En nuestras Biblias nos encontramos con estos pasajes de Gn.4.6-8, los cuales en traducción directa del hebreo dice:
Entonces Hashem dijo a Caín: (קַיִן Qayin, lanza, posesión) "¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro?” ¿No es cierto que si obras bien (טַב tov, bueno) podrás alzarlo? Mas, si no obras bien (טַב), a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar."
Lo primero que notamos en estos pasajes es que el pecado es como una fiera que codicia a la humanidad. Además es interesante notar, que la primera vez que aparece la palabra; “pecado” en nuestras Biblias, es cuando Hashem le habla a Caín despues que tanto él como Hevel ( הֶבֶל Abel, vapor, aliento) presentaron minjá (ofrenda a Hashem). Como sabemos, Caín no estuvo contento con la reacción de Dios ante la ofrenda que él presentó, por eso su rostro cambió en forma repentina de manera que el gesto, el color y la expresión de su semblante denotaba su disgusto contra Hashem y posiblemente contra Hevel.
Por lo anterior vamos a preguntarnos:
¿Que es el pecado?
Escudriñemos
Muchos hemos entendido que la palabra pecado ( עון ; avon ), significa cometer una “transgresión” a lo que ha establecido Dios, es decir invalidar lo que está escrito en la Biblia y que fue dicho por Dios. Debemos recordar lo que dice 2 Timoteo 3:16, 1 Tesalonicenses 2:13 entre otros muchos versos que nos enseñan que la Palabra de Dios es “viva y eficaz”, porque no es una simple “ley'' sino mandamientos, procedimientos, profecías y promesas.
En el pensamiento hebreo no se transgrede una “Ley” sino la Torah. Pero qué es la Torah, la palabra hebrea Torah [תּוֹרָה], se deriva de la raíz י.ר.ה Y.R.H (iará), la cual en la mentalidad hebrea significa “lanzar una flecha”, “dar un tiro certero”. En forma verbalizada significa “dirigir el tiro para no errar”, de ahí que para los hebreos el significado de Torah es: “la guía para dar en el blanco”.
Por tanto, Torah se debe entender como “enseñanza”, más concretamente, como las “instrucciones” para dar en el blanco en el desarrollo de la vida de un creyente. Ser un transgresor de la Torah, es como ser alguien que erró en su caminar con Dios y por tanto se le notara en su semblante ya que se verá afectado psicológica, emocional y espiritualmente, es como si ese pecador llevara una carga pesada. Esto es lo que precisamente nos enseña Gn.4.13,
“Caín dijo al Señor: Mi pecado ( עון ; avon ) es demasiado grande ( גדול ; gadol ) para cargarlo ( נשא ; nasa )”
Note como Caín muestra que el pecado es un peso físico real, una carga pesada que el pecador debe llevar. Cuando Cain mato a Abel el pecado se manifestó en él como un gran peso sobre sus hombros y dado que el asesinato de otro ser humano es uno de los más graves de todos los pecados porque estamos hechos a imagen de Dios (Gn 9.6), Caín se quejó de que el pecado le pesaba, es decir era demasiado grande para que él lo soportara.
La comprensión del pecado como una carga da sentido al ritual de los sacrificio del pueblo escogido, especialmente en el Día de la Expiación, como dice en Lev.16.21-22
Después Aarón pondrá ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío y confesará sobre él todas las iniquidades ( עונות ; avonot) de los hijos de Israel y todas sus transgresiones, todos sus pecados, y poniéndolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre preparado para esto. El macho cabrío llevará ( נשא ; nasa) sobre sí todas sus iniquidades ( עונות ; avonot ) a una tierra estéril; y el hombre soltará el macho cabrío en el desierto.
Los pasajes anteriores nos muestran la ceremonia de Yom Hakipurim o Día de Perdón, era el día en que era quitada la carga del pecado del pueblo y depositada como un yugo sobre un macho cabrío quien a su vez carga los pecados de los escogidos sobre sí mismo y físicamente los lleva fuera del pueblo.
Si observamos este método de quitar el pecado poniéndolo como una carga sobre un inocente, es la misma representación que nos ofrece Yeshúa cargando nuestros pecados en la cruz, como enseña 1 Pedro 2:24
“y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados”
Observe que este versículo nos enseña que Yeshúa cargo en su cuerpo nuestros pecados, es como si dijera “se puso un yugo” de nuestros pecados, y así como el macho cabrío, Él llevó nuestros pecados a una tierra estéril donde no pueden prosperar.
Pero debemos ser conscientes de lo que continúa diciendo el versículo: “muramos al pecado y vivamos a la justicia”. Lo que nos quiere decir esta porción es que Yeshua nos ha justificado, es decir; quitado la carga. En otras palabras nos ha hecho “no culpables”, no pecadores, pero como justificados, debemos tratar de vivir practicando la justicia, es decir practicar los procedimientos de sus instrucciones (Torah), para evitar "errar", de otra manera su sacrificio en la cruz fue en vano.
Conclusión
Respondiendo a la pregunta:
¿Qué es el pecado?
En palabras simples, pecado es cometer una infracción a la Torah (Instrucción) de Dios, como esta establecido en 1 Jn. 3:4,
Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley
Este versículo es una definición de cómo se comete el pecado, pero el pecado en sí, para un creyente es como una carga pesada, que trae consigo un cambio repentino del ánimo y un peso psicológico, emocional y espiritual.
El pecado se expresa en el ánimo humano de tres formas:
- Malas acciones (comportamiento y pensamientos y acciones inmorales).
- Elegir aquello que sabemos que es moralmente equivocado.
- Nuestra naturaleza humana, nuestro ADN, está corrompido por el mal.
Así que cuando un creyente invalida la Palabra de Dios, está expresando a través de su ánimo "errar el tiro", es decir dejar de ser un practicante de la justicia (la torah), quebrantando los procedimientos, hacer lo tov (bueno a los ojos de Dios), con esta acción el creyente desprecia el sacrificio de Mashiaj en el madero con lo cual desecha las profecías, y puede perder las bendiciones y las promesas que Él nos ha hecho.
El pecado termina alejándonos de la presencia de Hashem, como se observa en Gn.4.16,
Caín dejó la presencia de Hashem y se estableció en el país de Nod, al oriente de Edén
Por lo tanto no debemos olvidar que el pecado “está a la puerta acechando como fiera que te codicia”.
Shalom
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