¿Siete Iglesias?


El Libro de Revelaciones de Yehoshúa HaMashiaj, inicia con estas palabras:


La Revelación de Yehoshúa HaMashiaj que le dio Elohim (la plenitud), para mostrar a los siervos de Él, lo que debe suceder en breve y la dio a entender enviándola mediante el mensajero de Él, al siervo de Él, Juan (Rev.1.1)

Luego vemos en la primera parte de Rev.1.4, que dice:

Juan a las siete congregaciones que están en Asia

Después vemos en Rev.1.11, que dice:

Escribe lo que ves en un rollo, y envíalo a las siete congregaciones : a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea.

Esto nos lleva a hacernos tres preguntas:

  1. ¿Este mensaje es para congregaciones o para los siervos de Yeshúa?
  2. ¿Por qué el mensaje es solo para siete congregaciones en Asia?
  3. ¿Por qué a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea?


Escudriñemos


Lo primero que debemos notar es que este documento no es una carta, es un mensaje de Yehoshúa HaMashiaj para sus siervos. La palabra “siervo” en hebreo viene del verbo עבד ('abad) que significa trabajar y del sustantivo עבד ( 'ebed ), que se refiere a alguien que le sirve con su trabajo a otro, por lo tanto, el mensaje es para los que le sirven a Yehoshúa, o sea, para los santos y fieles en todas las congregaciones que existieron, existen y existirán hasta el regreso de Mashiaj.


Un siervo de Yeshúa es alguien como Juan a quien Yehoshúa reconoce como siervo, porque él da testimonio de la torah y testimonio de Yehoshúa HaMashiaj (Rev.1.2), quiere decir que aquel que no exhiba torah y testimonio, no es considerado por Yeshúa como su siervo.


El contexto del mensaje es que han pasado unos 60 años después del ascenso de Mashiaj y Juan se encuentra en la isla de Patmos que está ubicada frente a la costa occidental de Asia. Para este tiempo Juan representaba la última autoridad nombrada personalmente por Yeshúa, y las congregaciones se habían multiplicado por todo el imperio romano.


El problema fue que cuando desaparecieron los apóstoles y las congregaciones crecieron a cientos o miles exhibiendo torah y testimonio de Yeshúa, también creció la infiltración de los falsos profetas y falsos maestros por eso los apóstoles enviaban cartas de exhortación a perseverar en la torah y el testimonio y desechar las palabras de hombres. Pablo sabia de esto por eso dijo: "la noche (oscuridad) esta avanzada y el día (regreso de Mashiaj) se acerca" (Rom.13.12). Hoy vivimos lo mismo.


Quiere decir que con el paso del tiempo y sin apóstoles, la torah y el testimonio fueron “apagados” en las congregaciones y lo que empezó a “alumbrar” fue la palabra de hombres, sin embargo en cada una de esas congregaciones había un remanente de siervos de Mashiaj que leían y escuchaban su mensaje profético.


En este contexto, el mensaje profético de la Revelación de Yehoshúa no puede ser solamente para siete congregaciones en Asia, eso querría decir, que el resto de las miles de congregaciones estaban haciendo todo tan bien las cosas, que no necesitaban este mensaje o que Yeshúa estaba haciendo acepción de personas. 


Para comprender esto debemos recordar que el libro de la Revelación de Yehoshúaj HaMashiaj es profundamente simbólico, por tanto el número con el que se refiere a siete congregaciones, no es más, que un simbolismo de una plenitud de congregaciones que se fueron formando después del ascenso de Mashiaj y que continuarán formándose después de Juan y hasta que regrese Yeshúa.


Claramente el mensaje es dirigido a los que son siervos de Yeshúa que se encuentran congregados en la plenitud de esas congregaciones, sean líderes o miembros, para que examinen a los que se han sentado en la cátedra de Moisés, o sea, los mensajeros de esas congregaciones si lo que dicen es de la torah y el testimonio o es de sus propias palabras (Mt.23.3). Por eso cada mensaje a las congregaciones termina con “el que tiene oídos oiga lo que la Ruaj dice”.


Un detalle importante es que que en el tiempo de los apóstoles, las congregaciones no eran dirigidas por un solo hombre sino por varios (Hech.14.23, Hech,15,4), pero después de los apóstoles las congregaciones fueron gobernadas con el estilo del gobierno romano, un solo hombre era la autoridad, así surgen los “epískopos”,  palabra griega que traduce al español “obispo”. Epískopos” es una palabra compuesta de “epi”, que significa arriba y “scopus”, que significa observador o supervisor. 


Quiere decir que después de los apóstoles, las congregaciones dejaron de ser lideradas por un consejo de apóstoles y ancianos, y pasaron a ser congregaciones sometidas a un solo hombre que las gobierna mientras los congregados se rinden ante esa autoridad y no ante Yeshua.


Por esta razón el mensaje profético de Mashiaj tiene dos destinatarios, uno es el “obispo”, el mensajero de la congregación y otro es la congregación que se deja gobernar por ese "obispo".


Esto es lo que Yeshúa llamó el “misterio de las siete estrellas y los siete candelabros de oro”. Y lo reveló diciendo que “Las siete estrellas eran la plenitud de mensajeros (líderes, obispos), que deben entregar la Palabra de Dios en la plenitud de las congregaciones y los siete candelabros, son la plenitud de las congregaciones” (Rev.1.20).


