Escudriñemos
Para comprender lo que vamos a escudriñar hay que tener en cuenta que la Biblia nos muestra dos Éxodos, el de Egipto, que tiene dos partes; cuando salen de Egipto y cuando reciben la Torah y parten del Sinaí. Y el segundo Éxodo es el que empezó a ocurrir después de la muerte y resurrección de Mashiaj y que terminará con su segunda venida.
Lo primero que debemos ver es el contexto. Juan está en medio de su visión en la cual le dan un mensaje para los líderes y sus congregaciones, él le debe escribir sobre las cosas que ha visto, las que son y las que han de suceder y debe entregar ese mensaje a la plenitud de las congregaciones simbolizadas como: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea (Rev.1.19).
Juan escribe el mensaje para la plenitud (7) de congregaciones (Rev. Cap.2 y 3) y después ve las cosas que han de suceder: Primero ve una puerta en el Cielo a través de la cual, él entra en “ruaj” es decir en mente, no físicamente y ve a Yehoshúa sentado en el Trono, como Rey en el Cielo.
Todo este simbolismo es para que Juan vea lo que ha de suceder en un futuro. Él ve 24 ancianos con vestiduras blancas y un mar de cristal. El mar es símbolo de naciones, pero este es transparente como un cristal, ósea sin manchas y sin arrugas, el cual se componía de 4 seres vivientes con ojos por delante y atrás, esto Juan lo asocia a el campamento en el desierto, con el santuario en el centro, los sacerdotes alrededor y las 12 tribus con los extranjeros formados en 4 divisiones que rodean todo.
El símbolo de los 24 ancianos, es la representación de los lideres que Dios autoriza que se acerquen a Él (Ex.24.9-10), y en tiempos de David son organizados en 24 castas sacerdotales (1Cron.24.7-18), a las que se le dio autoridad sobre el pueblo. Después estos vinieron a ser representados en los apóstoles y lideres que perseveran en la verdad hasta que regrese Mashiaj. Por otro lado, el simbolismo de "seres vivientes", en este caso es referencia a los millares de Israel y extranjeros, representados con ojos por delante y por detrás, esto simboliza las obras y pensamientos que ellos exhiben sin manchas.
Por eso vemos que los seres vivientes, se representan a semejanza de león, toro, hombre y un águila volando. Son 4 símbolos, que se pueden entender como las 4 banderas con las que se identifican las cuatro divisiones: Judá, Ruben, Efraín y Dan (Num.Cap.2). Diferencias que también fueron profetizadas por Ya’akov en Gen.Cap.49.
El Libro de Números, en su capítulo 2, nos da un indicio de cómo marchaban los cuatro seres vivientes hacia la tierra prometida, que se organizaron bajo cuatro campamentos o banderas.
Para organizar la marcha, Hashem ordenó a Moisés construir dos trompetas de metal, una para reunir al pueblo y otra para dar la señal de salir hacia la tierra prometida. El tabernáculo estaba en el centro, símbolo del Trono de Dios, los líderes sacerdotales estaban a su alrededor y los millares de Israel y los extranjeros, estaban organizados de esta forma: Judá, al Este, Ruben, al Sur, Efraín al Oeste y Dan al Norte
Cuando sonaba la trompeta para marchar, salía primero el campamento que tiene la bandera o estandarte de Judá, este simbolismo se refiere a que del judaísmo sale el primer remanente de los sellados con la Torah y el Testimonio de Mashiaj, que serian los apóstoles y las primeras congregaciones judías (Hech.2.41), luego seguía la bandera de Ruben, un simbolismo de los miles de judíos que no apostataron (Hech.6.7, Hech.21.20), después sigue el tabernáculo y el sacerdocio, esto es un simbolismo de la primera venida de Mashiaj y el fin del sacerdocio levita. Yeshúa derrama su Ruaj HaQodesh y se convierte en Immanuel, Dios con nosotros (Isa.7.14).
El simbolismo de los seres vivientes marchando hacia la tierra prometida continúa con el campamento de Efraín siguiendo al tabernáculo, es decir, los gentiles siguiendo el sacrificio y resurrección de Mashiaj. Y detrás sigue el último campamento, la bandera de Dan. El nombre de Dan significa “juez”, el simbolismo es que después que los cuatro campamentos marchen, lo que sigue es el juicio.
Juan ve que los cuatro seres vivientes, tenían alas, símbolo de libertad y tenían ojos por dentro y por fuera, símbolo que sus obras y sus pensamientos exhiben lo que ellos son; un mar de cristal, que le servirá a Yeshoshúa en su Plenitud, día y noche diciendo: “Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso el que era y es y ha de venir!“
En resumen esta visión es algo que se cumplirá en el futuro, cuando venga Yeshoshúa y se lleve con Él al remanente santo y fiel (Rev.14.8).
Esta parte de la visión termina cuando Juan ve la multitud, es decir, el remanente santo y fiel, simbolizado en 24 ancianos y 4 seres vivientes, que salieron de la plenitud de las congregaciones. El remanente esta compuesto del mar de cristal que se postra y de los líderes que no fueron engañadores, los cuales echaran sus coronas delante del trono, es decir, que entregaran la autoridad que habían recibido de Él.
Él ve que el remanente se postra al que vive por los siglos de los siglos, al que creó todas las cosas y que gracias a su voluntad estarán en el Cielo con Él. Este último simbolismo se refiere a que ese remanente que ve, no esta delante del trono por obra de un padre y un hijo, ni una trinidad y menos por hombre, sino por la Fidelidad de Yehoshúa, el único Elohim creador de “todas las cosas”
Conclusión
¿Qué ve Juan en el Cielo?
Juan es llevado en visión al cielo para revelarle las “cosas que van a suceder” después que este mundo deje de existir como lo conocemos. Él ve una multitud incontable en el cielo junto a Yehoshúa en su Plenitud de Poderes, ve un futuro glorioso que le espera a los que perseveran en ser santos y fieles.
Shalom

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