¿Qué es el Evangelio?


Cuando nos preguntamos: ¿Qué es el Evangelio y qué implica evangelizar? Generalmente, respondemos que los Evangelios son los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, e incluso aceptamos que el Nuevo Testamento es el "conjunto de evangelios". Sin embargo, la verdad teológica es que no hay múltiples evangelios; hay un solo Evangelio, y eso es lo que exploraremos en este escrito.


I. El Origen y Sentido de “Evangelio”

La primera aparición de la palabra “Evangelio” en el Nuevo Testamento se encuentra en Mateo 4:23, donde se afirma que Yeshúa proclamaba "el evangelio del reino" en las sinagogas de Galilea 

La palabra en español “evangelio”, que aparece más de cien veces en el Nuevo Testamento, traduce el término griego euanguélion. Este vocablo se compone de eu (“bueno”) y angelion (“mensaje” o “noticia”), significando en conjunto “buena noticia”.

El término griego, a su vez, proviene del hebreo besoráh, que también significa “buena noticia” y deriva de la raíz basar. Aunque basar puede traducirse como “carne”, en este contexto se refiere al mensajero o persona (cuerpo) que trae la buena noticia, es decir, el anunciador.

En el Antiguo Testamento, elbasar” era el mensajero que anunciaba victorias decisivas al rey o al pueblo. En este sentido, Mateo 4.23, se refiere a que el Evangelio, la Buena Noticia es traída por Yeshúa (el basar divino), quien anuncia que "el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 4:17).

La buena noticia (evangelio) que Yeshúa anuncia, es la cercanía del Reino de los Cielos, una cercanía manifestada en Su propia presencia. Él es el Reino de los Cielos que se ha acercado en semejanza de ser humano. Por lo tanto, Él es tanto el portador de la Buena Nueva como el Evangelio mismo, trayendo un mensaje de sanidad y resurrección a los pobres (Mateo 11:4-6).

El término griego para “pobres”, ptojós, no se refiere únicamente al necesitado material, sino también a aquel que, como Moisés, es manso, es decir, que se somete voluntaria  y amorosamente al propósito de Dios.


II. El Evangelio: Una Promesa Cumplida

La Buena Noticia (el Evangelio) no es un evento nuevo, sino el cumplimiento de una promesa establecida por Elohim desde el principio.

El Evangelio es la Buena Noticia anunciada desde Génesis, donde se promete que Yeshúa traería sanidad y resurrección a aquellos que se someten a Él, como se revela en Génesis 3:15:

“Pondré enemistad entre ti (HaSatán) y la mujer (la congregación del Mashíaj), y entre tu descendencia (los que hereden tu pensamiento y obra) y la suya (los santos y  fieles). Él (Yehoshúa) te aplastará la cabeza (destruirá tu poder), y tú le herirás el talón.”

Esta promesa fue anunciada a Abraham (Génesis 22:18), simbolizada en el sacrificio del cordero de Pésaj (Éxodo 12), profetizada por Isaías (61:1-2), y finalmente manifestada por Elohim en semejanza de un ser humano (Lucas 4:16-21).

Por esta promesa, Isaías exhorta:

“¡Qué hermosos son sobre los montes [sobre los poderes de Satanás] los pies (los caminos) del basar (el que trae la Buena Nueva), que proclama el shalom (el pago), que trae la buena nueva (el evangelio) del Bueno (Elohim), que proclama Yeshua (salvación) y dice a Sión (la congregación): ¡Tu Elohim Reina! (Isaías 52:7)

Así, Yeshúa es tanto el mensajero como el evangelio: Él es quien destruye a HaSatán, paga el precio en la cruz y trae el Evangelio, para decirle a la congregación: ¡Tu Elohim tiene el control de todo!


Conclusión

El Evangelio, la Besoráh, la Buena Noticia, no son los cuatro libros de los apóstoles, ni los demás veintisiete escritos del Nuevo Testamento. El Evangelio es una sola verdad: Elohim vino en semejanza de un ser humano para redimirnos y retornarnos al diseño original.

Los 27 libros del Nuevo Testamento constituyen un testimonio integral del cumplimiento de esa promesa hecha en Génesis 3.15 y cumplida en Lucas 4:16-21 y que anuncia su plenitud en Revelaciones 22.12. 

Hay un solo Evangelio, el mismo que Pablo confirma a los Gálatas 1.4

“Él mismo se dio por nuestros pecados para rescatarnos de este aión malo (la vida pecaminosa con la que nacemos), conforme al propósito de nuestro Elohim y Padre (conforme a Su Plenitud y Origen).

Pablo exhorta a respetar ese único evangelio. Gálatas 1.8

Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al  que les hemos anunciado, sea maldito (desarraigado del Elohim).

Pablo no solo confirma que Yeshua es el evangelio, sino que no se debe aceptar que hombre o alguna divinidad diga que tiene o trae el evangelio, en otras palabras: que tiene poder para rescatar o liberar de la vida pecaminosa con que nacemos. 

Evangelizar es convertirnos en un anunciador del Evangelio, es decir, anunciar que somos libres mientras esperamos llegar a un nuevo Reino.

Shalom.


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