia será desarraigada de Dios.
Otro claro ejemplo de “maldición”, es lo ocurrido con Jezabel, una princesa de los Sidonios, que estaba desarraigada de Dios por lo que había hecho, no porque alguien la maldijo, como lo muestran las palabras de Jehú en 2 Reyes 9.34
Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver aquella maldita (arurah), y sepultadla; que al fin es hija de rey.
Notemos que Jehú no le desea males a Jezabel, ella ya había sido arrancada de raíz, del amor de Dios y no pertenecía al pueblo escogido, porque ella exhibía amor o “arraigo a Baal”.
Con este entendimiento revisemos el pasaje del apóstol Shaul cuando dice en Gálatas 3:13, que “Cristo nos redimió de la maldición de la ley”.
Veamos el pasaje en griego interlineal:
En griego literal dice:
El ungido a nosotros nos compró hacia afuera, fuera de la katára (maldición) de la nomos (la ley), habiendo llegado a ser por nosotros katára (maldición), porque ha sido escrito epikatáratos (maldito) todo el colgado sobre madero
Si entendemos este pasaje en la manera tradicional, parece decir que Mashiaj, vino para redimirnos (comprarnos), de la katára o maldición que alguien pronunció contra todo el que sigue la Torah, es decir, que todo el que sigue la Palabra de Dios, queda maldito. La traducción también parece decir, que Mashiaj se hizo un maldito al sacrificarse por nosotros.
Para entender mejor este pasaje, es importante notar que Shaul en la parte final del versículo está citando Deu.21.23 que dice:
no dejarás que su cadáver pase la noche en el árbol; lo enterrarás el mismo día, porque (“קְלָלָה Qelaláh”) maldito de Dios el colgado. Así no harás impuro el suelo (la Adamah) que Adonai tu Dios te da en herencia
Note la palabra griega “epikatáros”, que viene de “katara”, la tradujeron como maldito, pero en Deu.21.23, la palabra hebrea usada para maldito no es “arur”, sino “qelalah” que en hebreo tiene el sentido de algo vilipendiado, humillado o pérdida de honra.
Si nos guiamos por el sentido hebreo de la palabra “arar” y de la palabra “qelalah”, podremos comprender que el apóstol Shaul en Gál.3.13, está diciendo lo siguiente:
El Mashiaj nos redimió de estar desarraigados, echados fuera de la Torah, habiendo llegado a ser por nosotros desarraigado, porque ha sido escrito, humillado el colgado.
Lo que Shaul quiere decir en este pasaje es que; justo antes de la venida de Mashiaj, el pueblo de Dios estaba siendo enseñado en palabras de hombre, que eran la mezcla de la torah con tradiciones de los ancianos, en las cuales enseñaban que el ungido, sería un hombre guerrero que nacería para liberar a Israel de los opresores romanos, pero no enseñaban, que Dios mismo, disminuyendo su poder y humillándose en semejanza de hombre, vendría a anunciar que mediante su humillación en la cruz, quedaría abierta la liberación para todo el que aceptará su sacrificio y viviera dentro de sus mandamientos y promesas.
Por eso el apóstol cierra Gál.3.13, diciendo que Yeshúa se desarraigó, se desconectó de su naturaleza de Dios todopoderoso, eso no es hacerse maldito, eso es mostrar su amor entrañable por los suyos, cumpliendo su promesa de que vendría y se humillaría como el colgado, para ser la puerta de la Salvación.
Todo el que tenía entendimiento en la Torah, debió darse cuenta de que Shaul en este pasaje de Gál.3.13, estaba parafraseando la Torah en Deu.21.23, que expresa el cumplimiento de Gen.3.15 y de Isaías capítulo 53.
Conclusión
La pregunta es: ¿Qué quiso decir el apóstol Shaul con: “Mashiaj nos redimió de la maldición de la Torah
Lo que el apóstol, quiso decir fue:
“El Mashiaj a nosotros nos libró de estar desarraigados de la promesa de su venida y sacrificio, y esta liberación la hizo cumpliendo su promesa inmutable, que ya estaba escrita: que Él disminuiría su gloria para ser colgado en un madero en vez de nosotros”
Shalom
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