Debido a las enseñanzas milenarias del catolicismo y de muchos líderes del protestantismo, hasta el día de hoy una gran cantidad de creyentes aseguran que sus difuntos están en el cielo en la presencia de Yeshúa.
Lo interesante de lo anterior es que esa creencia mayormente esta sustentada en los pasajes de Lucas 16.19-31. que inicia diciendo:
Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. Y un pobre llamado Lázaro yacía a su puerta cubierto de llagas,
Estos pasajes han sido tomados para decir, no solo que los difuntos van directo al Cielo, sino que además los difuntos malvados no van al Cielo sino al Infierno.
Hoy a la luz de las Escrituras escudriñaremos, que realmente nos quiere enseñar nuestro Rey y Maestro Yehoshúa Hamashia con estos pasajes de la muerte del rico y el pobre.
Empecemos por comprender, que cuando Yeshúa vino a este mundo el helenismo en Judea tenía más de 300 años de estar influenciando las creencias y tradiciones hebreas al grado que muchos judíos se habían convertido al helenismo, el pensamiento hebraico estaba en pugna con la cultura y costumbre griegas llena de dioses, culto a la belleza y libertinaje. Sabemos que por esa influencia la Biblia está escrita en dos idiomas: Hebreo y Griego.
Todo el Antiguo Testamento se escribió en hebreo, mientras que el Nuevo Testamento se escribió en Griego aunque el pueblo hebreo de los tiempos de Yeshúa hablaba el arameo y el hebreo. Esto es importante entenderlo ya que cuando la Biblia se tradujo a nuestro idioma, algunas palabras se conservaron en su idioma original es decir Hebreo y/o Griego, por lo que podemos encontrar en nuestros estudios una palabra en hebreo y otra en griego que significan exactamente lo mismo. Un ejemplo de esto es la diferencia que pareciera haber entre las palabras Hades (ᾅδης hades) que significa; lugar (estado) de las almas que han partido y Seol ( שְׁאוֹל sheól), significa; el lugar de los muertos, ambas en su escritura son diferentes por su origen lingüístico, pero significan lo mismo como vemos en:
pues tú no abandonarás mi nefesh (cuerpo) en el Sheol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción. Salmo 16.10
pues tú no abandonarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Hch.2.27
Para los hebreos del Antiguo Pacto, el Sheol o Seol, representa la tumba donde se depositaban los restos de una persona muerta y significaba la cesación de las actividades de esa persona en la tierra de los vivientes. En cambio para los griegos el Hades era un lugar de transición de los muertos para entrar a otro lugar donde gozarán de una vida inmortal como los dioses.
Estas creencias griegas ya estaban antes de la existencia del pueblo hebreo y venían de culturas antiguas como las de Babilonia y Egipto. Luego Grecia que con su helenismo influyó sobre los romanos y finalmente sobre los judíos, introdujo la creencia del Hades como lugar de transición de los muertos, al grado que se le enterraba con algunas pertenencias que le sirvieran para ayudarle a llegar al “otro lado” , a la vida inmortal.
El helenismo del tiempo de Yeshúa ya había enseñado la creencia en muchos dioses entre los cuales los más importantes eran tres hermanos, Zeus, Poseidón y Hades, que de acuerdo a la mitología griega se dividieron el mundo entre ellos, quedándose Zeus con el cielo, Poseidón con los mares y Hades con el inframundo (lo que existe bajo la tierra). Hades era el dios que regía sobre todo el que muriera y su reino tiene entre otros, dos “lugares” importantes, los Campos Elíseos y el Tártaro, en el primero los “muertos buenos” se quedaban a disfrutar mientras que los “muertos malos” eran enviados al Tartaro que era una prisión llena de monstruos que atormentaban a los enviados allí.
