Uno de los versículos que más ha influido en la mentalidad del creyente acerca del acceso al Cielo es el que dice, que Shaul fue al tercer cielo como se ve en 2 Corintios 12:2.
La pregunta es:
¿Fue Shaul al tercer cielo?
Escudriñemos
En primer lugar debemos comprender a quién se está dirigiendo Shaul. Él está escribiendo una segunda epístola a los creyentes congregados en la Asamblea de Corinto. Esta ciudad ubicada en el territorio griego estaba obviamente influenciada por el helenismo y esa influencia impactó a los creyentes en Yeshua, al grado que había un creciente malentendido de las enseñanzas de Mashiaj, los dones espirituales eran usados incorrectamente, ellos estaban llenos de orgullo y estaban tolerando la inmoralidad sexual, por lo que Shaul les envío la primera carta.
En su segunda carta, Shaul expresa su alivio y gozo de que los corintios hubieran recibido su “severa” carta de manera positiva. Esa carta se refería a asuntos que estaban dividiendo a la iglesia; primeramente la llegada de los auto-nombrados apóstoles (2 Corintios 11:13), quienes estaban insultando el carácter de Pablo, sembrando discordia entre los creyentes, y enseñando falsa doctrina.
En el capítulo 11 Shaul defiende su apostolado y presenta su credenciales espirituales como verdadero apóstol (enviado) de Mashiaj y en el capítulo 12 empieza a disertar sobre la grandeza del poder de Dios y las debilidades de él y dice en 2 Cor.12.1
El gloriarse es necesario, aunque no es provechoso; pasaré entonces a las visiones y revelaciones del Señor.
Y seguidamente dice en 2 Cor.12.2
Conozco a un hombre en Mashiaj, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo.
De los pasajes anteriores debemos notar lo siguiente; Shaul continúa defendiendo su apostolado en contra de los falsos apóstoles que han sembrado la división dentro de la Asamblea de Corinto y pasa a sustentar su apostolado en las visiones que Mashiaj le ha dado, por eso dice en 2 Cor.12.1 “pasaré entonces a las visiones” y les dice cómo él logró ver esas visiones y donde las vio. Primero dice que fue arrebatado y que fue al tercer cielo, pero tenemos que tomar en cuenta lo que dice en el verso 12.1 y lo que dice entre paréntesis. Observemos que Shaul está hablando de visiones y en en el paréntesis aclara que él no está seguro si fue en su cuerpo físico o en un cuerpo incorruptible.
Todos sabemos según 1 Cor.15.50,
Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
Este versículo del mismo Shaul aclara que él no fue al cielo en su cuerpo corruptible, sino que él tuvo una visión como la tuvo Juan en Rev.1.10, Daniel en Dn.7.21-22, Ezequiel en Ez.1.1 y también Isaías en Isa.6.1.
Veamos que dice 2Cor.12.3
Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe)En este pasaje Shaul sostiene que él conoce lo que le ha sido dado y aunque él no está seguro cómo llegó a ver esa visión del tercer cielo, él quiere demostrar con esto que él es un verdadero apóstol de Mashiaj.
En 2Cor.12.4 dice:
que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar.
Shaul en esta porción establece su posición de privilegio como escogido para tener una visión del tercer cielo el cual, él mismo llama paraíso, lugar en el cual está el árbol de la vida, Yeshúa como lo expresa Rev.2.7, con esto Shaul le está diciendo a los de la Asamblea de Corinto y a nosotros, que en visión él fue al paraíso con lo cual entendemos que vio a Yeshúa y este le hablo cosas “inefables”, es decir cosas que que no se pueden describir ni expresar, cosas tan fuera de lo normal que las palabras no lograrían explicar.
CONCLUSIÓN
Respondiendo a la pregunta:
¿Fue Shaul al tercer cielo?
La respuesta es no, él no fue con su cuerpo corruptible al tercer cielo sino que como él mismo lo expresa, tuvo una visión como le ocurrió a otros escogidos y en esa visión Yeshúa le hablo cosas inefables, que él no puede explicar con palabras y aunque puede gloriarse del privilegio de haber visto y escuchado cosas inefables, él no quiere gloriarse de ello y no las puede explicar.
Shaul fue un hombre al cual Yeshúa quiso revelarle como hizo con grandes profetas sabiduría que no es de este mundo como esta escrito en 1Cor. 2.6
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Shaul tuvo el privilegio que tuvieron pocos de ver las cosas que están preparadas para aquellos que lleguemos al Día Octavo como lo expresa en 1Cor. 2.9
Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
En este pasaje, Shaul cita una mezcla de los versos de Isaías 64.4 y 65.17 y se esta refiriendo a lo que Hashem tiene preparado en la Eternidad para los que le aman. Observe que son cosas que el corazón, es decir la mente del hombre actual no puede comprender ni alcanzaría a entender porque no la puede dimensionar con los cinco sentidos que tenemos.
Solo cuando seamos transformados y recibamos un cuerpo incorruptible con sentidos y capacidades que hoy no conocemos, podremos dimensionar esas cosas que ojo no vio ni oído oyó, es decir esas cosas inefables.
Shalom.
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