El Valor Profético de Colosenses 2:16-17


Muchos creyentes han adoptado la postura de que la dieta (Levítico 11), las Fiestas del Señor (Levítico 23), las observancias de la Luna Nueva (Números 28:11) y los días de reposo (Shabatot, Éxodo 31:13)—a pesar de haber sido establecidos por Dios como estatutos perpetuos—han sido abolidos.

La base principal de esta enseñanza es la declaración del Apóstol Pablo en Colosenses 2:16-17:

"Por tanto, que nadie os juzgue en comida y en bebida, o en parte de fiesta, o de luna nueva, o de sábados, las cuales son sombra de las cosas venideras, pero el cuerpo es de Mashiaj." (Col. 2:16-17).

Esto nos lleva a una pregunta crucial: ¿Pablo afirmó que la dieta, las Fiestas y los días de reposo ordenados como estatuto perpetuo están abolidos?


Entendiendo el Contexto

Para comprender Colosenses 2:16-17, es esencial examinar el contexto inmediato (Colosenses 2:1-15).

La principal preocupación del apóstol Pablo (Shaúl) es que los creyentes logren la plenitud del conocimiento del misterio de Dios. Este misterio se revela en el hecho de que Mashiaj es la Deidad misma, pues "en Él reside toda la plenitud de la Divinidad corporalmente" (Colosenses 2:9-10). Por lo tanto, el único camino para que el creyente alcance una plenitud semejante a la de Él es permaneciendo unido a Él a través de ese conocimiento.

Por ello, el apóstol emite una severa advertencia: "Cuídense de que nadie los engañe con sabidurías o con cualquier teoría hueca, que no son más que doctrinas humanas; pues éste es el camino del mundo y no el de Mashiaj."

Shaúl explica que la verdadera circuncisión no es física ni quirúrgica, sino espiritual: consiste en morir a los apegos terrenales para resucitar con un nuevo cuerpo en Mashiaj. Esta transformación es posible únicamente por la fidelidad de Yeshúa, cuyo sacrificio:

  • Canceló el jeirógrafon, es decir, el documento de deudas escrito a mano por hombres, que representaba obligaciones y dogmas impuestos por leyes humanas y no por la Torá de Dios.
  • Despojó al “príncipe de este mundo” y a sus autoridades del poder que ejercían sobre los escogidos de Mashiaj, liberándolos para una nueva vida en obediencia a Dios.


La Exhortación a Conmemorar las "sombras"

En este contexto de liberación de dogmas humanos y victoria en Yeshúa en la cruz, Shaúl dice:

"Que nadie pues, os krino (juzgue, condene o mueva sus pensamientos) sobre comida o bebida, o en porción (cada una) de las Jeorté (citas fijadas), o en la Luna Nueva (conmemoración de renovación), o en los Shabatot (días de reposo), las cuales son sombra de lo que está por venir, pero el cuerpo es de Mashiaj.”

El apóstol está exhortando a los creyentes a no permitir que sus pensamientos sean desviados de la fidelidad de Mashiaj. La crítica que recibían era por obedecer y conmemorar la dieta, las Fiestas, los meses y el Shabat tal como estaban escritas, en lugar de seguirlas o dejarlas de seguir según las doctrinas de hombres.

Vigencia y Tiempo Determinado de las "sombras"

Es importante notar que estas observancias fueron dadas para un tiempo “olam”, término hebreo que suele traducirse como “perpetuo” o “eterno”. Sin embargo, una traducción más precisa sería “tiempo oculto” o “tiempo determinado”. Esto indica que estas celebraciones deben guardarse durante el período fijado por Dios, y solo Él puede revelar cuándo han de concluir. No necesariamente implican una eternidad sin fin. Por eso también se incluye la celebración de los meses (Rosh Jodesh), la luna nueva como señal (Gén. 1:14-16), para renovar el compromiso de conmemorar las citas que representan el plan de redención.

El Significado de la Sombra (skia)

Al utilizar la analogía de la sombra, Shaúl se refiere a algo temporal.

Una sombra es la proyección de un cuerpo físico, la cual desaparece cuando ese cuerpo recibe la luz y se manifiesta en toda su plenitud.

  • Las sombras: la dieta, las moadim, la luna nueva y el Shabat son conmemoraciones que guardamos como anticipación profética, hasta que llegue el tiempo en que el Cuerpo que las proyecta se manifieste.
  • El Cuerpo: ese Cuerpo es Mashiaj, y cuando regrese en Su Luz, toda sombra se desvanecerá ante la realidad plena de Su presencia.

Las sombras proféticas que conmemoramos se expresan en las ocho Citas Fijadas por el Señor (Moadim): Pésaj, Panes sin Levadura, Primicias, Shavuot, Yom Teru’ah (Día de Aclamación), Yom HaKipurim (Día de la Expiación), Sucot (Tabernáculos) y Sheminí Atzeret (Día Octavo). Estas convocaciones constituyen el esquema profético del plan de redención divina.

Las primeras cuatro citas —los Moadim de primavera— ya tuvieron cumplimiento histórico. En otras palabras, esas sombras se desvanecieron en su función esencial cuando el Cuerpo que las proyectaba, Mashiaj, vino como la Luz en semejanza de hombre. No obstante, las seguimos conmemorando como un recordatorio vivo de lo que Él hizo por nosotros. Con Su primera venida pagó el precio definitivo e inauguró la formación de Su congregación, integrada por personas de toda tribu, lengua y nación, con el propósito de restaurarlas al diseño original.

Sin embargo, cuando Pablo escribió su exhortación —aproximadamente cincuenta años después de la resurrección de Mashiaj— las cuatro sombras proféticas restantes aún no se habían cumplido. Estas son las Fiestas de Otoño: Yom Teru’ah, Yom HaKipurim, Sucot y Sheminí Atzeret (Día Octavo). Los creyentes las conmemoramos como un poderoso recordatorio profético, anticipando el regreso glorioso del Cuerpo de Luz, Mashiaj, momento en el cual estas últimas sombras se disiparán para dar paso a la manifestación plena de Su Reino y la realidad eterna.


Conclusión

La respuesta es clara: No, Pablo no declaró abolidas las ordenanzas del Señor en Colosenses 2:16-17.

La exhortación del apóstol es, ante todo, una declaración de libertad en Mashiaj que se centra en dos propósitos:

  1. Rechazar el legalismo: Los creyentes no deben ser forzados a alterar lo que han aprendido de la Torá, ni ser juzgados por quienes intentan imponer reglas o doctrinas humanas respecto a la manera de observar —o de no observar— estos estatutos.
  2. Valorar la Profecía: Las observancias de la Torá —la dieta, la Luna Nueva, las Fiestas y el Shabat— siguen siendo valiosas como un esquema profético o sombra que nos recuerda el plan de Dios para regresar al diseño original.

Celebramos estas "sombras" porque el Cuerpo que las proyecta, Mashiaj, ya vino y cumplió con su esencia profética (particularmente en las Fiestas de Primavera, la obediencia al Shabat y la santificación de la comida y bebida). Con mayor razón, conmemoramos las sombras que faltan por cumplirse —las Fiestas de Otoño—, anticipando el regreso glorificado del Cuerpo de Luz.

Shalom

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