Esta influencia helénica desarrolló en los judíos la creencia de que el Seol, que antes entendían como la tumba o lugar de cesación de la vida, ahora fuera un sitio que se encontraba dividido en dos lugares uno, el bueno que era el Seno de Abraham y el malo que era el Gehena. Más tarde con la influencia romana y su lenguaje latin, llegaron hasta nosotros las traducciones bíblicas al español, donde la palabra Hades y sus dos lugares son llamados; el cielo y el infierno hasta hoy.
Con estos conceptos aclarados, adentrémonos en el tema de Lucas 16. Lo primero que debemos observar es el contexto geográfico, Yeshúa esta en la región de Galilea (de los gentiles Is.9.1) a la cual viajó para iniciar su ministerio después de su bautismo y de la tentación de Satanás.
Allí Yeshua enseña en las Sinagogas como se ve en Luc.4.15, Mt.4.23, Mr.1.21 realizo sanaciones, volvió a la vida a la hija de Jairo y ya en el capítulo 11 de Lucas encontramos que un fariseo lo invitó a comer en su casa, Luc.11.37 y a partir de allí, se desarrolla un debate muy interesante entre Yeshúa, los fariseos y los escribas quienes se sintieron ofendidos por las palabras de Yeshúa y aun cuando Yeshúa salió de aquella casa ellos siguieron buscando como atraparlo en algo que dijera, Luc.11.53.
A la salida de la casa Yeshúa es abordado por una multitud a la cual enseña mediante parábolas para hacerse entender ante ellos. De hecho antes de llegar al tema de la muerte del rico ya había enseñado a través de 10 parábolas.
En el capítulo 16, Yeshúa desarrolla el tema del amor a las riquezas usando la parábola del mayordomo infiel. Cuando él esta exponiendo el tema, unos fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de Él, Luc.16.14. Pero Él continuó la enseñanza, la cual para los fariseos era una afrenta, porque enseñaba una verdad desagradable acerca de ellos.
Siguiendo con su enseñanza, toma el asunto del rico y Lázaro porque los fariseos estaban poniendo atención con el ánimo de burlarse y con esta enseñanza empieza a mostrarnos, que el hombre rico de la parábola es el simbolismo del fariseo, que quiere ser tenido en alta estima entre los hombres, porque conociendo la riqueza de la Torah no son siervos humildes. Los fariseos gustaban mucho del elogio, adulación y reconocimiento por parte de la gente. Vestían de púrpura y lino fino, vivían ricamente, su comida era la mejor y más que abundante, festejaban, aunque tenían conocimiento sobre la vida eterna.
Por otro lado en la enseñanza, estaba Lázaro que es un nombre traído del hebreo אֶלְעָזָ֖ר El’azar, que significa Dios ha ayudado. Note que Lázaro (El’azar) esta fuera de la casa del rico y los perros lamían sus llagas. Esto nos recuerda el pasaje de la mujer sirofenicia que pedía comer migajas como los perros. Ya hemos aprendido que el término perro era un despectivo que enseñaban los líderes judios hacia los gentiles, ellos enseñaban que los judíos eran los únicos que comían de la Torah. Esto es lo que Yeshúa esta explicando, el hombre rico son los fariseos y Lázaro es el perro, (un gentil), que esta afuera a la puerta de la casa como estaba la sirofenicia hasta que Yeshúa la fue a buscar.
Luego continuó Yeshúa:
Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado. En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno.
Recuerde que Yeshúa esta hablando a sus seguidores que no eran hombres instruidos por lo que él intentaba enseñarles verdades profundas en una forma que estuviese al alcance de ellos. Yeshúa usa los conceptos Hades (Seol o Sheol) y Seno de Abraham para dar a entender a los seguidores, que en verdad al fin de los tiempos, habrá una división entre los escogidos y los no escogidos.
La verdad que trata de enseñar Yeshúa con esta parábola es que en su venida sus ángeles buscarán a los que tienen su sello, su marca, Ef.1.13, Jn.6.27, 2 Timoteo 2:19, como vemos en Rev.7.3.
diciendo: No hagáis daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente (mente) a los siervos de nuestro Dios.