Para entender este simbolismo de estrellas y candelabros, debemos recordar que un mensajero de Yeshúa tiene que ser alguien a quien Yeshúa le entrega un mensaje, el cual debe ser llevado sin añadir ni quitar nada. Más aún si ese mensajero está en Su diestra.  Observemos que lo que sale de la boca de Yeshúa para el mensajero es la espada de doble filo (Rev.1.16).


El hecho de que el mensajero sea una estrella, es un simbolismo de que las estrellas son parte del cielo y como tal deben contar (enseñar) la Gloria de Dios (Sal.19.1), deben reinar en la oscuridad (Sal.136.9), deben alabarlo (Sal.148.3).


Y en cuanto al misterio de los siete candelabros, se refiere a un simbolismo de la Menorah de oro que estaba ubicada en él Lugar Santo dentro del Tabernáculo (Ex.26.37) y que debia ser levantada para alumbrar el camino al Lugar Santísimo


Todo este simbolismo significa, que el misterio es que, los líderes de la plenitud de congregaciones deben enseñar, sin agregar ni quitar a la Palabra de Dios, para que no haya oscuridad en las congregaciones sino que alaben a Elohim, así la plenitud de las congregaciones se convertirán en Menorah, o sea, en congregaciones que alumbran el camino al Cielo para todos los congregados.


Ahora la pregunta que nos surge es: ¿Porqué solo congregaciones de Asia, si existían muchas más por todo el imperio? y ¿Por qué Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea?


Para responder esa pregunta debemos primero preguntarnos ¿qué era “Asia”? Asia en tiempos de los apóstoles era el nombre que le dieron los romanos a un territorio en lo que hoy es la parte occidental de Turquía, pero antiguamente este territorio tenía otro nombre.


Unos 1,700 años antes de Mashiaj, lo que hoy es Turquía fue poblada por los descendientes de Het hijo de Canaan (Gen.10.15) del que descienden los “Hititas”, quienes fueron parte de las “diez” naciones que Hashem entregaría  para juicio de manera que sus escogidos recibirán la tierra prometida (Gen.15.19).


Los Hititas fue la primera de una plenitud de naciones idólatras de las que el “remanente” fue advertido por Moisés para que se apartaran de ellos, porque  sino los harían apostatar mediante la cultura y religión pagana (Deu.7.1-5).


Con el tiempo ese territorio se fue poblando de gente de origen griego, quienes fueron mezclando su filosofía, idolatría y cultura con el paganismo hitita, dando un nuevo nombre a ese territorio, Anatolia que significa “lugar del sol naciente”. Anatolia terminó siendo una región con diferentes tribus, naciones, pueblos y lenguas, todas con sus propias culturas y religiones, a al cual mas tarde conquistaron los Persas trayendo consigo la forma de vida y religión de Babilonia.


Unos 200 años antes de Mashiaj llegaron los romanos y mezclaron sus cultura y dioses con los que ya existían allí, así surgió la provincia romana de Asia la cual fue formada de las ciudades que estaba en la costa occidental de lo que hoy es Turquía. Esta provincia fue formada de las ciudades que estaban más cerca del mar, o sea, a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Por su cercanía al mar estas naciones o ciudades fueron favorecidas por el comercio con todas las naciones del imperio establecidas en las costas del Mediterráneo.


Con el apoyo de Roma esas ciudades se hicieron muy prósperas y en agradecimiento, algunas de ellas levantaron templos y estatuas a los emperadores como si fueran unos más de sus dioses. Las ciudades más idólatras respecto a los emperadores fueron Pérgamo que le rindió culto a Augusto, Esmirna a Tiberio y Efeso a los Flavios.


Con todos estos datos históricos en mente, podemos decir en términos espirituales que, “Asia" es un simbolismo del mundo y las siete ciudades son el símbolo de la plenitud de todas las gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación con sus diferentes religiones, cultos, dioses y el amor a las riquezas terrenales. 


En el sentido espiritual, en ese ambiente cultural, religioso y de amor al dinero, han sido fundadas la plenitud de las congregaciones de Mashiaj en el mundo a las cuales con relativa facilidad se infiltraron y se siguen infiltrando hombres impíos que se hacen pasar por mensajeros de Yeshúa, pero lo que buscan es pervertir la gracia de Elohim en libertinaje usurpando el lugar de nuestro único dueño y señor Yehoshúa HaMashiaj (Jud.1.4)


Conclusión 


¿Este mensaje es para congregaciones o para los siervos de Yeshúa?

El mensaje es para los que son siervos de Yeshúa, que pueden ser tanto los líderes como los congregados en todas las asambleas de todos los tiempos y que se reconocen porque exhiben la perseverancia en la torah y el testimonio de Yeshúa, no en palabras de hombres.


¿Por qué el mensaje es solo para siete congregaciones en Asia?

El mensaje no es ni para Asia ni para siete congregaciones, Asia es un simbolismo del mundo en cual hay una plenitud de congregaciones que han sido infiltradas por hombres que han robado la autoridad de Yeshúa y se han dejado seducir por la cultura, la religión y el amor al dinero al grado que la misma congregación los idolatra como dioses.


¿Por qué a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea?

Porque se trata de un simbolismo de las diferentes tribus, lenguas, pueblos y naciones en las que se establecen congregaciones, que al poco tiempo son atraídas por las cosas que representan esas ciudades, obligando a los siervos de Yeshúa a perseverar en la "espada de doble filo", la torah y el testimonio de Mashiaj, para no hacerse a imagen o semejanza de las gentes de esas ciudades.


Shalom




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