La Creación en el Cuarto Día

 


Terminado aquel proceso que tomó dos días bíblicos de separación del Cielo y este universo, Hashem usó un día bíblico más para organizar nuestro sistema solar con nuestro planeta y ubicarlo en la galaxia llamada Vía Láctea y pasa a darle funciones, como vemos en Gn.1.14.

Entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión (raqia’)  de los cielos para separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para días y para años;

Note que este es un nuevo anuncio. Hashem esta anunciando y autorizando las lumbreras (מָאוֹר maor), que están debajo de la raqia’,  pero alrededor de el sistema solar nuestro y se crea una nueva separación, un cielo (no el de Dios) donde se ubican las luminarias (מָאוֹר maor), que separan día y noche y sirven para señales y para temporalidad. Estas luminarias son las constelaciones que han servido como señales para los navegantes antiguos y actuales, también se anuncian el sol y la luna.

Seguidamente en Gn.1.15 dice:

y sean por luminarias (מָאוֹר maor) en la expansión (raqi’a) de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

Note que han quedado autorizadas y con sus respectivas funciones las luminarias del sistema solar, es decir constelaciones de estrellas que se ven desde nuestro planeta y se incluye los planetas del sistema solar.

En Gn.1.16 dice:


E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la noche; hizo también las estrellas.

Terminada la organización del sistema solar, Hashem inicia la organización de todo lo que rodea el  planeta tierra.  Con las estrellas, el sol y la luna ya formados, Hashem los organiza de manera que sirvan al planeta tierra para lo que es el “tiempo”, la temporalidad que existe hasta hoy y  para establecer las condiciones perfectas de temperatura, gravedad terrestre, atmósfera oxígeno, capa de ozono, etc.

En Gn.1.17 se observa

Y Dios las puso en la expansión (raqia’) de los cielos para alumbrar sobre la tierra

Aquí Hashem determina la posición del sol y la luna con respecto a la tierra para que el sol produzca la temperatura adecuada, y haga germinar las semillas que ya estaban plantadas por la autoridad de Hashem,  mientras que la luna en su ubicación ayuda con la estabilidad del eje terrestre y las corrientes marinas entre otros aspectos. Otra cosa importante que debemos observar es que las dos grandes lumbreras están separadas del planeta tierra por un cielo, que no es el de Dios, sino un cielo que rodea al planeta. Esta es una separación física.

Luego en Gn.1.18

y para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

Observe que nuevamente hay
una separación de la luz respecto a las tinieblas, esta es una separación espiritual. 

Hasta ahora este recorrido nos ha mostrado tres raqia’ que separan cielos, la primera separó el Cielo, la Eternidad de lo que no es cielo, este mundo o este universo.  La segunda raqia’, que se menciona, separa nuestro sistema solar con un “cielo”, pero dentro de la materia y energía oscura, aquí no hay separación de Luz y tinieblas. Finalmente la tercera raqia’ separa un “cielo” alrededor de la tierra. Aquí sí hay una separación de Luz y tinieblas. Por eso se habla de “tres cielos”. Un cielo que esta sobre nuestro planeta, otro que esta más allá del sistema solar y el Cielo o Eternidad.

En Gn.1.19 dice:

Y fue la tarde y fue la mañana: el cuarto día.

Con el Sol y la Luna en sus perfectas posiciones, la tierra y los mares empiezan a producir todo tipo de vegetación y frutos, en los mares, se producirían algas y plantas marinas. llenándose la tierra y los mares de grandes cantidades de alimento. Y todo esto esta ocurriendo en un día bíblico (miles de millones de años), en el cual Hashem organizó nuestro sistema solar incluyendo nuestro planeta y lo dotó del alimento necesario para entonces iniciar la etapa final de la organización de este mundo.

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