Los 144 Mil Parte 1

                                     


Los ciento cuarenta y cuatro mil es un tema bíblico que desata todo tipo de debates, por un lado se escucha que son un número literal de personas que están en el cielo, por otro lado que son judíos y algunos aseguran que pertenecen a una congregación en especifico. Así que vamos a preguntarnos:


¿Quiénes son estos ciento cuarenta y cuatro mil?


Escudriñemos


Lo primero que debemos recordar es que el Libro de la Revelación de Yehoshúa HaMashiaj, conocido como “Apocalipsis”, es un mensaje que se le entrega a Juan, como último apóstol de Yeshúa para que él lo “lleve” a la plenitud de las congregaciones esparcidas por el mundo y que tienen un comportamiento similar al de siete congregaciones: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.


Lo segundo que debemos tener en mente es que el Libro Apocalipsis es muy simbólico y no lleva un orden cronológico.


Dicho esto debemos ver que la cifra de los “ciento cuarenta y cuatro mil”, aparece tres veces en la Biblia, una vez en Rev.7.4 y dos veces en el capítulo 14 (Rev.14.1 y 14.3), pero para comprender lo que significa se debe empezar por lo escrito en Rev.14.1-13, que podemos resumir así: 


Juan ve al Cordero de pie sobre el Monte de Sion, con él estaban ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían su nombre y el nombre del Padre de él, escrito en sus frentes. 


Juan esta viendo un simbolismo que representa a un numero de personas que están divididos en dos grupos, los que exhiben pensamientos de acuerdo al Testimonio de Yeshúa y los que exhiben pensamientos de acuerdo al testimonio del Padre, donde Padre se refiere a la Torah.


Dicho en otras palabras, Juan está viendo gente que murió antes de la primera venida de Yeshua y gente que murió después (Rev.14.1).


Después que Juan ve esos 144 mil, dice que oyó una voz del cielo como estruendo de muchas aguas y como la voz de un gran trueno. Y la voz que escuchó era como de arpistas cuando tocan sus arpas. Esto significa que no son 144 mil personas literales sino naciones (muchas aguas), que al estar reunidas, sus voces se escuchan muy alto, pero se escuchan como una sola voz, es decir, con un mismo idioma y que además esa voz es agradable, porque se escucha como una orquesta de arpistas (Rev.14.2).

Juan dice que, ellos cantan un cántico nuevo delante del trono y en presencia de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Y que nadie podía aprender el cántico, sino sólo los 144,000, quienes habían sido redimidos de la tierra (Rev.14.3)

Sabemos que los cuatro seres vivientes y los ancianos, son un simbolismo de la organización del campamento de los sacados de Egipto con el tabernáculo en el centro como símbolo del trono de Dios, rodeado por el sacerdocio y a sacerdocio los rodean las cuatro divisiones del campamento; al Este, Ruben, al Sur, Efraín al Oeste y Dan al Norte (Num.Cap.2). Así que se confirma que no son 144 mil, sino una multitud semejante a la que había cuando el pueblo escogido fue sacado de Egipto.

Esa multitud canta un cántico nuevo, quiere decir que los ancianos y los cuatro seres vivientes son la voz que parece de arpistas y el cántico es una referencia al cántico de libertad que se cantó cuando cruzaron el mar rojo, pero ese cántico era profético de lo que ahora está viendo Juan (Ex.15.1-18).

Cuando dice: “Nadie podía aprender el cántico, sino sólo los 144,000, quienes habían sido redimidos de la tierra”, quiere decir: “Nadie podrá aprender el cántico nuevo, sino aquellos que perseveren en ser santo y fieles, para que sean redimidos de la “tierra”, es decir, de las congregaciones y puedan ser parte del número de los 144 mil” (Rev.14.3).

Juan recibe una aclaración sobre la multitud que está escuchando: Estos son los que nunca se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que vaya. Estos fueron redimidos de entre los hombres, primicias para Elohim, es decir, para el Cordero. Y en sus bocas no se halló engaño; son sin mancha (Rev.14.4-5)

Esto es un simbolismo en el que no se está hablando de mujeres en forma literal, sino de una referencia metafórica a las religiones (enseñanzas) con las que trataron de engañar a los escogidos que vivieron antes de la primera venida de Mashiaj y poco después, pero estos perseveraron en no aceptar engaños de las religiones.

Y dice que fueron redimidos como primicias para Elohim, es decir, para Yehoshúa, se refiere a que fueron redimidos de entre los hombres igual que Yehoshúa, mediante la resurrección y son primicias porque son los primeros que, por su perseverancia en no aceptar engaños serán resucitados del polvo de la tierra. Este simbolismo está relacionado con el “5to Sello” (Rev.6.9)


Después de esto a Juan le revelan tres mensajeros que se dirigen a las congregaciones de toda nación y raza y lengua y pueblo que todavía no están con vestiduras blancas, aquellas que vendrán después de los apóstoles. Los tres mensajeros son un simbolismo de la Torah, los profetas y la Buena Nueva. 


El primer mensajero se dirige a las congregaciones para exhortarlas a reconocer a Yehoshúa como el Salvador de las 12 tribus de Israel, a respetarlo y a mantenerse sellados en Él (Rev.14.6-7)


El segundo mensajero les anuncia a las congregaciones, que la religión y obviamente sus líderes y los que los seguían, serán destruidos y el tercer mensajero hace una advertencia a las congregaciones diciéndoles que, aquel que acepte quitar el sello de Dios para ponerse la “marca de la bestia”, es decir, aquel que acepte el engaño, sufrirá el mismo juicio que le espera a los idólatras y  a los engañadores (Rev.14.8-12)


Esta visión se cierra cuando Juan oye una voz del cielo que le ordena que escriba lo siguiente: ¡Felices los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor!” “Sí”, dice el espíritu, “para que descansen de sus arduos trabajos; pues sus obras los seguirán”. Se le está haciendo una promesa a las congregaciones que surgen después de los apóstoles que si mueren con el sello de Dios serán felices.


A Juan le están ordenando que escriba esta visión para que sirva de testimonio a las congregaciones que vengan después de los apóstoles y hasta el regreso de Mashiaj.


Conclusión


¿Quiénes son estos ciento cuarenta y cuatro mil?


No son 144 mil, sino un simbolismo de un remanente incontable, que es sacado del mundo en la primera resurrección, como en el "primer Éxodo", es decir, como las tribus que estaban representadas por las banderas de Judá y Ruben que parten antes del tabernáculo, símbolo de la primera venida de Mashiaj.


Pero falta la salida de los campamentos de Efraín y Dan que salen después que a sido levantado el Tabernáculo, o sea, después del sacrificio y resurrección de Mashiaj y a ellos son enviados los tres mensajeros para que no apostaten.


Estos seran la multitud de gentiles y judíos que serán redimidos en el final de los tiempos y después de la gran tribulación. Para leer sobre ellos vea el escrito: Los 144 Mil Parte 2

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