Y Mr.13.27 dice:
Y entonces enviará a los ángeles, y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
Yeshúa mediante esta parábola, muestra a Lázaro (El’azar) como aquellos sellados, que serán recogidos por los ángeles y serán llevados al Día Octavo, al Seno de Abraham, el Cielo. Por otro lado muestra al hombre rico como aquella oveja gorda y fuerte de Ezq.34.16, que conocen Su Palabra, se llenan de ego porque tiene la riqueza de la Torah y ven a los demás como perros sin conocimiento, estos serán despertados para desprecio eterno, como dice Dan.12.2
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno.
Note que quienes están escuchando las parábolas, son ovejas sin mayor conocimiento y ovejas que se creen ricas en conocimiento (gordas y fuertes), que creen tener asegurado sus asientos en las primeras filas y que según ellos sirven a Dios, le llaman "Señor Señor" y por tanto son merecedores de los privilegios de este mundo y del venidero. Pero Yeshúa conoce a sus ovejas, sabe quienes son los “ricos” y quienes los “El’azar.
Es claro que si el rico y el pobre fueran personas reales, murieron y fueron enterrados, ni el pobre fue a un Seno de Abraham ni el rico fue a un infierno, porque en primer lugar los restos de Abraham están enterrados en la cueva de Macpela, Gn.25.8-10 y en Jn.8.52 los judíos confirman que Abraham esta muerto no en un paraíso.
Los judíos le dijeron: Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas, y tú dices: «Si alguno guarda mi palabra no probará jamás la muerte»
y luego el mismo Yeshúa dice en Jn.5.28-29
No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros (Sheol) oirán su voz, y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio.
En Luc. 16.24, Yeshúa deja ver que el rico clama a Abraham(Padre de multitud de Goyim, simbolismo de los que gozan de la promesa de ser injertados en Abraham) para que envíe Lázaro a ayudarle en su agonía, pero en realidad lo que Yeshúa quiere mostrarle a los fariseos y a nosotros es, que una vez hayamos muerto no tenemos posibilidad de cambiar nada de lo que hemos hecho mientras vivíamos.
Luego en Luc.16.27, el rico es mostrado como un hombre que en realidad no conocía ni a Yeshúa ni a su Torah, porque le pide a Abraham que resucite a Lázaro para que vaya a enseñar a sus hermanos y no mueran y vayan al Hades, al Tartaro donde él esta en agonia.
Pero observe la enseñanza de Yeshúa en el versículo Luc.16.29.
Ellos tienen a Moisés y a los profetas (Tanaj); que los oigan a ellos
Yeshúa esta enseñando que los que aún viven, tienen oportunidad de cambiar su destino si shema y shomer Torah. Pero el rico en su ignorancia desprecia la Torah y pide que Lázaro resucitado (un milagro), se presente ante sus hermanos, porque el piensa que eso sería un evento que los impactaría y los haría cambiar de su mal proceder. Pero nuevamente Yeshúa enseña
Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos
CONCLUSIÓN
En estos pasajes de Lucas 16, ni un rico fue al infierno, ni un pobre fue al cielo, Yeshúa esta enseñando mediante una parábola lo que será el juicio final donde; pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda.
Él enseña a gente que se identifica como El’azar (Lázaro) y usa parábolas para enseñarles una gran verdad sobre el juicio venidero, pero hay también escuchando un grupo de fariseos que representan al hombre rico.
La parábola enseña a ambos ricos y pobres, que una vez las personas mueren, van al Sheol o Hades un lugar temporal en donde no hay diferencia entre ricos (malos) y pobres (buenos), y allí ninguno tiene forma de cambiar las cosas que han hecho mientras vivían. Después de la muerte, el rico y Lázaro tendrán que esperar la resurreción de los muertos.
Solo la Torah es quien puede ayudar a los que han muerto y a los que moriremos a ser despertados en la resurrección del Día Final para vida eterna y no para el desprecio eterno.
Shalom.
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